Capítulo 14

32 5 1
                                    

No fuimos a casa de mis padres ese día y tampoco los días que siguieron, la noticia de Marck estaba en todos lados. Todos querían una entrevista de su parte, me alegraba saber que, había tenido éxito. Sus pacientes poco a poco, habían empezado a volver incluso tenían un poco más de trabajo.

Lamentablemente las noches eran iguales, las pesadillas continuaban y aunque ahora entendía porque las tenía, me sentía impotente por no poder ayudarle con eso. En el día era el mismo hombre de siempre, reía y bromeaba, en las noches era otra historia.

Aun seguíamos cada quien, en su habitación, el insistía en que, si bien éramos legalmente marido y mujer, había cosas que nos saltamos, jamás me pidió a mis padres, no usé un anillo de compromiso, y no vivimos la etapa de enamoramiento, algo que era muy importante para él y debo decir también para mí.

 — ¿Lista? — me preguntó en la puerta de nuestros padres y lo miré segura.

— Si y ¿Tú? — asintió y mostró una mano, en señal que no estaba nervioso.

— Siento más temor en lidiar contigo, que con tus padres — Sonreí divertida y presioné el timbre de la puerta.

— Pero mira que sorpresa — dijo mamá acercándose a ambos y besando ambas mejillas — debe ser algo muy importante, para venir tan elegantes.

— Algo así — le respondí, de manera escueta y entramos a la sala.

Una vez dentro y luego de dar los saludos, nos hicieron entrar era de mañana, era la única hora del día, en que Marck podía. Sonreí ante la manera seria en que se dirigió a mi padre y le pidió solemnemente mi mano.

— Es lo ideal y sé que lo estoy haciendo quizás al revés — le dijo y mi padre lo miraba serio — pero obviemos el matrimonio en las vegas e imaginemos que eso nunca existió. Vivo con ella y le dije que si ustedes, lo consideran necesario, ella saldrá de mi casa, estoy dispuesto a hacer las cosas como ustedes mejor lo decidan.

— ¿Qué opinas tú? — dijo mamá y por el tono de voz supe que no le caía bien la noticia, no debí decirle lo que sentí cuando vi a Stephan — esto es serio Mauren, otra boda fallida no te lo permito.

— Cariño, — dijo papá en tono conciliador — estas incomodando a Marck. — mamá negó mientras me miraba con una ceja alzada.

— Él sabe que esto no tiene que ver con él…

— Estoy acá, si no quisiera intentarlo, jamás hubiera venido — empecé a decir — somos dos personas adultas, que no tenemos por qué pedir permiso. Sin embargo, el insiste en que sea así y es por eso en que estoy aquí.

 — Gracias por el cariño señora Meyer…

— Tiffany, por favor ya eres de la familia, las formalidades están de más — y en adelante las cosas parecieron calmarse.

Subí a mi antigua habitación, necesitaba empacar unas cosas que debía llevar a la galería y otras a la casa. Mis papás se quedaron hablando con Marck y con mis hermanos, a quien la noticia del compromiso les había alegrado. La llegada a la habitación de mamá, me hizo entender que aún tenía sus dudas sobre esta relación.

 — No es justo con Marck, si no lo quieres no deberías darle esperanza — Entendía su enojo y su duda, me di bofetadas mentales por decirle lo que sentí cuando vi a Stephan esa noche en la galería. Agradecí que no lo dijera delante de Marck y que el tema lo tocara cuando estuviéramos solas.

— Él me quiere, y yo a él... — me defendí, puse en la cama las cajas y empecé a meter allí lo que me hacía falta por empacar. Pero conocía Tiffany Evans jamás esperé que ella dejara todo así.

Sálvame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora