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Damon..

A veces pienso en el tiempo como algo muy preciado para los seres vivos, algo llamado vida, más conocido como el periodo de existencia de un ser vivo, pero ¿Y si está existencia tan corta para algunos y tan tormentosamente larga para otros, se convirtiera en eterna?, estoy seguro que la aborrecerían tanto como yo lo hago, frente a mis ojos han pasado varios siglos, muchos cambios pero sobre todo la muerte, me ha arrebatado a valiosas personas y yo con el elixir de la inmortalidad en mis venas, no he sido capaz de mantenerlos junto a mi, jamás me perdonaría el condenar a una inocente alma a este infierno llamado eternidad, a menos que ese sea su deseo.

Existen pocos como yo, a estás alturas de la evolución humana, varios se han quedado resagados, han decidido simplemente terminar con este tormento y dejar que religiosos o sectas que creen en deidades celestinas acaben con su existencia, por que según ellos somos engendros del demonio.

Hace siglos atrás, incluso yo lo hubiera considerado, pero al pasar los años, los monstruos como nos llamaban nos hemos mezclado con la humanidad, adoptando ciertos hábitos y características que nos hacen pasar desapercibidos; ya no permanecemos en gigantescos castillos, ni bebemos sangre de humanos a diestra y siniestra, nos alimentamos con bolsas de sangre especiales o como le dice Drake sangre falsa.

Drake es el único humano que he convertido en todos mis 600 años de existencia, hace un par de siglos atrás encontré a un chico muy joven, tratando de saltar desde un acantilado, la causa de su acto atroz, una enfermedad que para ese entonces era incurable y prefería morir en ese momento antes de que la enfermedad avanzará y su familia lo viera morir lentamente. Fue así como le ofrecí una nueva oportunidad y el la aceptó, desde entonces hemos estado juntos y a los ojos de los demás somos hermanos.

Con el pasar de los años hemos adoptado varios oficios y medios para mantenernos ocultos, a este punto de la globalización, estoy más que seguro que si nos exponemos no tardaremos en ser descuartizados en un laboratorio.

A día de hoy somos los dueños de una compañía de equipos electrónicos, no lo hacemos por el dinero, más bien por tener algo en que emplear nuestro indefinido tiempo. Drake insiste en que debería buscar a una compañera y convertirla en vampiresa o que simplemente vaya por la vida disfrutando de sus placeres como dice el, en otra palabras ir de casanova metiendo a medio mundo en su cama tanto hombres como mujeres, si, es bisexual y está muy orgulloso de ello. Yo por otro lado he disfrutado de la compañía de muchas mujeres, pero ninguna me ha hecho temblar como lo hace ella, solo sentir su aroma a cítricos o tan siquiera sentir el calor que emana su cuerpo cuando estamos en la misma habitación, me hace enloquecer, mis colmillos pican por hundirse en la tierna piel de su carnoso cuello, mis manos duelen por recorrer esas curvas y fundirme con su calor.

Amelia Swam, la única mujer que trabaja para mi y no trata de meterse en mis pantalones todo el tiempo, su cuerpo me enloquece, pero lo que llamó mi atención es ese carácter indomable que tiene, me enciende tanto que con solo olfatear su olor, imágenes de su cuerpo desnudo a mi merced vienen a mi mente, pero debo controlarme, ella no es una mujer para un acoston y ya, ella merece mucho más y no se si yo o ella estemos dispuestos a intentarlo.

— Ya deja de babear — mi mano inconscientemente golpeó la nuca de Drake.

— Demonios Damon — sobo su nuca frunciendo su entrecejo — Aquí el único que babear por ella eres tú y como no con esas hermosas y amplias caderas — amenazé con golpearlo de nuevo — ya ya está bien, no sigo fantaseando con tu chica.

Tus curvas, mi perdición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora