Aniquilador familiar

La oscuridad es la paz

Uriahs

Oscuridad es lo único que veo, oscuridad será la solución o tal vez la destrucción, antes pensaba que toda mi vida era superficial ahora siento que está inundada en una espesa oscuridad, desde hace mucho tiempo me pregunto cuál es el significado de nuestras vidas y el por qué muchos viven sin ningún propósito. Siento que vivimos en un infierno y solo tratamos de decorarlo con rosas y fragancias superficiales; porque a fin de cuenta solo andamos deambulando sin rumbo fijo, haciendo paraderos esperando que la muerte consuma nuestras vidas o tal vez esperando a saber para que estamos en este mundo.

Solo estoy sentada en ese piso llorando esperando a que la muerte se lleve mi vida pero teniendo esperanzas de que un ángel venga por mí y salve mi insignificante alma, fue en ese baño que conocí a mi ángel caído, fue en ese lugar que mi vida cambio y que mis desdichas se transformaron en mi salvación pero todo ángel caído termina siendo un demonio que consume las vidas de las personas por que detrás de todo buen acto se encuentra un monstruo con antifaz y la perdición de alguien, mi perdición me termino trayendo a lo que puede ser mi salvación y solo eso pienso constantemente tratando de que la ansiedad no renazca como un retoño de rosas.

A lo lejos aún puedo escuchar su voz hablándome diciéndome que todo estará bien, diciéndome como podrá ayudarme y como tendré un motivo para seguir viviendo, escucho sus susurros diciendo que resista que no cierre los ojos al igual que escucho sus gritos pidiendo ayuda, todo siempre fue un engaño, Nicolás siempre me había mentido, él fue el causante de mis pesadillas y el causante de quien rompió en mil fragmento mi corazón, me jure a mi misma que no moriría hasta que todos sus actos pagaran las consecuencias, hasta que todos pagaran lo que hicieron, cada persona tendría lo que merecía, incluyéndome y aunque mi tiempo este acabándose lentamente no descansare hasta que todo acabe, hasta que los Grenovid paguen por sus actos.

Dolor, sufrimiento, oscuridad y rencor solo eso siento en mi mente, solo tengo eso para ofrecer aunque lo utilizare para un bien mayor.

-Ten cuidado joder, la quieres matar o que.

Escucho una voz quejándose y un hormigueo en mi piel, un pinchazo en mi frente y algo tirando de mí como si fuera una vieja marioneta olvidada por su titiritero.

-Eso trato Adrien, solo ten paciencia y deja de ser tan gilipollas tío, además les dije que me dejaran entrar con ella.

-No nos iba a decir nada Aron, entiende de una buena vez, ella piensa que estamos igual de podridos que los Grenovid.

-Venga que yo si soy un Grenovid y no quiero asesinar por diversión así que más cuidado con tus palabras si no quieres ser mi presa.

-Todos son igual de enfermos.

Empiezo a escuchar una retorcida risa de fondo, una risa que hace erizar mi piel y recordar en donde estoy, siento otro pinchazo en mi frente y voces quejándose entre abro mis ojos para ver puntos blancos hasta que mi vista ve a una figura borrosa riendo parado frente a mí, volteo hacia mi izquierda para sentir un fuerte dolor en mi cabeza, suelto un grito ahogado cuando unas manos voltean mi cuello haciendo que vuelva a ver al frente.

-Tranquila estarás bien, solo deja que te termine de agarrar los puntos, solo faltan tres.

-¿Dónde estoy?- Pregunto tratando de enfocar mi vista borrosa.

-Uriahs seguimos en la barraca.

Escucho la voz de Alice muy lejana y mis ojos empiezan a pesar, no siento mi cuerpo y empiezo a tener dolor, mucho dolor.

-¿Dónde está Adrien?- Pregunto tratando de no mover mucho mi boca.

-Estoy aquí.

Veo una figura acercándose hasta quedar de rodillas a mi lado derecho, mi vista empieza a enfocarse lentamente hasta que veo todo claramente, Adrien está a mi lado con un gesto de preocupación, la persona parada frente a mi es el hombre de cabellera blanca, Alice se encuentra parada cerca de lo que parece ser una entrada.