Luego de irse de la escena del crimen y de esconder la prenda de Nines en su vehículo, Gavin marcha directo a su hogar. El día había sido completamente estresante desde el principio y su mente le rogaba un periodo de descanso. La cabeza le latía y los ojos le lagrimeaban. El castaño pensó que incluso había enfermado ya que los mareos y el dolor de cabeza eran demasiado intensos.
Aun no tenía noticias del androide, este no había devuelto las llamadas o mensajes. Gavin no sabía si RK estaba en la comisaría, en el departamento o quién sabe donde. Había dejado de insistir con las llamadas, en algún momento se cruzaría con Nines. Gavin estaba decidido a hablar con el androide por lo que sería paciente hasta que el susodicho aparezca tarde o temprano.
Esa misma noche, mientras el castaño se hallaba mirando televisión, el chirrido de la puerta principal abriéndose se hizo presente. Nines entraba a la casa con su característico rostro completamente neutral y apático. Este mira a Gavin y el castaño le devuelve la mirada.
Gavin sabía que Nines lo conocía demasiado bien y podía anticipar cualquiera de sus palabras. Sabía que era demasiado transparente y que decía mucho con solo una mirada. No le sorprendió cuando el androide remplazó rápidamente el azul de su led por un rojo intenso. De alguna manera estaba previniendo el regaño del menor.
-¿Dónde estabas? –se apresura a preguntar Gavin.
-En el trabajo, fui a buscarte y no te encontré.
-Que curioso porque no te cruce en toda la mañana ¿Por qué no apareciste?
-Si lo hice, solamente que más tarde. Eres tú el que se fue antes –se excusa Nines.
-Tuve un caso de homicidio, luego de eso decidí volver a casa.
El androide podía percibir cada vez más tenso el ambiente, caminó hasta la cocina y simuló preparar una bebida de thirium. Gavin detecta el movimiento de evasión, se levanta del sillón y persigue a RK hasta posicionarse enfrente suyo.
-¿Sabes lo que halle en la escena? ¿Lo sabes o quieres que te lo comente? –pregunta el castaño. Su mirada era cada vez más acusatoria y el seño de su frente se veía cada vez más marcado.
-Claro que no lo sé Gavin, no leo tu mente.
-Ohhh claro que lo sabes ¡Si que lo sabes!
-No me grites –comenta Nines con su led parpadeando en tonalidades anaranjadas y rojas.
-¡Como quieres que no te grite! ¡Nines, halle tu estúpida chaqueta ensangrentada en la escena! Y dime... ¡¿Qué demonios hacía allí?!
-Tú no entiendes nada.
-¡Entonces dime, explícame por qué estaba tu ropa allí! ¿Tú mataste a ese sujeto? ¿Crees que soy idiota?
-No quiero hablar de eso ahora –contesta RK entrando al dormitorio y cerrando la puerta tras de si.
-¡¿Y de qué quieres hablar? ¿De las cosas que guardas debajo del mueble de la cocina?! –pregunta abriendo rápidamente la puerta.
-¡DEJAME TARNQUILO!
-¡No Nines, no pienso hacerlo! ¡¿En que demonios andas metido?! ¡DIMELO! ¡HABLA DE UNA MALDITA VEZ!
Gavin se para enfrente del androide y lo toma por los hombros. La respiración del humano estaba agitada, su cuello y rostro ardían de la furia. Gavin se hallaba tan enojado que incluso pequeñas gotas de sudor comenzaron a emerger de su piel. Aunque el caso de Nines tampoco era muy distinto, en su rostro ya no brillaban aquellos conmovedores ojos cristalinos y azules sino que habían sido remplazados por una mirada de ira y furia absoluta. Su cuerpo temblaba y su led titilaba fervientemente.
-¡YA DEJAME! –Nines se aparta de Gavin empujándolo hacia un costado. Este no tarda en reaccionar volviéndolo a tomar del brazo, esta vez de forma más violenta.
Sin dudarlo, RK lo empuja con más fuerza hasta lograr que el menor caiga al suelo. Pero Gavin no es ningún niño, se levanta y da un fuerte golpe a Nines en el pecho. Y lo que pretendía ser una conversación sincera termina de esa manera, con empujones y puñetazos.
El detective se posiciona sobre Nines, lo había golpeado en el rostro y ahora un poco de sangre azul corría de su nariz. El androide había soportado varios de los golpes del humano tratando de esquivarlos. Gavin estaba errático, su corazón latía demasiado rápido y llevaba acumulando ira hace demasiadas semanas. Le gritaba a Nines una y otra vez exigiendo respuestas pero este permanecía callado.
Pronto Gavin sabría que enfrentar a 900 de esa manera quizás fue una mala idea. Nines aguantó por un tiempo la furia descontrolada del humano pero no lo suficiente. Él también libraba una lucha consigo mismo, su software y sistema se hallaban completamente alterados. Su inestabilidad iba en aumento. Una parte de él deseaba actuar y defenderse pero otra comprendía que si tomaba esta opción lastimaría a Gavin.
Pero finalmente aquel ser malvado y fogoso que estaba tratando de evitar, se hizo presente. Nines toma ambos brazos del humano haciendo que este se quite de encima. Reacciona rápido y sin dubitar. Tira a Gavin al piso y junta sus brazos por detrás de su espalda. Esto último fue con tanta fuerza que el castaño aúlla de dolor.
-¡¿Qué haces idiota?! ¡NINES! –alcanza a decir Gavin antes de que el androide apriete más sus muñecas.
Nines quita el cinturón de sus pantalones y los utiliza como amarre para las muñecas del menor. Este pataleaba y se retorcía pero RK sostenía su cuerpo para que no se moviese.
-¡SUELTAME AHORA! ¡¿Te volviste loco?!
Nines levanta el cuerpo de Gavin y lo posiciona contra la pared. Luego de estar peleando por unos minutos, el humano había comenzado a agotarse. Gavin no era una máquina con energía infinita, además aquel día sin duda ya lo había dejado cansado física y mentalmente. Haría falta mucha más fuerza para tan siquiera defenderse de Nines. El detective sabía que tan resistente era el androide, sabía que dicho podía inmovilizar fácilmente a cualquier humano o máquina.
-Lo siento Gavin –alcanza a decir RK antes de darle un fuerte golpe al humano. Este fue seguido por otro más y luego otro. De la boca del menor comenzó a brotar sangre junto con un gemido de dolor.
Fue un cuarto golpe el que callo al humano. Gavin quedo desmayado en el suelo, quizás con más de un diente roto. De su boca salía sangre y su rostro estaba más que pálido. Ya no pataleaba ni gritaba. Más bien se asemejaba a un maniquí inerte y sin vida. El androide se hallaba parado a centímetros de su rostro. La palabra arrepentimiento giraba en sus circuitos cerebrales. Observó sus manos por un momento, en sus dedos había sangre carmesí. El centro de su pecho ardía y bombeaba, una inestabilidad que jamás había experimentado antes.
Notas:
Como ahora estoy de receso veraniego, subiré capítulos más seguido (además actualizaré el libro de ONESHOTS próximamente). Si alguien llego hasta este capítulo muchas gracias ❤
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EN MIS ENTRAÑAS | REED900
Ficção Geral¿Hasta dónde llegará Nines para satisfacer sus deseos más macabros? El software de RK900 se altera por completo. Un lado perverso y frío se apodera de él, cambiando su personalidad y la relación con Gavin. Advertencia: violencia explícita/escenas +...