Capítulo 21

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- ¿Se acuerdan lo bien que la pasamos en Sevilla? – preguntó Georgina

Llevábamos más de una hora en casa de Danna y con más de 2 botellas de tequila encima. En estos momentos ya todo nos daba risa.

-Había extrañado compartir estos momentos con ustedes – volvió a decir Georgina -. La verdad es que después de lo que paso entre ustedes, pensé que sería imposible que volviéramos a juntarnos como los 3 mosqueteros que siempre habíamos sido – dijo riendo

Danna y yo soltamos una carcajada.

-Brindemos por eso – dijo Danna sirviendo más tequila

En ese momento sabía que si seguía tomando como hasta ahora perdería el control que estoy teniendo desde hace semanas. Pero solo estábamos nosotros tres ¿Quién podría enterarse de lo que vaya a pasar? Cogí el shot de tequila y me lo tomé de golpe. Había perdido la cuenta de cuantos shots iba.

-Jorge esta volviendo a sonar a tu celular, deberías contestarle a tu novia – dijo Danna en un tono irónico -. Acuérdate que me odia y si se entera que estuviste acá conmigo y no le contestaste me va a odiar peor.

Comenzamos a reír. A estas alturas ya me daba igual todo.

Agarre el celular y apreté el botón de rechazar la llamada, acto seguido apague el celular. Sabia que mañana me arrepentiría por eso.

-Hoy me encontré a tu ex novio – le dije mientras me servía otro shot de tequila -. Casi lo agarro a golpes, pero luego me acordé que él era experto en hacerse la víctima, así que preferí dejarlo ahí.

Ambas me miraron.

-De verdad no le pegue – dije serio.

Estaba seguro que en otro momento Danna se hubiera molestado conmigo por ocultarle que iba a la misma fiesta donde estaría Franco. Pero ahora parece resultarle graciosa la situación.

-Jorge, sabes que si le pegabas eso iba a salir en todos los portales de chismes ¿no? – dijo elevando una ceja -. Eso hubiera confirmado lo que todos andan diciendo por ahí. Que tú y yo tenemos un amor en secreto y que deje a Franco por ti. Aunque hubiera sido muy divertido ver a Franco con un ojo morado

Tan equivocados no estaban esos rumores. Danna y yo si habíamos tenido una relación en secreto, pero no estaba muy seguro si era cierto que lo había dejado por mí.

-Aun sigo sin entender porque ustedes dos no están juntos aún. Se nota a kilómetros la tensión sexual que hay entre ustedes, deberían dejarse de dar vueltas y por fin decidir a estar juntos – comentó Georgina

Danna y yo nos quedamos mirando.

-Bueno dejemos de hablar de amor y de cosas del corazón – dijo Georgina divertida

Y en ese momento le agradecí a todos los santos, porque francamente no sabía que decir.

Seguimos hablando de todo y de nada a la vez, seguimos tomando y bailando como si no hubiese un mañana. Hasta que Georgina fue la primera en caer y se fue a dormir dejándonos a Danna y a mi solos.

Me sorprendí de ver el aguante que Danna estaba teniendo, sabiendo que ella y el alcohol no eran muy buenos amigos.

-Se acabo – dijo riendo mirando la botella vacía -. Y ya no tengo más

Hizo un puchero. Y lo primero que pensé fue cuánto deseaba morderle ese labio.

-No me mires así – dijo mordiéndose el labio -. Sabes que tus miradas siempre han tenido un efecto en mi

Rei.

-Pero si te estoy mirando como siempre – le conteste acercándome un poco más a ella

Me puso una mano en el pecho, como queriendo parar lo que estaba a punto de hacer.

-Jorge, mañana te vas a arrepentir de esto. No quiero que esto sea un problema para la amistad que estamos volviendo a construir – dijo nerviosa

La deseaba, ahora mismo.

-Shh – le dije quitando su mano de mi pecho -. Siempre te a gustado a hablar mucho en estas situaciones

Hizo una sonrisa de lado. Se había sonrojado.

Me acerque un poco más a ella. Comencé a jugar con el borde su polera.

-Jorge... - volvió a decir soltando un suspiro

De un movimiento logre ponerle encimo mío.

-Solo déjate llevar – le susurre al oído

Y eso era lo que necesitaba para que me besara. El beso comenzó siendo despacio, pero al pasar los minutos se comenzó a volver más brusco, más intenso.

Se comenzó a mover encima de mí y eso me estaba volviendo loco. Solté un jadeo involuntario y eso hizo que ella sonriera.

-Veo que alguien está bastante feliz... - dijo haciendo clara alusión al bulto que tenía abajo.

Ese comentario me puso más.

Le saque la polera y se quedo solo en ropa interior. Me separa de ella unos minutos para verla, era perfecta. Comencé dejar pequeños besos en sus senos.

-Te necesito dentro mío – dijo soltando un gemido -. No la hagas tan larga – dijo frotándose más contra mí.

Sonreí contra su cuello.

Nos deshicimos de la poca ropa que nos quedaba y la eche en el sillón.

-Espera – dijo algo agitada -. ¿Tienes preservativo?

Negué con la cabeza. Me había olvidado de ese detalle.

-Entra ya – dijo sacándome de mis pensamientos -. Confiemos en que no pasara nada

Me coloque encima de ella y nos volvimos una sola persona.

Me había olvidado de lo bien que se sentía estar, así como ella.

Soltó un gemido bastante fuerte, y en ese momento caí en cuenta que no estábamos solos.

-Shh, acuérdate que no estamos solos – le dije yendo más despacio

En cuestión de minutos ambos llegamos al clímax, y nos quedamos abrazados mirando el techo.

-Wao – dijo soltando un risa -. Tomemos más seguido por favor

Y ambos comenzamos a reír. Deje un beso en su cabeza.

- ¿Y qué le vas a decir a Chiara mañana? – pregunto mirándome a los ojos

-No se – respondí sincero -. Supongo que tendré que decirle la verdad, igual le diga lo que le diga se va a molestar conmigo. Pero ahorita eso ya no importa – le dije acariciándole la espalda.

- ¿Nos echamos otro tequila? – pregunto divertida

Comencé a reír.

Bendito seas tequila México.

When I Met YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora