Capítulo 8

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En estos días parecía que nos hubieran lanzado de una montaña rusa. Un conjunto de emociones, unas buenas otras malas, había más malas que buenas. Todo parecía en calma y de pronto de nuevo, el mal humor las Pesadillas y decirme que me fuera.

La herida de Marck se infectó, la negativa a ser revisado a tiempo, empeoró las cosas. Solo él tenía acceso a su historial clínico, por lo que pocos sabían que lo infectó, sólo que fue en prisión. En la clínica Marck, tenía un amigo el Doctor Wong, por él supe que fueron encontrados rastros de materia fecal, dentro de su herida.

El Dr. Era un hombre alegre y estimaba mucho a Marck, y sabía que éramos amigos desde hace años, por ello decidió decirme. Aclarando que no le dijera a él que me contó, también me indicó como tratarlo. Por eso tenía que saber, lo delicado de su situación.

Decía desconocer, como llegó eso allí, si bien, las condiciones sanitarias dentro del lugar no eran las mejores, aun así, era inverosímil que se infectara, no en de esa forma.  Saber eso me hizo pensar, que otras cosas había pasado y que más callaba.

El comportamiento me decía que había sido horroroso, se retraída, hablaba poco y se quedaba ido por mucho tiempo. Los ruidos lo mantenían alertas y estar en la habitación tan pequeña lo estaba afectando.

En ese momento dormía o parecía dormir, hacía pequeñas siestas de media hora o veinte minutos y despertaba con cualquier ruido. Sentaba en el sofá, lo observaba, parecía en calma y así me recordaba al Marck que conocía. Tenía en mis manos el itinerario de las cosas que debía hacer hoy, solo esperaba a su madre o a los mellizos, para no dejarlo solo.

No toleraba mucha gente alrededor suyo, ni siquiera a su familia. La única razón por la que yo estaba allí luego de ocho días internado, era porque no le copiaba cuando me decía que me largara.

Exactamente hace unos veinte minutos me dijo que fuera, así que estaba preparada para el insulto cuando me viera aún allí. Entré a lavarme las manos y la cara, había recibido el mensaje de sus hermanos que ya habían salido hacia acá cuando escuché su grito. Corrí hacía él, tenía los ojos cerrados y las manos encima de su cabeza, las movía en todas las direcciones.

— Marck, — dije sin tocarlo, temía despertarlo, el parecía defenderse de ataques imaginarios. — tranquilo Marck estas a salvo — dije tocando su frente.

Su reacción fue tomarme por el cuello a traerme con fuerza hacia él. Sus dos manos presionaban con fuerza mi cuello, yo intentaba alejarlas de mí. Pero estaba aferrado a mi cuello como dos tenazas, golpee con fuerza sus antebrazos.  Sentí que el aire era cada vez más escaso, inspiré lo poco que pude y eso me dio un poco de voz.

— Soy Mauren — Logré gritar y me alivié al ver que abría los ojos al tiempo que me soltaba.

Inspiré y solté el aire muchas veces, así logré caminar hacia la pared y apoyar mi frente allí. Intentado recuperar el aire, sentía el dolor en mi cuello y la garganta. Giré para verle, ya estaba sentado, pero no veía en mi dirección.

— ¿Qué haces acá? — habló enojado y me acerqué a él.

— ¿Estas bien? — Pregunté tocando sus brazos, que sacudió con violencia y eso hizo que mi cuerpo se echara hacia atrás.

Últimamente parecía no tener el control de su fuerza, yo por mi parte no estaba acostumbrada a un Marck agresivo. Esa reacción, no la esperaba, así que perdí el equilibrio y caí de trasero, golpeándome la cabeza en el proceso.

— ¡Qué te vayas! ¡Lárgate! — escuché el ruido de mi cabeza hacer el fuerte Toc, al llegar con violencia a la pared.

Era mejor si hacía lo que él quería y lo dejaba solo, de otra manera terminaríamos mal, yo estaba perdiendo la paciencia. No dije nada, solo me levanté, caminé hacia mí mochila y la tomé. Me quité el collar que me había dejado, saqué su móvil de mi bolsillo, dejé todo en la mesa y salí.

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