✑┆Chapter 22

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No tengo tiempo de absorber ese final antes de oír el Jeep de JungKook entrando en el garaje. Amontono las páginas en una pila y luego miro al monitor. Jimin aún no se ha movido.

¿Sospechaba de él?

Me aprieto el cuello, tratando de aliviar toda la tensión que el último capítulo infundió en mis músculos. ¿Cómo pudo seguir cuidando de él? ¿Bañarlo y cambiarlo por el resto de su vida? ¿Sientes que le debe la promesa de sus votos?

Si realmente pensó que él mató a Harper, ¿cómo podía soportar estar en la misma casa que él?
Oigo la puerta del garaje abierta, así que voy a la puerta de la oficina y salgo al pasillo. JungKook sostiene a MinHo en sus brazos al pie de las escaleras.

-Seis puntos -susurra-. Y un montón de analgésicos. Estara inconsciente toda la noche -Lleva a MinHo arriba para acostarlo. No lo escucho revisar a Jimin antes de que empiece a bajar de nuevo.

-¿Quieres un poco de café? -Le pregunto a él.

-Por favor.

Me sigue hasta la cocina, donde me abraza por detrás, suspirando en mi pelo mientras preparo una taza de café. Inclino mi cabeza contra la suya, llena de preguntas. Pero no digo nada porque ni siquiera sé por dónde empezar.

Me doy la vuelta mientras el café se cuela y lo envuelvo en mis brazos. Nos abrazamos en la cocina durante varios minutos.

Hasta que me suelta la mano y me dice:

-Necesito ducharme. Tengo sangre seca por todas partes.

Lo noto entonces. Las gotas en sus brazos, las manchas en su camisa.

Está empezando a ser lo nuestro, estar cubierto de sangre. Me alegro de no ser supersticioso.

-Estaré en la oficina.

Nos besamos, y luego corre hacia arriba. Espero a que el café termine de prepararse para prepararme una taza. Todavía no estoy seguro de cómo acercarme a él con todas mis preguntas, pero después de leer el último capítulo, tengo muchas. Creo que puede ser una noche larga.

Oigo que su ducha empieza cuando termino de servirme una taza de café. Lo llevo a la oficina conmigo y luego lo derramo por todo el suelo. La taza se rompe. El líquido caliente salpica mis piernas y comienza a filtrarse por debajo de los dedos de los pies, pero no puedo moverme.

Estoy congelado en el lugar mientras miro el monitor.

Jimin está en el suelo. En sus manos y rodillas.

Me lanzo por mi teléfono al mismo tiempo que grito el nombre de JungKook.

- ¡JungKook!

La cabeza de Jimin se inclina hacia un lado, como si hubiera oído mi grito desde arriba. Antes de que pueda abrir la aplicación de mi cámara con los dedos inestables, él se arrastra de nuevo a su cama.

Vuelve a su posición. Se cubre él mismo.

-¡JungKook! -Grito de nuevo, tirando mi teléfono. Corrí a la cocina y agarré un cuchillo. Subo las escaleras, directo a la habitación de Jimin. Abro su puerta y entro.

-¡Levántate! -Yo grito.

Jimin no se mueve. Ni siquiera se estremece.

Le arranco las sábanas.

-Levántate, Jimin. Te vi. -Estoy lleno de rabia al bajar el costado de su cama de hospital-. No te saldrás con la tuya.

Quiero que JungKook lo vea por lo que realmente es antes de que tenga la oportunidad de lastimarlo. Para herir a MinHo. Lo agarro por los tobillos y le tiro de las piernas. La tengo a mitad de la cama cuando siento que alguien me arranca de él. Estoy dando vueltas, me llevan a la puerta. Me planta los pies en el suelo del pasillo.

-¿Qué demonios estás haciendo, TaeHyung? -La cara de JungKook y su voz están tan llenas de ira. Me adelanto, presionando mis manos contra su pecho. Me quita el cuchillo y me agarra por los hombros-. Para.

-Está fingiendo. Lo vi, lo juro, está fingiendo.

Vuelve a su habitación y me da un portazo en la cara. Abro la puerta y está levantando las piernas de Jimin sobre la cama. Cuando me ve entrar de nuevo en la habitación, arroja las mantas sobre Jimin y me empuja hacia el pasillo. Se gira y cierra la puerta de él, luego me agarra de la muñeca y me jala detrás de él.

-JungKook, no. -Lo estoy agarrando de la muñeca que está muy apretada alrededor de la mía-. No dejes a MinHo aquí arriba con él -Mi voz está suplicando, pero no puede oír la preocupación.

Sólo puede ver lo que cree que sabe, en lo que se ha metido. Cuando llegamos a las escaleras, retrocedo, moviendo la cabeza, negándome a bajarlas. Necesita llevar a MinHo abajo. Me agarra por la cintura y me levanta sobre su hombro y me lleva por las escaleras, directamente a mi habitación. Me pone en la cama, suavemente, incluso en medio de su enojo.

Camina hacia mi armario. Agarra mi maleta. Mis cosas.

-Quiero que te vayas.

Me levanto sobre mis rodillas y me muevo al pie de la cama, donde está metiendo todas mis cosas en la maleta.

-Tienes que creerme.

No lo hace.

-¡Maldita sea, JungKook! -Apunto hacia arriba-. ¡Está loco! Te ha estado mintiendo desde el día en que lo conociste.

Nunca he visto tanta desconfianza y odio en un humano. La forma en que me mira me tiene tan aterrorizado que me alejo de él.

-No está fingiendo, TaeHyung. -Tira la mano al aire, hacia la dirección de las escaleras-. Ese hombre está indefenso. Prácticamente con muerte cerebral. Has estado viendo cosas desde que llegaste aquí.-Me mete más ropa en la maleta, sacudiendo la cabeza-. Es imposible -murmura.

-No lo es. Y sabes que no lo es. Ella mató a Harper y lo sabes. Lo sospechabas.-Me bajo de la cama y corro hacia la puerta-. Puedo probarlo.

Me sigue mientras corro a la oficina de Jimin. Agarro el manuscrito, cada una de sus páginas, y me doy la vuelta justo cuando él me alcanza y se lo pongo en el pecho.

-Léelo.

Atrapa las páginas. Los mira hacia abajo. Me mira de nuevo.

-¿Dónde encontraste esto?

-Es de él. Está todo ahí. Desde el día que lo conociste hasta el accidente de coche. Léelo. Al menos lee los dos últimos capítulos, no me importa. Sólo, por favor, léelo. -Estoy exhausto, y no tengo nada más en mí que súplicas. Así que se lo ruego. En silencio-. Por favor, JungKook. Por tus chicas.

Todavía me mira como si no confiara en una sola palabra que sale de mi boca. No tiene que hacerlo. Si tan sólo leyera esas páginas, vea lo que su esposo estaba pensando realmente en los momentos en que Jimin estaba con él, sabrá que no soy yo de quien tiene que preocuparse.

Puedo sentir el miedo que brota en mí. El miedo de perderlo. Cree que estoy loco, que estaba tratando de lastimar a su esposo. Quiere que me vaya de su casa. Quiere que me vaya de aquí y no quiere volver a verme.

Mis ojos me arden cuando las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas.

-Por favor -susurro-. Por favor. Mereces saber la verdad.

 Mereces saber la verdad

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𝐈𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐬 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐚𝐠𝐞𝐬 • [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora