FINAL

20.8K 1K 136
                                    

...

Estos últimas semanas han sido una calvario para Damon. Limpiar desastre tras desastre, mantenerse al pendiente de la recuperación de su antiguo enemigo y rival de amores, velar por el bienestar del bebé y más que nada por su amada.

Se recostó junto al cálido cuerpo cuvilíneo de Amelia, quien estaba plácidamente dormida, en los últimos días era lo único que hacia dormir todo el tiempo. Apenas y se habían podido ver unas cuantas veces, Amelia aún no sabía del bebé que aguardaba en su departamento bajo el cuidado de una niñera.

Sus brazos se enrroscaron alrededor de su cuerpo y el contrario por acto de reflejo se adaptó al suyo, con la cabeza de Amelia sobre su pecho, empezó a dar suaves caricias en su espalda que estaba levemente fría, había notado que su temperatura corporal había cambiado, ya no era tan cálida y reconfortante. Estaba decidido ha proponerle a la madre de su hijo ir al doctor, debían checar cómo iba su bebé. No quería correr ningún riesgo con lo más preciado que tenía, su amada y sus dos hijos, porque lo había decidido el pequeño bebé que ahora estaba bajo su cuidado también era suyo, aunque no tuvieran lazo sanguíneo.

Amelia levantó su brazo izquierdo hacia el rostro de Damon, entre sueños siempre hacia eso, acariciar su rostro delicadamente y nuevamente caer en un profundo sueño, pero esta vez hubo algo que alertó a Damon. La muñeca de Amelia aún seguía con la herida de la mordedura de Dimitri, tomó su muñeca y encendió la lámpara justo a su lado, la herida estaba hinchada y muy roja. Sin esperar más tomó a Amelia en sus brazos y salió corriendo al hospital, había sido tan obtuso que no lo vio antes el estado de Amelia no era normal.

Damon..

Por primera vez odie a la maldita humanidad y sus estúpidas manías de aglomerarse en todo lugar, el tráfico no parecía avanzar, Amelia aún seguía dormida o eso estaba tratando de creer para no entrar en pánico y hacer una locura. Llegamos al hospital, uno muy especial en donde se podía ir en estos casos. Atendieron a Amelia inmediatamente y yo me tuve que quedar fuera, no me permitieron estar junto a ella, según me dijo un doctor muy molesto, solo entorpecería su trabajo con los instintos de protección. Pero como no iba a gruñir, si nada más dejarla sobre la camilla de observación simplemente vestida con un babidoll de encaje aún enfermero casi se le cae la baba. Y luego empezó a ponerle sus socios dedos encima. Me contiene para no arrancarle las manos por abusivo.

Después de media hora de angustia y sufrimiento el doctor que me regaño salió vistiendo su bata blanca. Me hizo pasar a la habitación de Amelia, quien estaba despierta, algo pálida pero aún así me regaló una brillante sonrisa cuando entre en su campo de visión.

- Hola amor - su voz no parecía débil o deteriorada, todo estaba bien trate de convencerme.

- Hola bebé, ¿Como te sientes? - me acerque a la camilla y le di un suave beso, que ella intensificó, su lengua se escurrió dentro de mi boca y mordió mi labio inferior haciéndome gruñir. Toda preocupación se desvaneció cuando mis dedos se enredaron en su cabello y la besé aún más fuerte. Un carraspeó nos dejó helados, tal parece que nos olvidamos del doctor... Carraspeé antes de disculparme - Lo lamento...

Amelia soltó una risita mirándome divertida, mi cara se sentía acalorada, apostaba mi testículo derecho a que me había sonrojado.

- No hay problema, Veo que está usted bien ya que acaba de casi devorarle la boca a su esposo. - mi pecho se inflo de orgullo al escucharlo referirse a mi como el esposo de Amelia. Sonreí ante la idea. - pero no les tengo buenas noticias. - mi sonrisa se borró.

- ¿Que está mal, doctor?¿Es su herida, verdad? - mi mano busco la de Amelia inconcientemente.

- Así es, ¿Puedo hacerles una pregunta? - asentimos - ¿Es usted el padre de bebé? - asentimos otra vez - ¿Entonces fue usted atacada y consiguió esa mordida en su muñeca?

Tus curvas, mi perdición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora