Capitulo 37
Uriahs
Los recuerdos se van tan rápido como llegaron, recuerdos que dudo sean reales, haciendo que me cuestione que ha sido verdad o no, Nicolás, Nicolás, Nicolás por algún motivo me repito ese nombre una y otra vez pero no comprendo quien es o ha sido Nicolás dentro de mi vida. Todo esto es real o simplemente solo estoy cayendo por un abismó dentro de un profundo sueño del cual solo espero despertar asustada teniendo esa sensación de vacío muy dentro de mí, la soledad abarca mis pensamientos aunque no comprendo que ocurre, solo susurro Nicolás, Nicolás, Nicolás en forma de ovillo entre la luz y la oscuridad de mis pensamientos, susurros se escuchan por todos lados, una mano suave acaricia mi piel repetidas veces haciendo que me sienta confundida cuestionándome porque no abro los ojos, ¿A caso estoy muerta y solo siento que vivo?
Muerte, murmuro para mis adentros, muertes eso causan los Grenovid, caigo en la realidad de que ayer me desmaye debido a que bebí mucho alcohol, ojala todo fuera un simple sueño pero las cosas que he visto solo es la realidad, una realidad tan cruel que no hay forma de escapar de ella, nos envuelve hasta que nos consume, siento como otra caricia es pasada por mi cara, son manos suaves y grandes.
-Alice.
Susurro al abrir mis ojo de golpes, mi respiración es rápida, veo mi alrededor estoy en una habitación oscura, ya he estado aquí antes.
-AH.
Gruño al sentir un fuerte dolor de cabeza, llevo mi mano derecha a mi frente tocando la zona de dolor, mi vista es borrosa hasta que logro enfocarla, una figura negra está sosteniendo mi cabeza, percatándome que estoy en una cama acostada sobre las piernas de alguien, giro para encontrarme con los ojos de Ángel quien me ve con una mirada preocupada.
-¿Estás bien?
-Si- Susurro sin querer moverme de nuevo- ¿Es tu habitación, no?
-Estas en lo correcto, ayer tomaste demás, quedaste tan ida que no quería dejarte con los otros.
-¿Cuánto he dormido?- Cuestiono sin terminar de entender porque estoy en su habitación, ni tampoco el hecho de haber ingerido tanto alcohol, nunca me había pasado esto.
-Prácticamente toda la noche y todo el día, ya deben ser las cuatro de la tarde.
-No puedo creer que ayer me descontrolara- Murmuro pasando mis manos por todo mi rostro.
-A cualquiera le puede pasar, oye.
-¿Mmm?- Murmuro sin quitarme las manos de mi cara.
-¿Por qué has mencionado a Alice cuando despertaste?
Su pregunta me deja desconcertada, no recuerdo haberla nombrado cuando desperté, quito mis manos de mi cara para enseñarle mis gestos de confusión, arrugo mi entrecejo sin entender su pregunta.
-Mejor olvídalo, creo que escuche mal.
-Ángel- Lo llamo entre susurros hasta que sus ojos se topan con los míos dándome cuenta que me ha mentido ¿Qué ocurrió anoche realmente? Me cuestiono mientras que lo veo- Tengo mucha hambre pero no me quiero mover- Sonrío a boca abierta dejando a la vista mis dientes.
-Perezosa vamos, te hare algo de comer.
Asiento sentándome en su cama, estoy con una gran camisa gris y un shorts negro que me queda a la perfección lo cual me asombra debido a que no es mío.
-La ropa es de Alice, ayer te vomitaste encima antes de desmallarte, ella y Aron me ayudaron a bueno...limpiarte además de cambiarte, los demás limpiaron tu desastre así que lo bueno es que a esta hora ya no debe oler a vomito toda la cocina.
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Aniquilador familiar
RandomDesde la llegada de Uriahs a un pueblo llamado Libert en las afueras de Madrid- España, misteriosos asesinatos empezaron a pasar. La curiosidad de ella la lleva a conocer a una familia en donde todos tienen un nombre por la "A" pero detrás de todo...