Capitulo 1: 𝐿𝑜𝑢𝑖𝑠 𝑇𝑜𝑚𝑙𝑖𝑛𝑠𝑜𝑛.

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⚠︎︎𝙸 𝚝𝚑𝚒𝚗𝚔 𝚠𝚎'𝚛𝚎 𝚕𝚒𝚔𝚎 𝚏𝚒𝚛𝚎 𝚊𝚗𝚍 𝚠𝚊𝚝𝚎𝚛
𝙸 𝚝𝚑𝚒𝚗𝚔 𝚠𝚎 𝚊𝚛𝚎 𝚕𝚒𝚔𝚎 𝚝𝚑𝚎 𝚠𝚒𝚗𝚍 𝚊𝚗𝚍 𝚜𝚎𝚊.
𝚈𝚘𝚞'𝚛𝚎 𝚋𝚞𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐 𝚞𝚙, 𝙸'𝚖 𝚌𝚘𝚘𝚕𝚒𝚗𝚐 𝚍𝚘𝚠𝚗
𝚈𝚘𝚞'𝚛𝚎 𝚞𝚙, 𝙸'𝚖 𝚍𝚘𝚠𝚗
𝚈𝚘𝚞'𝚛𝚎 𝚋𝚕𝚒𝚗𝚍, 𝙸 𝚜𝚎𝚎.
𝙱𝚞𝚝 𝙸'𝚖 𝚏𝚛𝚎𝚎.⚠︎︎

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Lunes. Lunes 28 de septiembre. De todos los Lunes de su vida, aquel era el peor, y apenas se había despertado.

Primero y que nada, cabe aclarar que Louis no era una persona mañanera, mucho menos de aquellos que disfrutan 'los rayos del sol apoyados sobre su angelical rostro' o, 'un café en la mañana para levantar las fuerzas.' No, Louis no era de eso. Las mañanas eran algo que lo amargaban y frustraban. El hecho de acostarse todas las noches en un horario de 2:00 AM, y tener que despertarse a las jodidas 6:30 AM e incluso a veces horas antes que aquello, era una excruciante tortura para su cabeza y párpados.— su único remedio a tal actitud, era un té de manzanilla y su dosis diaria de un cigarrillo. Vaya combinación.

Para ser un adulto ya de 28 años de edad, hecho y derecho, Louis era muy ignorante en ciertos aspectos cotidianos. Toda su vida siempre tuvo personal que le preparara su comida, planchara la ropa, vistiera e incluso peinara. Su madre era muy insistente en que el muchacho siempre estuviera completamente impecable para toda ocasión, no dejándolo hacer absolutamente nada— en otras palabras, malcriadez. Cierta malcriadez que Louis cultivó hasta hoy en día, junto a sus hermanas.

Y justamente en ese día, su mucama no fue a asistirlo.

Maldijo en voz alta.

"¡¿Eleanor?!" Llamó a gritos desde el pasillo afuera de su habitación, apoyándose sobre el barandal de vidrio. Louis observaba al piso de abajo, buscando con la mirada a Eleanor.

La mencionada vino a pasos lentos, sin intención de dirigirle la mirada a Louis. Llevaba puesta su típica ropa de ejercicio, que consistía en un top vinotinto junto con una licra de ese mismo color, acompañada de sus usuales tenis blancos. "¿Sí, Louis?"

Louis odiaba lo chillona que era su voz, de vez en cuando. "¿Dónde está la mucama?"

"¿Uhm?" Eleanor miraba su celular con detenimiento, probablemente respondiendo algunos mensajes. "¿Te refieres a Sophie?"

Louis rodó los ojos, irritado. "Sí, sí, ella. ¿Dónde carajo está?"

Eleanor apartó la vista del aparato, con una mueca expresada en todo su rostro, como si no creyera lo que Louis acababa de preguntar. "Louis, ayer en la noche ella te avisó que hoy saldría temprano. ¿Se te olvidó?"

Mierda.

Golpeó la superficie de vidrio, soltando un quejido al sentir un pequeño pinchazo en los nervios de su mano. ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Claramente la mucama le había avisado la noche anterior que no estaría presente el día de hoy por 'asuntos personales.' Pero como siempre, Louis no le prestó atención.

Corrió a su cuarto y se apresuró a chequear su vestier, tratando de encontrar entre las infinidades de textiles y pieles lo que usaría aquel día. Movía su pie izquierdo con rapidez, la ansiedad y cosquillas empezando a recorrer su pierna y parte de su abdomen junto con el estómago, sus manos recorriendo con rapidez la muy innecesaria cantidad de vestuario de alguien que apenas tenía voluntad propia para darse un baño. Louis comenzó a pensar que de verdad tenía tanta ropa que podría donar a un orfanato entero, o simplemente echarla a la basura. De todas maneras, mitad de todo lo presente aquí fue escogido por los gustos de Eleanor— o sea, unos gustos de mierda.

El Chico del Semáforo. (LARRY STYLINSON).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora