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No se puede cambiar el pasado, pero aun puedes arruinar tu futuro

4 años después

Cedric

¿Y si no nos aceptaban? ¿Y si éramos squibs? ¿Y sí? Y si...

—Cedric puedes para de dar vueltas por toda la maldita habitación? Me estas mareando— reclamo la fría voz de mi mejor amiga. Annie.

—¡No puedo entender como estas tan calmada en estos momentos, las cartas debieron de haber llegado ayer! — la sacudí de los hombros— AYER!

—No me estes gritando tonto, no pasa nada si se retrasan algunos días, es normal. Los animales también se cansan— respondió quitando mis manos de sus hombros.

Tenía razón, no podíamos confiar en la puntualidad de un montón de lechuzas, pero aun asi todo podía pasar.

<<Si sigues dando vueltas como un trompo por todo el cuarto te aventare por la ventana a ver si ahí también das vueltas.

Sin pensarlo me quede parado como un soldado junto a la cama y me hubiera quedado asi, si la lechuza no se hubiera estrellado en mi ventana.

—LA CARTA! —corrí escaleras abajo con Anne detrás de mí, ella de lo mas calmada.

—Anne, tu padre trajo la tuya—mi madre extendió su mano en dirección a Anne con un sobre beige y un sello morado.

—Gracias Carla—sonrió dulcemente y me jalo escaleras arriba.

Abrí la carta con emoción, sin duda seguía sin creer como Anne podía estar tan calmada y en paz.

—Elizabeth, podrías mostrar un poco de emoción, no sé, aunque sea tristeza hija.

—Sabes cuanto detesto que me digas hija! — me fulmino con la mirada.

—Lo siento, hija— me burle.

—Olvídalo.

Ignorando su cara de aburrimiento y sin expresión alguna, abrí la carta, la leí y casi la rompía si no fuera porque Anne me la arrebato.

Inesperadamente se levanto de la cama y me abrazo.

—Asi que si te emocionaste?

—Es que si no puedo cambiar el pasado mínimo puedo arruinar mi futuro y en Hogwarts— sonrió con arrogancia en mi pecho.

Le di un beso en la frente y reacciono igual que siempre, se lo limpio con el dorso de la mano.

—ALGUNA VEZ RESIVIRAS UN BESO MIO BIEN!?

—No...

Ambos reímos y nos quedamos abrazados por un buen tiempo.

Anne

Mi padre nos llamo a desayunar. Sin duda no era el día mas esperado de mi vida, pues era el último día en casi 6 meses que pasaría lejos de mi casa.

—Los llevare a la estación King Cross seguros que pueden irse solos?

—Si papá, ya somos grandes.

Le di un zape a Theo ¿cuál grandes?

—Grande tienes la cabeza, ni siquiera hemos entrado a la pubertad idiota.

—Ese lenguaje Anne!

Rodé los ojos y finalmente opiné.

—Estaremos bien papá, no hay necesidad de que nos acompañes hasta subirnos al tren.

—Digan la verdad, les da pena.

—De hecho, gracias por ahorrarnos el trabajo de herirte.

—No me hiere, yo los crie asi—dijo riendo— igual los acompañare.

Una ronda de risas fue sustituida por una ronda de taconeo bajando las escaleras.

—Saldré de compras, adios niños—hablo mi mama.

Ni un buen día o un hasta pronto chicos. Ni siquiera nos miró.

Me dolió, pero le dolía mas a Theo. Tenia mamitis, que se le podía hacer.

Le di un abrazo y terminé de desayunar para posteriormente subir las escaleras y revisar todo mi equipaje, no podía olvidar nada.

Desde mi ventana le grite a Cedric, quien después de unos segundos salió y grito que estaba listo. Ay dios, que muchacho.

Cepille mi cabello, lista para dar mi mejor cara con el resto de las personas en el tren.

Al llegar a la estación nos despedimos de Amos y Carla, papás de Cedric y posteriormente de mi papá.

—Y tu mamá? —susurro Cedric subiendo al tren.

—Ya sabes, no le nace el amor materno—sonreí triste a lo que me dio una palmada reconfortante o el intento de una, ya que casi se caía.

Le dije a Cedric que se podía adelantar sin problema, que yo compraría algo para comer y que preferiría vagar por el tren.

Mientras miraba cada detalle del tren, choque con Draco.

—Hola rarita.

—Rarita tienes la nariz, pedazo de mierda. ¿Te quitas?

—A donde vas? ¿Con tu noviecito Cedric?

—Quien...

—Cedric Diggory...— contesto obvio.

—... te hablo?

Ofendidísimo, se quitó y comenzó a insultarme mientras me iba. Dios, que mal me caía.

No sabia que me ponía mas nerviosa, si la elección de casas o conocer a gente nueva y Cedric se dio cuenta.

—Ya no estés pensando en eso, mira, ve el lado positivo harás nuevos amigos.

Un chico entro a nuestro vagón como Juan por su casa y se sentó.

—Ehh, hola?

—Oh, lo siento, creí que no habría problema si, bueno, ya saben, entraba.

—Oh no, no lo hay.

—Que? Claro que lo hay...

Recibí un pisotón de Cedric indicándome que me callara.

—Que te pasa hijo de...

—Deja que se presente—me miro con una cara que hasta daba miedo.

—No creo que haya necesidad, parece que en todo el mundo mágico me conocen—dijo el niño.

—Que? Yo no. No te creas tanto...

—Yo si y ella solo esta bromeando, ¿eres Harry Potter no es asi?

El asintió y me miro feo.

—¿Qué hice? De verdad no te conocía, hasta ahora.

Me ignoro el resto del camino. Que infantil.

Al llegar al castillo empezó la ceremonia de elección. La profesora Mc Gonagal, la subdirectora nos indico que cada que nombrara alguno de nosotros teníamos que pasar a sentarnos al pequeño banco.

Los nervios me iban a matar a media ceremonia, ni siquiera escuche en que casa había quedado Cedric, hasta que la voz fuerte de la señora en frente mío me llamo.

—Nott Anne

Caminé casi cayéndome y la voz en mi cabeza me empezó a decir cosas que no entendí hasta que grito mi casa. SLYTHERIN

—Bueno, nada mal—me abrazo Cedric y deposito un beso en mi cabeza.

—Supongo—sonreí abrazándolo. 

My Other Half || Cedric Diggory ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora