EN MIS ENTRAÑAS | REED900

5 - WARREN

Luego de que sucediera el incidente del supermercado, pasaron un par de días hasta que Nines obtuvo por fin un tiempo libre en el trabajo. Incluso para llegar más a horario, Gavin se ofreció a prestarle su automóvil. El humano se quedaría hasta tarde en la comisaría terminando los archivos que debían concluir ambos mientras el androide visitaba CyberLife nuevamente.

Nines salió de la comisaría, se subió al auto de Gavin y marchó velozmente hasta el pequeño local de CyberLife al que había ido tiempo atrás. El sol se estaba moviendo lentamente hacia el ocaso, dejando que la oscuridad se aproxime y reine en Detroit. Pronto se acentuaría aun más el frío y las ventiscas invernales. Los negocios del centro de la ciudad comenzaban a cerrar sus puertas y la gente desaparecía sincrónicamente de las calles. A Nines poco le importaba, debía solucionar su problema, debía encontrar al señor Warren para comentarle lo que le estaba sucediendo.

Luego de unos minutos, RK se aproximó por fin al local. Este brillaba desde su interior. Era una postal muy distinta a la de la otra vez. Sus luces no estaban apagadas, todo lo contrario. En la parte superior resplandecían las letras del logo de CyberLife con un ferviente azul y destellos blancos. Nines fijó su atención a la zona delantera del sitio, claramente se hallaba abierto. Desde dentro se podían ver otros androides en exhibición junto con el personal de la tienda.

RK estaciona el automóvil cerca de la entrada y cruza rápidamente la calle.

Al entrar, un par de androides centran su atención en él. Ciertamente Nines, un modelo único, llama la atención por ser un poco más alto y poseer una contextura corporal distinta a la de los demás robots.

Nines ignora las miradas extrañas y observa a los técnicos que rondaban por el lugar. No halló al técnico que lo atendió la vez pasada pero si se encontraba Lance Warren, que al divisarlo sus ojos se iluminaron y fue directo hacia él.

-¡RK900! Hace mucho no te veía por aquí ¿Cómo has estado? –expresa el hombre con una sonrisa en su rostro.

-Buenas tardes señor Warren. Vine por un chequeo de... –fue interrumpido.

-Tú y tus rutinarios chequeos. Ven, acompáñame.

El hombre le hace seña a Nines con la mano para escoltarlo hacia la sala de ajustes. RK lo sigue a pesar de conocer con exactitud la ruta.

Al entrar a dicha sala, se sorprende de lo ordenada que esta estaba. De nuevo, una imagen muy distinta a la de la anterior vez. Nines pudo notar que ya no hay cables esparcidos por el suelo y que todo parece estar perfectamente organizado dentro de distintos contenedores.

-Parece que mejoraron un poco las cosas por aquí –dice Nines mientras se acomoda en la camilla de asistencia.

-Sufrimos un robo hace poco y tuvimos que reorganizar todos los componentes. Pero bueno, eso no es importante ¿Quieres desactivar tu piel para que podamos comenzar? –pregunta el humano.

-Señor Warren hay algo que debo comentarle...

-Lo que sea 900, solamente dime –contesta el técnico amablemente sin siquiera sospechar de la grave situación en la que estaba envuelto Nines.

-Veras... la semana pasada vine aquí y...

-Espera ¿Qué día viniste? Nadie me dijo nada, se supone que soy tu técnico de cabecera.

-Fue el miércoles a las 18:42 PM –contesta Nines rápidamente. Por suerte para él, su memoria es impecable. Puede recordar cualquier acontecimiento con altísimos detalles en cuestión de segundos.

-Imposible RK900, la tienda no estuvo abierta ese día.

-Claro que sí, me atendió otro técnico cuando te fuiste a la reunión con los ejecutivos de CyberLife.