Los días seguían y Eun cada vez se sentía más vacía. Los recuerdos seguían ahí, provocando un corazón cada vez más y más apretujado. Le resultaba extraño ya que al despertar se suponía que tendría el efecto contrario, gracias a el tipo ese.
Estuvo emocionada en cuanto lo descubrió pero al cabo de los días, esa se fue apagando. Caía en cuenta que tal vez nunca volvería a ver a ninguno de ellos y esos recuerdos en vez de tornarse bellos en algún momento le dolerían.
No había tarde que no fuera al árbol, con la esperanza de que Hobi o Namjoon esperarán por ella con los brazos abiertos.
Estaba conciente que a Nam era una probabilidad mínima de encontrarlo pero ¿y su amigo? Habían acordado que solo borrarían sus recuerdos y ellos no saldrían afectados.
No fue hasta que una gota de agua cayó en su mano, es que salió del laberinto en su cabeza. Con el dorso removió cada una, respiró profundo e comenzó a hablar en voz alta.
—Hobi... ¿Estás aquí? —dió una pequeña pausa con la espera de alguna respuesta—. Por más extraño que suene, siento como si siguieras aquí. Tal vez lo estés pero no puedes mostrarte... Te extraño mucho, es como si mi soulmate se hubiera ido. Nos conectamos tan rápido que incluso comencé a pensar que era por qué nunca había tenido algo así con otra persona, pero en realidad simplemente nosotros tenemos una relación especial. Mi ángel y amigo ¡ja! Suena tan irreal como ciertos libros que he leído.
Tras darse por vencida, antes de irse, habló una vez más.
—¿Podrías darme una señal de que aquí sigues? Un aire de telenovela o lanzarme algo.
Esperó un minuto y al aceptar que nada pasaba, se levantó de dónde estuvo sentada por una hora e se dispuso regresar a su casa.
...
Una vez llegando a su hogar, pasó a la cocina por un vaso de agua. Al dirigirse a su cuarto, algo en particular llamó su atención. Un papel yacía en la mesa de la sala, el cual no recordaba haber dejado ahí.
Si hubiera sido antes de enterarse que estaba muerta seguro habría salido corriendo a su habitación, pero ahorita solo se sentía ligeramente nerviosa.
"Cuando tengas un momento difícil y mires a tu alrededor para ver quién está a tu lado, nosotros estaremos ahí.
Recuerda que estamos bajo el mismo cielo e miramos la misma luna... Ahora"—Estas palabras... ¿Por qué se me hacen conocidas?
—Namu, te extraño.
—Y yo te extraño más, cariño, pero recuerda que estamos bajo el mismo cielo e miramos la misma luna.
Su corazón subía la velocidad de sus latidos al igual que su respiración. Sentía un nudo en la garganta, estaba a punto de llorar hasta que se dió cuenta que no era el momento.
Dejó caer la hoja y salió corriendo.
.
.
.Namjoon
Un aire frío me daba constantemente pero no quería moverme, buscaba mi cobija a tientas. Al no encontrarla me incorporé un poco, abrí los ojos o al menos intenté ya que seguía semidormido y un dolor de cabeza me dió la bienvenida.
Me sobresalté cuando ví a mi alrededor. Era el cuarto de la casa donde crecí, todo lucía exactamente igual como si siguiera viviendo aquí. Extrañado asomé mi cabeza preocupado de ver a mis padres.
En puntillas llegué a la puerta principal sin señales de vida de que alguien se encontrara en la casa.
Corrí al departamento que rentaba con Yoongi, desgraciadamente otras personas lo habitaban. Pregunté por el pero nadie lo conocía, grite su nombre en las calles como loco... Nada.
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Sea
RandomDicen que, si se conoce a la persona correcta en la vida equivocada, el destino de encargará de juntarlos tarde o temprano. Esta es su historia. "Eres como el mar para mí y quiero beber de ti hasta que el desierto solo sea un recuerdo"