Rendición

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Capitulo 30


Adrien

Siempre imagine como sería mi vida en un futuro donde estaría graduado, con el trabajo que deseaba, junto a mi familia y conociendo a la persona que más amaría pero en ocasiones los sueños solo son simples fantasías que con los pasos de los años van recayendo hasta que ya no queda nada. Nunca pare de soñar hasta que me di cuenta que mi vida no iba a ningún lugar, no olvidare el día que trate de suicidarme en una dulce y lenta muerte amena, lamentablemente por mi desgracia descubrí que las personas que tratan de morir por su voluntad siempre tienden a tener un castigo aunque puedan variar los pecados cometidos tienen que ser pagados en este mundo eso claro me ha quedado.

Tal vez no sea rendición sino aceptación, aceptar que nací o fui destinado para estar en este lugar, cumplir con el propósito que me fue asignado mucho antes que lo deseara o quisiera; han pasado tres horas desde que Uriahs se fue de mi habitación y no puedo dejar de pensar en las palabras de Loren, tengo que decidir quedarme o morir, a este punto morir es mi mejor opción pero anhelar una vida como las que ellos tienen me llena de intriga y misterio. Salgo de mis pensamientos cuando escucho mi celular sonar, estar sentado en el escritorio sin querer moverme es lo mejor en estos momentos, exhalo llevando mi mano hacia el celular sobre el escritorio, lo tomo para ver quien llama pero no lo tengo registrado, dejo que suene unos minutos hasta que decido contestar.

-Diga- Hablo en un tono serio.

-Me encanta como suena tu voz por celular.

-¿Quién es?- Pregunto al escuchar una voz femenina del otro lado.

-¿Qué ya no recuerdas mi regalo? Pensé que me ibas a recordar.

-Debe estar equivocada- Dicto a punto de finalizar la llamada.

-¿Qué no recuerdas a la doncella de las rosas rojas?- Ríe.

Al escuchar ese nombre me quedo escuchando atentamente, aprieto la mano donde sujeto el celular mientras que se escucha una risa distorsionada con un tono divertido.

-Adrisito he escuchado que tu familia te suele decir así, ahora yo te diré así.

-¿Qué deseas?- Escupo en un tono seco.

-Deseo que sigas mis órdenes como yo te lo indique y cuando sea oportuno.

-¿Dime porque sería oportuno para mi seguir las ordenes de alguien que decide ocultarse?- Pregunto desconfiado.

-Porque yo deseo liberar a Libert de este suplicio que han creado los Grenovid.

-¿Cómo creer en tus palabras?, ¿Cómo confió que no seas Agares o alguien de mi familia?

-Cuestionar todo a tu alrededor te hace más creativo Adrisito, eso me gusta- Canturrea- Pero créeme no soy quien piensas, solo diré que si obedeces tendrás a quien deseas de vuelta.

-No hace falta que menciones su nombre- Susurro bajando la cara- Dime que deseas que haga y tal vez lo pensare.

-Solo son dos cosas, la primera que beses a Uriahs, la segunda que beses a Alice.

-¿Por qué eso?- Pregunto sin entender su orden.

-Luego entenderás entre los rosales el por qué te lo ordeno, ¿Lo harás?

-¿Cuándo sería cada beso?- Cuestiono sin entender.

-El día que yo te demande hacerlo.

-¿Por qué apareces ahora? Me refiero si eres alguien que realmente conoce los verdaderos secretos de los Grenovid, por qué no acabarlos antes de que tuvieran todo un orden.

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