EN MIS ENTRAÑAS | REED900

7 - TU DESTINO EN MIS MANOS

RK tenía que admitir que el tipo corría rápido, quizás más de lo esperado.

John se apresuró a dejar de transitar los senderos vistosos del parque para adentrarse más y más a zonas boscosas. Aquel parque era sin duda amplio, ocupaba varias manzanas de la ciudad. Por lo general, los ciudadanos de Detroit asistían a él los fines de semana o para pasar un rato en familia, pero ahora estos salían huyendo al ver toda la escena que estaban causando el humano y el androide.

Nines veía como el sospechoso arrojaba las personas que caminaban por los caminos a fin de escapar más pronto. Vio como rápidamente, este saltó una cerca de madera y avanzó perdiéndose entre árboles y vegetación. Nines hizo lo mismo y comenzó a correr a través de la maleza. Giró su cabeza un segundo y Gavin no lo seguía, por lo que pensó que quizás el humano había ido por la patrulla para continuar con la persecución desde las calles.

John Sommer corría y corría, evitando lo más posible de no dejarse arrastrar por las ramas de los árboles que sobresalían. Escuchaba a Nines detrás suyo, siguiéndolo como animal furioso a punto de envestirlo. Si no pensaba un plan rápido, sería atrapado. Nadie puede superar la velocidad de un androide, es como si tratase de competir contra un medallista olímpico. Rk900 básicamente había sido diseñado para atrapar criminales.

Humano y máquina continuaron la ruta unos minutos más hasta que John se topó con una zona amplia, el parque había finalizado dando de nuevo la bienvenida a la civilización. De pronto los edificios y casa se hicieron presentes. Afortunadamente para el sospechoso, Detroit cuenta con una infinidad de casas abandonadas y callejones secretos. De conocerlos bien, cualquiera podría esconderse fácilmente en ellos, de lo contrario te perderías o te encontrarías con una calle sin salida.

Nines vio como su presa giro en una esquina y se perdió entre el laberíntico espacio de suburbios. Algo que seguramente desconocía el humano, es que RK cuenta con un mapa virtual increíblemente exacto en su software. Le sería imposible extraviarse. Es como perseguir a un delincuente dentro de su propia casa, Nines conoce cada rincón de Detroit.

John Sommer en el fondo era consiente que no contaba con oportunidad alguna. Al girar en la próxima esquina, se topó con una calle sin salida. No tuvo posibilidad de pensar en otra estrategia, que el androide ya estaba encima de él.

Intentó zafarse lo que más pudo. Arañaba y golpeaba a Nines, poco daño provocaba. Nines empujó su pecho tirándolo al piso e inmovilizándolo. A ese punto, ya estaba cansado de tanto correr, la adrenalina humana en su cuerpo se había agotado. En esos momentos deseaba contar con una batería infinita, tal y como un androide para levantarse y salir huyendo del sitio.

Probó suerte tratando de desenfundar su arma. Mientras huía le había sido imposible ya que esta estaba oculta entre sus ropajes. Si se detenía un segundo a buscarla, el androide cortaría la distancia entre ambos y lo atraparía. Al final esa idea resultó ser mala, de todas maneras ahora se hallaba en el suelo tratando de liberarse.

Nines se dio cuenta del intento por dispararle y tomó de la muñeca del hombre quebrándola y haciendo que este soltara la pistola. Rápidamente la tiro a un lado, mientras escuchaba los alaridos de dolor.

RK900 no tendría piedad, no aguantaría sus ganas de deshacerse de ese sujeto. Llevaba acumulando su rabia hacía mucho tiempo y aquella era una oportunidad perfecta para desquitarse. Para aliviar la ira que atormentaba su sistema.

Soltó la muñeca del delincuente, ahora hinchada y de forma extraña para tomarlo del cuello. Nines colocó su rodilla en el estómago del humano y comenzó a golpearlo en el rostro. El tipo apenas podía reaccionar o moverse. Literalmente el androide lo había inmovilizado con la pierna y la mano en su cuello. No podía apartarse, menos mientras este lo golpeaba.