† Capítulo 15 †

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― ¿Qué quieres? ―espetó con brusquedad.

―Ehh...yo...―tragué saliva y negué―les he traído este postre de bienvenida, es cortesía de parte de los superiores―dije con mi voz temblorosa.

―Guárdense su afabilidad―dijo en un tono pausado y áspero―pero estamos bien, no necesitamos obsequios de bienvenida.

Deje de sostener su mirada y baje mi cabeza, nunca me había sentido tan humillada de esta manera.

― ¡Hola!―apareció Stevie posicionándose al marco de la puerta igual que su hermano― ¿Pero qué tienes ahí? ―preguntó dirigiendo su mirada al postre.

―Cortesía de los superiores―dije moviendo el postre a su dirección.

― ¡Pero qué amables, muchas gracias!―dijo dirigiendo su mirada a su hermano y este volteo sus ojos.

―Que tengan una linda noche―titubee―y me dirigí de nuevo a mi habitación.

Escuché cerrarse la puerta con azoto detrás de mí, di un respingo y seguí mi camino a mi celda.

Shaw Harkness

― ¿Qué mierdas te pasa? ―le espete al idiota de Stevie.

― ¿Qué te pasa a ti? ― ¿Cómo te atreves a rechazar este apetitoso postre? ―me interrogó incrédulo.

―Yo que tú no lo probara―habla Sean cruzado de brazos―y los dos dirigimos la mirada hacía él.

― ¿Por qué no? ―preguntó el menor de los tres.

― ¡Porque podría estar envenenado idiota! ― gritó Sean alzando su brazo.

―Si fuese así no me importase―ya que soy el bueno para nada―dijo elevando sus cejas―es como si nada hubiese pasado ¿no es así? ―encoge sus hombros.

― ¡Deja de decir estupideces! ―le regañe― arrebate el postre de sus manos y lo puse encima de la mesa de madera que había en la instalación que nos habían brindado―mejor ocúpate de desempacar tus cosas.

― ¡agh!―aburrido, todo aquí es aburrido―se quejó.

― ¿Qué esperabas viejo? ― ¿un hotel de lujo? ―se burló Sean.

―Sabías perfectamente a qué clase de lugar vendríamos―le recordé.

― ¡Joder viejo, esto parece el castillo de Drácula! ― ¡estamos en el siglo XXI! ― ¡todo es tan anticuado que parece que estuviésemos en los 80's! ―lo único anticuado que puedo aceptar en mi vida es mi Chevrolet del 62.

― ¿Sabes?, justo iba a recordarte eso, que tienes un auto anticuado imbécil―le manifestó Sean.

― ¿Pues adivina qué hermanito? ―se defiende el menor― ¡los autos clásicos son mejores que los actuales, así que mi auto y yo te decimos a ti y a esta pocilga que nos la pelas!

― ¡Bueno ya estuvo suficiente!―intervine.

Los chicos obedecieron al gritarles que pararan de discutir y Stevie se dirigió a la puerta trasera de la instalación.

― ¿A dónde vas? ―pregunté molesto.

―A tomar un poco de aire y sabes ¿qué? ―tomó el postre de la mesa―me desharé de esto también―y quizás me encuentre con el abuelo por ahí―dijo en sarcasmo.

Cerró la puerta detrás de él y se marchó.

―Síguelo―le ordene a Sean― sabes lo idiota que puede llegar a ser a veces.

Secretos Oscuros en Isolated TownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora