My Other Half || Cedric Diggory ♡

•1•

Antes de empezar con este capitulo quiero darte un mensaje.

Esta historia fue escrita hace ya casi un año y esta versión es editada, lo que quiere decir que si estas releyendo puede que algunas partes no sean iguales y que si eres lector o lectora nuevo puedas tener una mejor experiencia.

Esto empezó como una afición o algo en lo que perder el tiempo, pero al ver el alcance que tenía decidí tomarlo como una oportunidad. Sin mas que decir, espero que disfrutes de el "libro" . 

Eres o te haces? 

Anne 

Estaba en mis patines en el parque mientras comía un helado, cuando iba a tirar la basura de mi helado me caí...

— ¿Hola, estas bien? ¿Necesitas ayuda? — irrumpió un chico alto de cabello castaño claro y unos ojos hermosos que sin duda parecían un par de cuarzos.

— Oh Hola, usualmente diría que no, pero creo que si lo necesito —tome su mano y me levante sacudiendo la tierra con mi mano libre.

—Si gustas te puedo acompañar a tu casa, digo, no quiero sonar raro, pero los patines lucen pesados y...— se ofreció el chico

—Debo de admitir que suena raro, pero quien soy yo para negártelo—sonreí quitándome los patines y poniéndome mis zapatos con brillos casi nuevos.

— Por cierto, soy Cedric Diggory, un gusto—extendió su mano.

—No te pregunte, pero, aprovechando, Anne Nott un gusto— mire con disgusto su mano. Que podía hacer, no era la definición exacta de amable y mucho menos de duce, y aun menos si era con un desconocido.

Podía ser pequeña, pero no tonta.

Después de caminar unas cuadras llegamos a la esquina de mi calle, me despedí con una sonrisa a boca cerrada y caminé las cuatro casas antes de la mía, la azul, la amarilla, la verde, la blanca y finalmente la gris con dorado, la mía.

Mire atrás en busca del chico guapo y me di cuenta de que éramos vecinos, no pues no vaya a ser. ¿Qué más universo? ¿Tiraras del cielo a Roald Dahl?

—Parece que somos vecinos— grito desde la puerta de su casa sonriente.

— De verdad? —pregunté sarcástica—Igual, gracias por acompañarme Cedric— sacudí mi mano en el aire tratando de sonar lo mas amable posible.

—Adiós Anne.

Y sin darme cuenta di paso a una amistad tan especial que fue evolucionando con el tiempo.