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YOONGI

-Actualmente ¿Que es lo último que recuerdas de ella?

-El Río. Cuando llegué ella estaba sentada observándolo como todos los días, pero justo en ese momento al contemplarla la volví a ver antes del accidente. No puedo lograr recordar nada más, no sé porqué terminamos si yo la amaba y la amo. No sé porque estoy olvidando todo, no sé nada Yoongi.

Ante tales palabras, no sabía cuánto más iba a soportar sin decirle la verdad. Conforme más convivía con el la culpa crecía, parecía acumularse en mi pecho; dolía. Lo cual no tenía lógica siendo quien era.

Sabía que era imposible que Namjoon pudiera verse demacrado, y aún así lograba exteriorizar sus emociones las cuales encontraban el camino a sus ojos.

- Necesitamos hablar mañana en la noche. Por lo tanto, te recomiendo que en la tarde vayas al Río.
...

Namjoon

¿Acaso es el diablo? Solo vine por que me dijo y ahora ella está aquí.

Fingir que no tenía interés en verla era más difícil de lo que creía ¿Que tal si el plan de Yoongi no funcionaba? Tenía miedo de que no le agradara nunca, nervios de verla irse sin vacilar, preocupado de olvidarme hasta de ella.

Tal vez llegaría un día dondo ambos caminemos por la misma calle, pero esta vez ninguno se reconocería. Ella no me tendrá para decirle en cada oportunidad lo hermosa que se ve, ni cuánto la amo después de enredar mis dedos con los suyos. Yo ya no tendría esas noches dónde me leía las partes de nuestros libros favoritos, o sus brazos alrededor de mi cintura mientras posa su cabeza sobre mi pecho.

-¿Por qué lloras? Creo que se hará costumbre entre nosotros.

Al reaccionar mi respiración se volvió inestable, dejé salir el aire que contenía inconscientemente. Limpié mis lágrimas con la manga de mi gabardina e traté de no mirarla hasta regresar a mis sentidos. Sabía que si en este momento lo hacía iba a perder el control.

-Estaba recordando algo.

Conforme oscurecía, el viento soplaba más fuerte, ninguno hablaba pero el estremecimiento que nos causaba el frío era evidente y aún asi ella seguía a mi lado.

-¿Que recordabas?

A ti.

-A alguien que amaba -me encogí en mi asiento.

-¿Tienes novia?

Inevitablemente busque sus ojos, aunque no fue necesario por que los suyos ya estaban ahí, quería creer que en la espera de los míos.

-La tuve. Se fué, y ahora no me recuerda debido a un accidente.

Estaba seguro que no iba a saber que responder; siempre se le complicaba confortar a las personas. A veces podía decirte las palabras mas bonitas del mundo y en otras ocasiones su torpeza para hablar te sacaba una sonrisa.

-¿Se podrán congelar tus lágrimas con este frio?

Definitivamente se fue por la segunda.

Reí discretamente hasta que ambos inevitablemente llegamos a un punto dónde no podíamos ocultarlo.

-No, pero existe un pueblo en Rusia que ha tenido las temperaturas mas bajas con 71 grados bajo cero. Por lo cual quiero creer que si es posible -sonreí inevitablemente a su dirección.

-Pareces ser una persona inteligente.

-Ja! Te equivocas. Solo me gusta leer e investigar, pero no me considero inteligente.

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