Capítulo 7

38 5 0
                                    

Colgué la llamada y miré hacia la mansión, Arcángel y Sergey permanecían en silencio, ellos habían escuchado toda la conversación. La maldad del ser humano tiene varios matices y yo quizás las conocí todas, algunas de ellas las llegué a realizar y no me arrepentía de ello.

— Antes de entrar, dígame ¿Qué desea que haga? — Sergey parecía apenado, desde que todo esto inició lo estaba — Sé que es un poco tarde, pero sabes que jamás le creí capaz. Rogers hizo todo esto sin avisarme y motivado por el dolor de Amelia.

— No voy a desbancarte o hablar mal de ti, me diste ese estatus por capricho. Sabes más que nadie que no lo quise antes y hoy día menos.  Estoy viejo y me importa una mierda mi vida, solo algo es sagrado para mí y es la vida de mi hija y nietos. — seguí mirando la mansión y pensando en que no había nada que compensara el sufrimiento de mi nieto.

— Lo sé y sé que Marck es especial para ti, por lo que él y su padre hicieron con tu hija. — me bajé del auto, lentamente, lo que seguía eran las excusas de alguien que no tenía nada que ver en todo esto.

La noticia de lo ocurrido a Marck, estaba en toda Rusia, y parte del mundo. Había recibido el apoyo de casi todos, la mayoría decía que sacarían a Marck de prisión y que se encargarían de cuidarlo. Eso fue un acto de fe, que todos supieran que él era incapaz de hacer algo así me llenó de orgullo.

Todos ellos conocían que tenía dos fundaciones, una de niños con cáncer y otra de mujeres abusadas. Algunos de los nuestros habían llegado a tocar sus puertas a ella y él los había ayudado. Eran dos casas grandes y las había construido con las ganancias de la clínica.

Que alguien de su edad pensará en otros, más que en sí mismo era casi irreal. Como también que se negara a que alguien supiera que eran suyas esas dos fundaciones. Todos creían que era un ferviente colaborador y miembro activo de ella.

Todo eso le sumó para que nadie de la organización creyera la historia. Más cuando todos ellos sabían que, él era el joven de 17 años que rescató a Rogers hace años y lo libró de una muerte segura. Que Davis no le diera la oportunidad de defenderse, o que lo entregará para que la organización lo juzgará, hacía de su caso hoy un poco complicado.

Ahora las cosas cambiaban a favor mío y me debatía entre dejarlo pasar, o sentar un precedente. Tenía que dejar en claro que los códigos se cumplían, no importa de qué esfera eras. Era consciente que Sergey esperaba una respuesta de mi parte, porque lo vi instalado a mi lado, sin entrar.

— Dejo todo a tu juicio, yo lo único que quiero es que limpien el nombre de Marck — inicié diciéndole — Algo poco difícil, porque todos lanzar un rumor de violador, nadie es capaz de aceptar que fue un error y si lo hacen... Sabes que ya ese sello está allí, mucha gente creerá que hicimos trato con ustedes, eso se acostumbra le ponen un precio a la deshonra de una niña o un niño, a su Humillación y dolor.

— Nada de lo que haga o diga, le borrará lo que vivió allí y estoy sumamente contrariado. Lo recuerdo como un adolescente alegre con los niños y tímido. — empezamos a avanzar en silencio, mientras lo hacía me dije que, nada de lo que me dieran borraría de mi pecho el dolor de saber que él fue dañado.

Como ocurría siempre ya las puertas estaban abiertas antes de yo llegar, eso era un indicador que mi presencia era recibida allí a cualquier hora. Entré y al ver al hombre detrás de mí para quitarme la gabardina negué.

— A partir de hoy no soy parte de ustedes — le dije al escolta y este retiró sus manos, entendiendo esas palabras.

— Ni yo tampoco pertenezco a este lugar, los cuatro exigimos ser devueltos y de ser posible al lado de su hija. —  no respondí, Ivanna y Vincent eran muy celosos con el cuidado de sus hijos y ahora más que nunca.

Sálvame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora