Enredos del corazón

El primer día

Las clases se retomaban, sin embargo para el rubio sentado al fondo del vagón era un día con cierto toque de tristeza. Intento enviarle un mensaje de texto a su novia, la respuesta de ella le subió un poco el ánimo, le estaba llamando y en segundos ya había respondido. Como una costumbre que había abandonado hace un tiempo y ahora comenzaba a retomar, llegaba tarde al colegio, pero hablar con su novia lo valía.

_ Hinata, ¿aún no entras a clase?

_ Llegue temprano, pero pronto tendré que entrar._ sonaba con algo de decepción._ ¿Qué hay de ti? Espero que Naruto-kun no esté llegando tarde hoy.

_ En realidad, aún estoy en el subterráneo_ respondió avergonzado, pero no podía mentirle a ella_ pero no tiene sentido llegar temprano si no estaré a tu lado.

_ También me deprime un poco no poder estar juntos_ un ligero sonrojo invadió el rostro de ambos_ pero podemos vernos por la tarde, supongo no tendremos tareas.

_ Seguro, salgo antes que tú así que iré a buscarte ¿está bien?

_ Me encantaría, pero no quiero interferir con tu horario.

_ No te preocupes, solo tendrás que esperarme, pero me apresurare.

Pronto tuvieron que despedirse y tan pronto colgaron Naruto noto lo tarde que era, caminó con calma en dirección al colegio no sin antes pasar a la cafetería frente a la estación. Cuando estudiaba con Hinata tenían costumbres, ambos llegaban con anticipación para sentarse en una banca de cemento en el patio, él compraba dos zumos de manzana que compartían mientras esperaban que su clase empezara. Ahora no sería más que un recuerdo pues su novia ahora estudiaba en otro colegio. Para cuando había entrado al colegio mientras caminaba por el pasillo noto que su retraso era ya de veinte minutos, no tenía sentido, según el mismo, entrar ahora que solo lo reprenderían, cambio de dirección, hacia el patio trasero donde diviso a su amigo, Shikamaru Nara, recostado en una de las bancas. Se acercó pues ahora contemplaba pasar el tiempo con él.

_ ¿No entraras?_ preguntó mientras movía las piernas de su amigo para sentarse.

_ Se me hizo tarde, y no necesito un sermón. ¿Qué hay de ti? Creí que llegabas temprano ahora.

_ Si, en teoría, pero ahora que Hinata no esta no tenía ganas de llegar temprano_ respondió mientras bebía el zumo.

Conversaron un rato y como si el tiempo volara, pronto vieron como era hora de integrarse a su próxima clase, se levantaron y se dirigieron juntos a su aula,  se acercaron a Chōji y Kiba que conversaban en el pasillo junto a la puerta, bromearon mientras se saludaban y conversaban sobre sus vacaciones.

_ ¡Naruto!_ el grito de la chica pelirosa invadió el pasillo y era acompañado de un golpe en el estómago del mencionado_ ¿Qué te pasa? Creí que habías extrañado a tu mejor amiga.

_ Lo hice, Sakura-chan_ respondió el rubio que intentaba recuperar el aliento_ buenos días a ti también.

_ Buenos días_ Sakura sonrió y se dirigió a Shikamaru y Naruto_ ¿se puede saber porque no entraron a clase?

_ Que fastidio_ Shikamaru se quejó mientras levantaba su mochila del suelo y entraba_ se nos hizo tarde, no es gran cosa.

Sakura estaba a punto de reprocharle su falta de interés pero noto que su profesora se aproximaba por el pasillo y le siguió para entrar. Todos tomaban asiento pero el bullicio era inevitable, apenas Naruto se sentó y sintió una mirada sobre su persona, intento seguirla y se encontró con un joven pálido con el cabello lacio y negro sentado a unos metros de él, actuaba indiferente leyendo un pequeño libro marrón, el rubio se sorprendió de su presencia pues le recordaba de antes, pero le resultaba difícil identificarlo ahora mismo, estaba tan absorto en aquel extraño que el bullicio de sus compañeros le resultaba ajeno, no fue hasta que los gritos de su amiga lo sacaron del trance en el que estaba. El joven Uzumaki quedo boquiabierto cuando logro captar "Sasuke-kun" repetidamente mientras su amiga recargaba su rostro sobre sus manos y codos en el escritorio del azabache, admirandolo fascinada y con las mejillas enrojecidas. entonces regreso 3 años en el tiempo, cuando Sasuke Uchiha cursaba en la misma academia que el resto, de lo que el mismo se atrevía a llamar, "los doce", que eran prácticamente quienes componía su círculo de amigos más cercano. La relación con el Uchiha era un tanto complicada bajo la lógica que habían sido "rivales", aunque ese título no retiraba una amistad incondicional entre ambos, el tiempo y el destino los había distanciado, pero como una revelación el creyó firmemente que el propio destino los acercaba de nuevo. El rubio aun no procesaba del todo que quien fue su mejor amigo otra vez compartiera clases con él, así que quedó en una especie de trance pensando en hablarle pero era como si su cuerpo se lo impidiera. La profesora llamo la atención de la joven pelirosa para que tomara asiento y comenzara la clase, ella se dirigió a su amigo sacudiendo suavemente su hombro.