capitulo 9

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La joven Hyūga vivía de contemplar a cierto rubio, y es que en la jaula metafórica en la que, por su sangre, estaba condenada a vivir, Naruto era un rayo de luz filtrándose, era curioso pero cada persona que conocía a Naruto lo describía como un sol, una persona que de solo llegar ya contagiaba buen humor.

Luego de recibir el mensaje de su novio, que no podrían verse el ese día, sentada como copiloto en el auto de su primo, recordaría con una sonrisa a su rubio. A Hinata le parecía fascinante, lo que se podría decir amor a primera vista ciertamente no lo fue, si bien era cierto que prácticamente desde que comenzaron el colegio estaba enamorada del Uzumaki, no fue un flechazo, ella detestaba siquiera en etiquetarlo así. Él la había salvado, en todas las formas posibles, para unos niños la clase social parece no importar, tomaron a quien era la hija mayor de su familia, de solo 6 años y se encargaron de atacarla, bajo cualquier excusa que su carácter dócil no replicaría, de no ser por la intromisión del Uzumaki, no sabe cuánto habría durado ese ciclo. Para ella en ese momento y para siempre, Naruto la habría salvado, la motivaba a salir adelante el joven del que todos dudaban y con una carga como el pasado de Naruto. Siempre que pensaba en eso, sentía como su corazón se hacía chiquito e inevitablemente los ojos se cristalizaban, con sus recuerdos y la situación en la que estaban resultaba casi inevitable.

_ ¿Hinata estas bien?_ preguntaba el rubio asomando la cabeza preocupado de debajo de la falda de la Hyūga.

_ S-sí, estoy bien_ decía incorporándose y totalmente sonrojada.

_ ¿quieres que nos detengamos?_ Naruto también se incorporó buscando el rostro de Hinata_ Estas casi llorando, siento como si hiciera algo malo.

_ L-lo siento, Naruto-kun. No era mi intención_ se disculpó avergonzada_ Estoy bien, recordaba cosas lindas_ sonrió de lado.

Cualquiera que fuera su plan se vio frustrado luego de eso, después de todo colarse, no solo a la mansión, sino al dormitorio de la heredera Hyūga causaría problemas de ser descubiertos. Involuntariamente el recuerdo que revivía lo ocurrido hace algunos meses y de lo vergonzosa y fascinante de aquella primera vez le sacó una sonrisa tonta y provocó que negara con la cabeza, tan suave que pudo ser confundido con movimientos del auto.

Ni Naruto mismo supo cómo había que reaccionar frente a la confrontación que Sasuke le hacía, algo en su cuerpo lo hacía sentirse bien de estar en esa posición pero le incomodaba que Sasuke casi se le insinuara, era extraño verlo de esa forma.

_ ¿Sasuke?_ dijo por fin_ ¿me ayudaras a estudiar o no?

_ ¿tienes que irte con tu novia?_ se burló y dejo la posición intimidante.

_ Basta con eso, ¿Cuál es el problema contigo? No puedo entender que te pasa.

_ Solo jugaba, verte así, tan débil es gracioso_ confesó lleno de cinismo.

_ Sasuke haciendo bromas_ rió irónico. Caminaron unos metros en silencio hasta que Naruto habló_ ¿estamos bien?

_ Si.

Luego de eso llegaron al departamento, no lucía lujoso pero estaba en perfecto orden y muy limpio. Entraron a la habitación del Uchiha, dejaron las cosas en el suelo y Sasuke entro al baño, Naruto se acostó en la cama, extendiendo su cuerpo, era muy cómodo y nunca lo admitiría pero la razón para seguir acostado ahí era el olor de Sasuke impregnado en las sabanas.

_ Ven_ ordenó sentándose en frente al escritorio.

_ Gracias_ dijo sentándose y agachando la mirada_ por ayudarme a estudiar.

_ Un idiota como tú lo necesita_ sentenció con una sonrisa a medias mientras acercaba algunos libros al escritorio.

Estuvieron bastantes horas seguidas repasando las clases con los apuntes de Sasuke, que obligaba al rubio a realizar sus propias notas mientras le explicaba el procedimiento para resolver los ejercicios, de vez en cuando el Uchiha le permitía levantarse a estirar las piernas e incluso ordenaron pizza, no era la comida favorita de ninguno pero era barata y la traían a domicilio. Mientras realizaba un ejercicio por su cuenta, y por orden del Uchiha, Naruto sonrió ante sus recuerdos.

_ ¿Qué es tan gracioso?_ preguntó, y desde que le ordenó contestara el ejercicio hasta entonces no había dejado de contemplarle.

_ Nada, es solo que la última vez que alguien me ayudó a estudiar..._ se ruborizó ante su recuerdo y el hecho de que casi lo decía en voz alta.

_ ¿Qué pasó la última vez que alguien te ayudó a estudiar?_ preguntaba severo, no quería demostrarlo pero ese comentario le causaba cierta preocupación. Inconscientemente los ojos del Uchiha demostraban lo a gusto que estaba con el Uzumaki, incluso se le escapaba cierta sonrisa de vez en cuando pero sabía esconderlas.

_ Olvídalo_ agachó la mirada consiente de que no quería exponer su sonrojo_ ¿esta correcto?_ giró la libreta en dirección al azabache y antes de que siquiera se concentrará en revisarlo agregó_ Bueno, tengo que ir al baño, vengo_ Gritó ya que estaba en el pasillo corriendo en busca del baño.

Sasuke supo de inmediato que el ejercicio estaba bien, le daba gusto lo bien que había comprendido el tema el estúpido del rubio, pero cierto grado de intriga le quedó en el pecho, ¿a que se refería Naruto que pasó la última vez que alguien le ayudo a estudiar? Una corazonada le gritaba que por el sonrojo que obviamente notó del rubio, cosa que no pudo pasar desapercibida, después de todo estaba observándole con fascinación todo este tiempo, temía que fuera algo relacionado con algún tema amoroso, y ¿si se refería a Sakura? No, imposible. Ella no le ayuda a estudiar, pero, entonces ¿a qué se refería? ¿Por qué se sonrojaba? ¿Por qué no quería contárselo?

Sin embargo, las suposiciones de Sasuke no estaban tan erróneas.

Hace poco más de medio año, Naruto tenía más problemas que de costumbre en la escuela, estaba por concluir el semestre y las cosas apuntaban a que reprobaría, está claro que pese a que su padrino no le exigía mucho en cuanto a calificaciones, ni él ni la directora le tenían permitido reprobar. Estaba en aprietos ciertamente, y digamos que por mucho que se esforzara simplemente no lograba concentrarse lo suficiente como para aprender, la directora le dio la oportunidad de reponer algunos trabajos y exámenes que le aplicarían a cambio de que no le pasara por la cabeza siquiera "intentarlo la próxima", entonces luego de la sentencia de la directora y con la mirada algo deprimida, al saber lo difícil que sería, se encontró con unos ojos perla que se ofrecieron a ayudarle. Luego de eso, fueron días enteros de total estudio y disciplina, sus exámenes fueron aprobatorios pero su rigurosidad en cuanto al colegio se refería se mantuvo, ahora encontraba una mejor razón para concentrarse en sacar buenas notas, una chica de piel pálida, ojos perla y cabellos negros, tan amable y linda que había cambiado al chico a punto de reprobar a un chico con calificaciones bastante decentes.

Entonces, encerrado en el baño, mojándose el rostro frente al espejo Naruto meditaba el recuerdo, la última vez que alguien le ayudó a estudiar termino saliendo con esa persona, la última persona que le ayudó a estudiar termino siendo su novia. Y es que cuando estuvo a punto de decirlo no lo pensó, solo creyó que era un chiste, pero entonces antes de concluir lo que el concebía como una broma se dio cuenta de que no podía, en primer lugar, había reprimido a Hinata como su novia casi subconscientemente, y ahora había que hacerlo porque tenía un trato con Sakura. Y todo esto habría pasado a segundo término, el trato con Sakura no le causo querer salir de ahí avergonzado, fue el hecho de asociar a Sasuke con Hinata. Y es que, Hinata era su novia, ¿Por qué su cerebro había asociado a Sasuke con su novia? Ambos le ayudaron sí, pero le resultaba extraño pensar en que podría terminar saliendo con Sasuke, porque al final eso era lo que su chiste apuntaba. De alguna manera no rechazaba la idea, pero le parecía incorrecto, su sonrojo fue al imaginar a Sasuke como su novio, tuvo que salir de ahí para despejar su mente.

Volvía más tranquilo a la habitación cuando Sasuke le llamó desde la cocina, había algo de sopa servida, olía deliciosa. Le ordenó sentarse y lo hizo, comieron juntos entre bromas absurdas de Naruto, ninguno de los dos había tenido una comida así desde hace mucho. Habían estudiado mucho, Naruto se despidió y se marchó, con un poco más de conocimiento sobre matemáticas, una confusión en cuanto a los pensamientos que su mente arrojaba y con un sentimiento que no sabía cómo describir en el estómago. 

Enredos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora