𝐈𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐬 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐚𝐠𝐞𝐬 • [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚

✑┆Chapter 13

El olor es diferente cuando abro los ojos. También lo son los ruidos.

No estoy confundido sobre dónde estoy. Sé que estoy en la casa de JungKook. Yo sólo.... no estoy en mi habitación.

Estoy mirando una pared. La pared del dormitorio principal es de color gris claro. Esta pared es amarilla. Amarillo, como las paredes de los dormitorios de arriba.

La cama debajo de mí comienza a moverse, pero no es porque alguien en la cama se esté moviendo. Es diferente....como si fuera...mecánico.

Me aprieto los ojos y los cierro. Por favor, Dios. No. No, no, no, por favor no me digas que estoy en la cama de Jimin.

Estoy temblando por todas partes. Abro los ojos, lentamente, y giro la cabeza al ritmo más lento posible. Cuando veo la puerta y luego el tocador y luego el televisor montado en la pared, me levanto de la cama y caigo al suelo. Me lanzo a la pared y me deslizo por ella con la espalda contra ella. Me aprieto los ojos y los cierro. Apenas puedo sostenerme, estoy tan histérico.

Mi cuerpo tiembla tanto que puedo oírlo cuando respiro. Al principio lloriqueaba, pero en cuanto abría los ojos y veía a Jimin en su cama, gritaba.
Luego me pongo la mano en la boca.

Está oscuro afuera. Todo el mundo está dormido. Tengo que estar callado.

Ha pasado tanto tiempo desde que esto sucedió. Años, probablemente. Pero está sucediendo y estoy aterrorizado y no tengo ni idea de por qué terminé aquí. ¿Fue porque estaba pensando en él?

El sonambulismo no tiene patrón, TaeHyung. No tiene sentido. No tiene nada que ver con la intención. Escucho las palabras de mi terapeuta, pero no quiero procesarlas.

Necesito salir de aquí. Muévete, TaeHyung.

Me deslizo a través de la pared, manteniéndome lo más lejos posible de esa cama mientras me dirijo a la puerta de la habitación de Jimin.

Me encuentro contra la puerta, las lágrimas caen por mis mejillas mientras giro la manija y la abro, y luego huyo del dormitorio.

JungKook me abraza y me detiene.

—Oye —dice, volviéndome para enfrentarme a él. Ve las lágrimas en mi cara, el terror en mis ojos. Afloja la mano, y en cuanto lo hace, corro. Corro por el pasillo, por las escaleras, y no paro hasta que golpeo la puerta de la habitación y vuelvo a la cama.

¿Qué carajo...? ¿Qué carajo...?
Me acurruco en la parte superior de las sábanas, mirando hacia la puerta. Mi muñeca comienza a latir, así que la agarro con mi otra mano y la coloco contra mi pecho.

La puerta del dormitorio se abre y luego se cierra detrás de JungKook.

Está sin camisa, con un par de pijamas rojos de franela. Es todo lo que veo, una mancha de cuadros rojos mientras corre hacia mí. Luego está de rodillas, su mano en mi brazo, sus ojos buscando los míos.

—TaeHyung, ¿qué pasó?

—Lo siento —susurro, limpiándome los ojos—. Lo siento.

—¿Por qué?

Sacudo la cabeza y me siento en la cama. Tengo que explicárselo. Me pilló en el dormitorio de su esposo en medio de la noche, y su cabeza probablemente está llena de preguntas.

Preguntas para las que no tengo respuestas.

JungKook se sienta a mi lado en la cama, levantando una pierna para poder mirarme. Pone sus dos manos sobre mis hombros y baja la cabeza, mirándome muy seriamente.

—¿Qué pasó, Tae?

—No lo sé —digo, meciéndome de un lado a otro—. A veces camino dormido. No lo he hecho en mucho tiempo, pero tomé dos Xanax antes y creo que tal vez... no sé... —Sueno tan histérico como me siento. JungKook debe sentirlo, porque me empuja hacia él, presionándome con sus brazos, tratando de calmarme. No me pregunta nada más durante un par de minutos. Me pasa una mano reconfortante por detrás de la cabeza y, por muy bien que me siento tener su apoyo, me siento culpable. No merecedor. Cuando se retira, puedo ver sus preguntas prácticamente saliendo de su boca.