Capítulo 37

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Me desperté desorientada, era de noche y toda la habitación estaba a oscuras. Me senté y pude sentir que había alguien a mi lado, pero no podía ver quien era. Sentí como la persona que dormía al lado se movía.

Su silueta se podía reflejar gracias a la luz que entrar del balcón, achine un poco más los ojos para poder reconocer quien era.

-¿Jorge? - susurre

¿Qué hacía acá? ¿En qué momento llegó?

Se despertó y me quedo mirando fijamente.

-Despertaste - dijo con una sonrisa melancólica -. ¿Como te sientes?

-Me duele un poco la cabeza, ¿que haces acá? - pregunté bruscamente

No es que no quisiera que este acá, pero no entendía que hacía acá y sobre todo a esta hora.

-Me llamaste, me dijiste que te sentías mal y luego de eso no supe más, llamé a Mariana pero no contesto, Aboro no quiere saber nada de mi - dijo alzando los hombros -. Así que tomé el primer vuelo y vine a ver como estabas. Llegué cuando estabas descansando, y no te quise despertar

Asentí lentamente.

-Tu celular estuvo sonando, era Franco - dijo con cierto rencor -. Llámalo, debe de estar preocupado.

Vi como se paraba de la cama y se dirigía al baño. Aproveché que no me estaba viendo para agarrar el celular y escribirle a Franco.

"Gracias por estar al pendiente de mí, estoy bien, mañana te llamo para explicarte bien. Franco gracias, has sido un gran apoyo para mi en estos últimos días. Te quiero"

Las dos palomitas azules aparecieron a los pocos segundos.

"Siempre me preocupo por ti. Y siempre lo haré, descansa te llamo mañana temprano. Y yo también te quiero Dannita"

Sonríe al leer su mensaje, me sentía feliz al sentir que nuestra relación volvía a hacer la misma de antes. Bloquee el celular antes de que Jorge saliera del baño. Lo dejé encima de la mesa de noche y me quedé mirando la puerta del baño.

Me volví a echar y cerré los ojos por unos minutos, su presencia me revolvía todos los sentimientos que según yo estaba tratando de enterrar. Habían pasado varios días sin noticias de él y de repente me despierto y lo veo al lado mío.

-Mariana me comentó que has estado sintiéndote los últimos dos días - dijo mientras se sacaba la ropa

Me mordi el labio. Tenerlo así en estos momentos era una tentación muy grande.

-Si, pero no es nada - contesté rápidamente mientras reprimía mis deseos de besarlo

Negó con la cabeza.

-Me voy a quedar contigo hasta que termine la gira - dijo de lo más tranquilo

¿Qué? Sentí mi corazón latir a mil kilómetros por hora.

Se quedó callado unos segundos, creo que esperaba alguna reacción de mi parte, pero en estos momentos no podía decir nada.

Volvió a echarse al lado mío y entrelazo su mano con la mía, tragué saliva. Me miró y sonrió. Yo también le sonreí.

-Vi tus fotos con Chiara en el aeropuerto, ¿ella sabe que estás acá? - le pregunté con cierto temor

Escuche como suspiraba.

-No, bueno no se, supongo que a esta hora ya se debe de haber enterado. Hay miles de fotos mías llegando en el aeropuerto de Argentina, rodando por internet

Se acomodó mejor y puso su cabeza encima de mí pecho. No me resistí y  comencé a hacerle mimos en la cabeza.

-Te amo - dijo y sentí como se tensó al no recibir una respuesta de mi parte.

Después de unos segundos pude responderle sin titubear.

-Yo también te amo

Se volvió a relajar y a los segundos se quedo dormido.

Eran las 4 de la mañana y no lograba conciliar el sueño. Tenía todo un enredo en la cabeza y tenerlo a él durmiendo a mi lado no ayudaba mucho.

Me levanté de la cama cuidadosamente y en silencio.

-Mariana - dije apenas escuche que contesto la llamada

-Mmm

-Yo sé que es tarde, pero necesito hablar contigo. Porfavor escúchame - dije casi suplicando

-¿Qué pasó? - pregunto adormilada

Suspire con pesadez.

-Jorge está aquí

-Si lose, y déjame decirte que Aboro no esta muy contento con eso, pero sabe que no puede hacer nada porque es el papá del bebé

Asentí, como si pudiera verme

-No sé que hacer Mariana, estoy muy confundida

-Yo nunca entendí que clase de relación tenían o tienen, pero de algo no me queda dudas es que pase lo que pase ustedes dos siempre terminan juntos. Y en cierto punto eso termina siendo muy tóxico y dañino para ambos - dijo bastante seria -. Pero también se que diga lo que te diga siempre harás lo que quieras, así que solo asegúrate que esta vez si funcione.

Después de hablar por un rato más con Mariana, entré de nuevo a la habitación y lo vi dormir con tanta paz que en ese momento todo los miedos desaparecieron, y solo me dejé llevar por lo que sentía.






When I Met YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora