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K me bese el cumpleañero.

Anne

Dos, un simple número. Pero no era tan simple cuando te dabas cuenta de que ese era el número de días que faltaban para el cumpleaños de tu novio. ¿Qué llevaba de su regalo? Exacto, nada.

—Anne, para de dar vueltas!!

—Tengo un maldito boceto de un dibujo y miles de pinturas al óleo, tú crees que la maldita pintura se va a secar, además su cumpleaños es el lunes, me descubrirá haciendo la pintura!

—Si empiezas ahora, la pintura se secará y yo te ayudare a que no te descubra, te lo prometo.

Respire profundo y cerré los ojos, tenía un día para terminar la pintura, si no lo lograba, estaría muerta.

subí a mi habitación por el óleo, las pinturas y los pinceles, me senté en el piso de mi balcón y comencé a pintar el boceto.

Era un dibujo de nosotros sentados frente al lago comiendo dulces, pero con pequeños detalles. Junto a mí, había un par de zapatos rosa brillantes y llevaba puestos mis patines, además de portar la flor en el cabello y Cedric la misma ropa de cuando nos conocimos.

Después de mancharme miles de veces, por fin tenía el fondo, era medio día y Cedric ya había venido a buscarme varias veces.

Esta era la quinta.

—Annie, segura de que estas bien? Llevas encerrada ahí como 3 horas.

—Si, Ced, solo que estoy ocupada, saldré en un rato más, te lo prometo.

Ese rato podían ser 15 minutos o 7 horas.

Ya casi daban las 9pm y estaba a nada de terminar la pintura, si no me hubiera manchado la blusa blanca con casi todo el tubo de pintura rosa.

Maldita vida.

—Mierda...

Camine al baño y me quite la blusa, la deje en el lavamanos mojándose y regrese a la habitación encontrándome con la peor escena.

—Anne, que bueno que llegas—hablo Theo forzando una sonrisa.

—Ced...—reí incomoda.

Theo estaba tapando la pintura con su cuerpo y cada que Cedric movía la vista, él se movía para seguir tapándola.

—Todo bien? ¿No has hablado conmigo, Hice algo mal? —pregunto con el ceño fruncido.

No era la mejor escena. Venia sin blusa, del baño y Theo no lo había dejado pasar a mi habitación, era algo... sospechoso.

—No Cedric, todo esta bien solo que estuve algo... ocupada.

El asintió.

—¿Bueno, entonces te veo después? —pregunto rascando su nuca.

Asentí desesperada y en cuanto se fue saque a Theo casi a patadas de mi habitación para poder poner a secar la pintura.

Me puse mi pijama de ositos cariñositos y salí a cenar.

—Hola—salude a los amigos de Cedric, para posteriormente sentarme junto a él.

—Love, que te paso? — Cedric tomo mi cara y me miro fijamente. —Estas pálida, come algo por favor.

Me entrego su plato y sin saber que era me lo devore, moría de hambre.

—¿No comiste en todo el día, estas bien?

Negue.

—Estuve muy ocupada, lo siento.

—Esta bien Honey, solo come.

sonrió y me dio un beso en la frente para seguir platicando con sus amigos.

Sus amigos me pasaron por alto, ni siquiera me miraron, solo Erick que en forma de saludo levanto un poco la cabeza.

Terminé de comer y salí a caminar, Cedric me siguió.

—Que paso Love? ¿Te sientes bien?

—Si, solo que siento que sobro ahí, igual tengo unas cosas que revisar en mi cuarto te veo luego si—le di un beso en la mejilla y caminé dentro de nuevo.

Que día tan mas complicado.

Lunes 24 de junio 5 am

Pánico...

La pintura se había desparramado en una parte del lago, maldita mierda de vida.

Como pude lo corregir y me volví a dormir. A las 6 am me desperté de nuevo y me vestí lo más linda posible, aunque justo hoy era de esos días en los que cualquier cosa que me ponía no me gustaba e incluso ni siquiera quería salir de mi cuarto. Pero era el cumpleaños de Cedric, debía que hacerlo por él.

Al final, me terminé poniendo una blusa con cuello, un suéter a cuadros y una falda blanca, encima la túnica de Ravenclaw y salí con la pintura en mano.

—Crees que le guste? —le pregunte a Theo.

—Claro que le va a gustar—dijo entregándome un paquete. EL paquete.

—Qué es?

—Lo conseguí hace mucho para su cumpleaños 11 si no mal recuerdo, pero en ese cumpleaños no estuvo aquí, ¿recuerdas que se fue a su casa? Después en el doce olvide traerlo, en el 13 Snape lo decomiso y pues ahora por fin se lo podre dar. Es un disco de Nirvana.

—ES IN UTERO?

—Sí?

—Yo te lo pedí para mi cumpleaños 12 maldita!

—Eres mi hermano, ¿¿por qué te lo regalaría??

—Justo por eso!

Lo ignore tratando de unir el disco al reverso de la pintura con un moño color azul.

Lindo.

Camine al comedor, moría de hambre. Eran las 7:30 y estaba a nada de llegar al comedor cuando el idiota de Draco se apareció.

—Uy, música muggle, la sangre pura escuchando música de muggle.

—Nadie te hablo hijo de perra, quítate de mi camino y regrésame el maldito disco, me salió en 54 libras, no lo toques con tus asquerosas manos— se lo arrebate.

Me alejé lo más rápido posible de el y al entrar al comedor, supe dónde estaba Cedric, pues había una ola de gente alrededor de la mesa de Hufflepuff.

—Disculpa, con permiso, ¿te puedes quitar?

Después de pasar entre todos pude llegar con Cedric.

—Annie!

Le di un beso en el cachete y sonreí.

—Feliz cumpleaños, novio.

—Gracias, novia.

—Hice algo que espero que te guste, me tarde mucho y por eso no te hable todo el sábado, se que no es mucho, pero bueno...

—BASTA QUE LINDA PINTURA!

—También el disco es para ti.

—Ah si, In útero. Pero que linda pintura, eres la mejor, ven acá.

Me acercó a el con su brazo libre y me dio un beso en la frente, sonreí en su cuello y picoteé su comida hambrienta.

—Agarra, yo ya desayuné suficiente—sonrió entregándome su vaso y cubiertos.

Comencé a desayunar mientras Cedric ignoraba a todos admirando la pintura, en verdad le había gustado. En cuanto terminé de desayunar salí de la mesa con mi mochila seguida por Cedric.

—Me das un beso de cumpleaños?

Asentí riendo. Me pare de puntillas, el tomo mi cara por mis mejillas y me dio un beso. 

My Other Half || Cedric Diggory ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora