Nunca pensé ver eso. El señor Beyno se acercó y me abrazó, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa y admiración.
—Lo tentaste y ganaste —dijo al separarse, sus ojos brillando—. Nadie lo ha logrado en un tiempo.
—Ay, hermanita, a la próxima bailamos nosotros —bromeó mi hermano mientras se reía.
—Lo hiciste bien —dijo mi padre, mirándome con orgullo—. Tu madre le hubiera dado un infarto.
Tomé un vaso de agua temblando. Me senté y tomé aire, tratando de calmar mi corazón acelerado.
—Ahí viene Ashley —escuché que decía Beyno—. No le hagas caso.
Jason se sentó a mi lado, su expresión se endureció al ver a una mujer rubia acercarse. Llevaba un vestido color fucsia que la hacía parecerse a una Barbie. Su peinado era muy voluminoso, y, aunque era realmente guapa, su mirada fría me puso incómoda.
—Tiene cara de ser una desgraciada —murmuró Jason.
—Sí —coincidí, sintiendo una chispa de tensión en el aire.
Richard apareció a mi otro lado, sus ojos también fijos en la mujer que se acercaba. La Barbie llegó hasta la mesa, mirando a todos con superioridad y asco.
—Siempre he dicho que la basura se junta con la basura —me dijo, con una sonrisa helada.
—Hola, Ashley —saludó Mía, tratando de aligerar la tensión.
—Alessio, es bueno verte después de todo. ¿Cuánto ha pasado? —dijo Beyno, ignorando su comentario—. Felicidades por su compromiso.
—Tu amabilidad no te asegurará una invitación —respondió la Barbie, alzando la barbilla con desdén.
—Tampoco la espero, por respeto a Rouses. No vería cómo te casas con su...
—Beyno —lo interrumpió Mía, mirándolo con advertencia.
El señor Caruso se acercó, susurrando al oído de Ashley:
—Tus amigos se quieren despedir.
Su vestido era demasiado ceñido al cuerpo, su sonrisa más falsa aún.
—La prometida de Alessio —dijo con tono cortante. Miré a mi hermano, quien no decía nada, al igual que Jason, que había recuperado su semblante serio.
—Es un placer —dije, extendiendo mi mano con un esfuerzo por mantener la compostura.
—Oh, y estos caballeros —Ashley miró a los otros con una mirada evaluadora.
—Es la familia Williams —nos presentó Mía—. Vienen de Inglaterra.
—No los vi en la lista —dijo Ashley, frunciendo el ceño.
—Estamos de vacaciones y además también por negocios —respondió Jason con calma.
Asentí y me levanté para tomar mi abrigo. En ese momento, llegó otra chica, saludando con entusiasmo.
—Hola chicos, tiempo sin verlos.
—Mónica —la Barbie la miró con enojo.
—Un gusto, Mónica Young —respondió la chica, ignorando la mirada de Ashley.
—¿Ya se van? —se acercó la princesa a preguntar, con una sonrisa amable.
—Tenemos una agenda ajetreada, maña su majestad, muchas gracias por la invitación, esperemos que esto se repita —respondió mi padre, ayudándome a ponerme el abrigo.
—¿Vendrán a la exposición? —preguntó la princesa.
—Sí —respondió mi padre, mientras ajustaba mi abrigo.
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Seducción [EDITANDO]
Chick-LitAshley Harris lo tiene todo: una prometedora carrera, la dirección de una empresa poderosa, y un compromiso con Alessio Caruso, el hombre que ha traído estabilidad a su vida. Pero todo cambia cuando Rouses Alessandretti, supuestamente muerta hace tr...