ꕥONE-SHOTS SHIRBERTꕥ [✓]

Me enamoré perdidamente

[Canción que canta Anne y videoclip similar]
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"No estoy lista. No estoy lista. No estoy lista" se repetía la pelirroja en lo que iba de una punta a otra por su salón. Diana la seguía con los ojos y estaba a nada de meterle con el escritorio de la profesora por rompe bolas dramática.

—Anne, estás más que lista —la animó Cole, que trataba de hacer un hermoso peinado semirecogido, pero su amiga era demasiado inquieta como para dejarse— ¡AHORA VENI ACÁ CARAJO!

Las dos chicas se sorprendieron y sus caras eran para un meme. Es que el grito de Cole había sido tan agudo y su rostro estaba tan serio que no eran compatibles. Si él era un "terroncito de azúcar"

—¿Y si me olvido la letra? ¿No es un poco extraño? Es decir, esa canción y luego un discurso de despedida.

Diana negó hasta acercarse y dejar una mano en el hombro de su alma gemela. Le dedicó una tranquilizadora sonrisa y siguió hablando.

—Es una canción hermosa y tiene muchos significados. Y estoy segura que el discurso es el mejor que habré escuchado en toda mi vida. Todos vamos a llorar. Es nuestro último día de "clases", Anne, no te despidas sin ser un poco más tú.

Anne asintió mordiéndose los labios. Cantar... ¿iba a cantar? ¿Iba a cantarle a él?

Esa canción definía todo al cien por ciento.

—Y antes del discurso, le damos el espacio a una compañera que va a dejarnos un último recuerdo previo de su despedida —el cuerpo de Anne tembló al oír a la directora Stacy—. Anne Shirley Cuthbert.

Todo el instituto aplaudió. Anne era querida por cada persona de ahí, no había nadie que dijera lo contrario. Simplemente irradiaba luz y cada uno era consciente de que haría falta el próximo año. Pero debía seguir su pasión, tenía que crecer.

Anne:
La directora Stacy me llamó y yo estaba a nada de salir corriendo, pero Diana ya suponía mis intenciones así que se había quedado conmigo para empujarme al frente.

En la sala de actos, que yo le decía teatro (porque era un espacio enorme, con un escenario y suficiente lugar para muchas sillas. Aunque con la cantidad de gente que había ahí algunos se sentaron en el piso o estaban parados a un lado), todos me esperaban con aplausos. Incluso él, de pie a un costado. En primera fila. El hecho de que me mirara con una sonrisa me hacía mal.

Esa perfecta sonrisa de costado. Esas hermosas cejas. Los hipnotizantes ojos avellanas que parecían tener un pacto con el diablo para estar achinándolos todo el tiempo. Ese combo envuelto por un traje. En otra etapa de mi vida ya estaría buscando mi vestido de novia. Pero esta nueva Anne se quería a sí misma.

La melodía sonó, de fondo una pantalla proyectó el videoclip que armé, similar al de la canción original, y cuando menos lo noté mi cuerpo solo se dejaba llevar con los recuerdos.

—Otra noche más que no ha contestado. No quiero desconfiar, pero ni siquiera ha llamado —recordé esa noche y el estómago de la Anne original se revolvió. Mientras tanto, un hermoso (y estúpido) pelinegro sabía que todo iba más allá.

»Solo puras mentiras. Jura que a otra no ha tocado. Que soy la que delira y le echa la culpa a los tragos

—Anne, por favor, créeme que fue un error —Gilbert me perseguía por toda la sala, mientras yo trataba de digerir la situación—. No estaba sobrio. Sabes que tú eres todo para mí. Fue un error, yo no quería...