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Damon...

Sus dulces labios, al fin los saboreo como es debido, tan tibios y carnosos, quiero morderlos y succionarlos hasta mitigar está sed que tengo de ellos, pero no quiero asustarla. No quiero que nuestro primer beso sea sucio y húmedo como solo yo quiero besarla, debo abstenerme un poco, sus deliciosos labios me tienen atrapado.

Nuestras respiraciones están algo agitadas, sus ojos claros están dilatados y sus mejillas más sonrosadas de lo normal, sus pequeñas manos aún mantienen empuñada mi camisa.

- Entonces, ahora que te he dado una pauta de lo que tendrás, si aceptas mi petición, preguntaré de nuevo ¿ Me daría la oportunidad de conquistarte?

Asintió suavemente y susurro un - Ajam - como me encanta cuando hace eso.

Sin darle tiempo a que nuestra respiración se normalice, la tomé por el muslo, levanté un poco su falda por suerte era de material expandex o me la hubiera cargado e íbamos a dar el espectáculo, si ella salía con la falda rota de mi oficina. La coloque a horcadas sobre mi regazo y volví a robar sus labios en un beso más intenso que el anterior, sus pequeñas manos se aferraron a mis hombros y las mías bajaron a explorar sus bellas caderas.

Sentía como su piel quemaba bajo mi tacto. Exploré todo a mi alcance; sus muslos, su cintura, sus carnosas caderas, me prohíbi a mi mismo tocar su delicioso trasero o sus hermosos senos, apenas habíamos decidido intentarlo no le haría esto a ella, no a mi bella Amelia, no quiero que piense que mi único objetivo es llevarla hasta mi cama, bueno si, pero la quiero en mi cama, en mi casa, en mi vida. Yo quiero todo el paquete.

Las cosas estaban subiendo un poco de tono, ya que suaves quejidos salían de sus carnoso labios mientras nos besábamos, debo parar esto ahora o tendré una maldita erección y no quiero incomodarla por mis benditas ganas.

- Amelia...hermosa - decía entre besos pequeños - debemos parar ahora - murmuró otro "Ajam" y mi cerebro estalló. Le robe otro intenso beso antes de juntar su frente con la mía mientras tomábamos algo de aire.

- Me tienes idiotizado - soltó una risita coqueta, era la primera vez que la veía reír o sonreír siempre tiene una expresión neutral en su rostro, entre sería e inocente.

- Debo ir a trabajar, Linda estará vuelta loca con tanto trabajo para ella sola.

- Estoy de acuerdo solo si me das dos besos más y aceptas almorzar conmigo.

- Si, a los besos, a la invitación la debemos dejar para luego, hoy tengo una reunión a mediodía con los departamentos de Marketing y Producción y no creo tenga tiempo de salir a almorzar.

- Entonces ¿A cenar?

- Ajam...

Y lo hizo otra vez lo hará a propósito o soy yo el que se derrite por ese gesto que hace cuando dice esa palabra.

- Dilo otra vez.

-¿El que?.....Que si voy a cenar contigo.

- No, el "Ajam" - soltó una risita y volvió a decirlo.

Tomé otra vez su boca como mía y saboree una vez más sus labios.

Tus curvas, mi perdición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora