Capítulo 4

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En el aeropuerto mamá nos esperó y luego lo llevó a la estación, en donde estábamos en estos momentos. Confieso que creí, que el haría la declaración y luego lo dejarían regresar a casa. No fue así, vi con horror como le pedían levantarse y dar la vuelta, lo iban a esposar.

— Eso no es necesario — habló su padre y su madre se puso delante de Marck para evitar que lo esposaran — no es ningún delincuente y la llegada hasta acá fue para aclarar este mal entendido.

Estaba a sentada lejos de ellos en unas sillas dispuesta para la espera, a mi lado estaba papá y al otro costado los hermanos menores de Marck Christine y Vicent, de 15 años.  Los O'hurn era una familia unida y numerosa, eran cinco hermanos, Marck el mayor con 28 años, Dasha con 22, Iván con 20 y los mellizos con 15 años.

Dasha estudiaba en Moscú, para tormento de sus padres, ella decidió buscar sus raíces, Iván estaba en la armada y los gemelos aún en la preparatoria. Evangeline y Vincent, estaban tomados de la mano y al ver que su hermano sería esposado se levantaron y corrieron hacia él.

— Es el procedimiento señor O'hurn— habló el oficial que estaba detrás del escritorio — debe quedar bajo custodia, mañana un juez fijará si le dan fianza o llevara el proceso encerrado.

— Mamá por favor déjalos hacer su trabajo, ya sabias que esto podía pasar. — la voz de Marck era calmada, a pesar de lo delicado de su situación.

A regañadientes su madre se hizo a un lado y lo vi decirle algo al oficial, este miró hacia mí y bajó las esposas. Caminó en mi dirección, se estaba quitando una cadena que nunca dejaba a nadie tocar o mirar. Hizo lo mismo con el anillo de bodas, que no era un en material valioso, era de plástico flexible y tenía un color verde esmeralda. Según la persona que lo vendió era de material reciclable. Metió el anillo en la cadena y ya en ese momento estaba frente a mí.

— Tú mamá hará los papeles del divorcio... No eres tú soy yo — dijo mostrando una media sonrisa y al ver que me iba a negar habló — es lo mejor, nadie más que nuestras familias sabrán que el matrimonio fue anulado. Es una manera que ella diga la verdad, eso dice Diego. Tu mamá te dirá el resto, dice que me lo quitaran al entrar a prisión...— dijo entregándome la cadena y el móvil.

— Esto no llegará tan lejos hijo. — habló mi padre y Marck solo soltó el aire, su rostro había confusión y dolor.

Tenía en mi pecho un sentimiento de impotencia, al verlo así y no poder hacer nada. Todos los presentes teníamos la certeza de su inocencia, pero eso no bastaba. Hice lo único que en el momento podía hacer, lo abracé y el hizo lo mismo.

— Parece que hay testigos.... — me pegué a él con fuerza, hasta que oí la voz de su tío William y del señor Frederick.

— ¿De qué se trata esto? — William se acercó a su hermana y está lo abrazó en medio del llanto. El señor Frederick se instaló frente a nosotros y lo miró.

— ¿Quién es ella? ¿De dónde la conoces? — en ningún momento, preguntó qué había ocurrido y vi en el rostro de Marck alivio, imaginaba que sentir que le creían era muy importante para él — confío en ti, eres al único hombre a quien les confiaría a mis hijas, después de sus tíos.

Decidí darle privacidad, tomé en mis manos el collar y me alejé un poco de ellos. Lo vi sostener mis manos e insistir en que fuera a casa. Me quitó el collar y me lo puso y luego besó mi frente.

— Debes cuidarte, en el apartamento está instalado el gimnasio. Hay videos de rutinas, el ejercicio te alejará de los malos recuerdos y te ayudará a seguir adelante. — sonreí al escucharle, tenía problemas, mucho más serio que los míos. Aun así, él estaba preocupado por mí.

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