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Tras aquella pregunta que me sacó de contexto, me limité a negar, sin entender muy bien a lo que refería, aunque un mal presentimiento inundó mi cuerpo.

—¿No?— volvió a decir — Mejor...— fue unos pésimos segundos los que pasaron hasta que mi vista se tornó totalmente negra; Jungkook había puesto un antifaz en mis ojos y pese a que me resistí al principio; el cuchillo amenazante de su mano hizo que cediera.

—Sabes... cuando apagas uno de tus sentidos vitales, los restantes se potencian para compensar la falta del otro— un gritó salió cuando inclinó todavía más la silla, dejándome totalmente acostado. —Y lo que voy a hacer es que sientas cada cosa que haré con tu cuerpo, quiero que lo sientas completamente y explores nuevas y quizá, peligrosas sensaciones. Me describirás lo que percibes cuando te pregunte.—

Me sentía totalmente vulnerable, ahora ni siquiera podía ver sus acciones, solo podía esperar a su próximo movimiento con miedo y algo de... ¿curiosidad?

Mi cuerpo se sacudió cuando sus manos de posaron en mi mandíbula, pues el hecho de no saber dónde me iba a tocar, hacía que me sobresaltara.
Su pulgar se posó en una de mis comisuras y acarició mi labio inferior hasta el final de mis belfos, después ejerció algo de presión y deslizó mi labio hacia abajo, todo con suma lentitud.

—Tus labios me vuelven completamente loco— susurró totalmente concentrado mientras ahora se hacía paso dentro de mi boca, tocando mi lengua y dejando su pulgar mojado en saliva.

Deslizó por mí barbilla, bajando por mi cuello y deteniéndose en mis clavículas, las cuales delineó dejando un pequeño rastro de saliva, mi cuerpo reaccionó ante aquellas húmedas caricias tornándose cálido, pero seguía resistiéndome, no se hasta que punto podría lograrlo.

Ahora sus dedos se deslizaban por mí vientre de forma circular, bajando cada vez más sus movimientos, haciendo que mi cuerpo diera leves espasmos, inconscientemente, cada vez que rozaba mi ingle.

Mi respiración comenzaba a tornarse pesada y sentía un calor subir a mis mejillas, esparciéndose por todo mi rostro.

—Me fascina el fuego— dijo de nuevo —¿Eso no sale en mi historial, cierto?— preguntó y yo negué abriendo mi boca para comenzar a respirar por ella, pues el sofoco se hacía cada vez más agudo.

—Lo suponía... podría pasar horas observando la llama de un fuego, se mueve con tanta sutileza pero representa tanta rebeldía y fuerza, es asombroso ¿no?— dejó de acariciarme y escuché como agarraba algo del suelo. Mis sentidos se alarmaron profundamente cuando escuché el sonido de un encendedor cerca de mí.

—Ahora quiero que relajes profundamente tu cuerpo, déjate llevar...— sentí su aliento en mi oreja, esta vez, su voz se tornó en un susurro ronco, un hilo de voz sumamente varonil que hizo que mi piel completa se erizara y cogiera aire profundamente.

Alcé mi rostro y mis músculos se tensaron unos segundos cuando sentí algo caliente cayendo sobre mi piel, fueron unos pésimos instantes de calidez absoluta para luego pasar a sentir frío. Por la textura juraría que era cera de una vela.

—¿Que has sentido, Taehyung?— preguntó acariciando el lugar.

Tragué saliva y hablé con dificultad.
—A-algo muy caliente, pero se fue tan rápido... s-sentí un dolor agudo y casi al instante, no sé... sentí
t-tranquilidad— mi cuerpo reaccionó positivamente, mi erección creció.

—¿Te gusta?— preguntó acercándose a mi rostro, pese al antifaz que cubría mis ojos, casi podía descifrar cada uno de sus movimientos, era cierto que mis otros sentidos estaban mucho más atentos—¿Quieres que cubra tu blanca piel del rojo intenso de la
vela y me entierre profundamente en tí mientras gimes una y otra vez el nombre de este jodido psicópata moralmente incorrecto?— esto último, lo susurró entre dientes por la dureza de sus palabras.

¿Cómo esto me estaba excitando tanto? Dios, que me estaba ocurriendo.

Pasé mi lengua por mis labios, pues mi garganta al igual que ellos estaban secos. ¿Debería decir que sí y arriesgarme a algo peor? ¿Debía negar lo que había sentido? mierda... ¿Que coño debía hacer?

Parece que Jungkook notó esta confusión en mí, pues no esperó mi respuesta y directamente; me besó.

Al mantener mi vista nula, sentí con más intensidad el roce tan bruto de sus suaves labios, mordiendo, succionando, jugando con su lengua, haciéndole deliterar con cada moviendo. He de admitir que sus besos son los mejores que he probado en mi jodida vida, pues no estaba acostumbrado a esta brusquedad tan excitante.

Mordió con fuerza mi labio inferior, haciendo que un pequeño grito saliera de mi garganta y se separó de mí.

—Mierda, me pones tan duro Taehyung— dijo antes de dejar caer más cera sobre mi pecho, ahora la cantidad había sido mayor, inclusive rozó uno de mis pezones.

—A-ah— gemí sin poder evitarlo más. Esta vez ardió más al tocar una parte tan sensible pero como antes, la quemadura duró tan pocos segundos, pero era un vaivén de sensaciones que unidas; me hacían enloquecer. Placer y dolor...¿Será que eso es lo que siempre he buscado al no terminar de saciar mi apetito sexual? ¿Por eso me sentía tan vacío cuando llegaba al orgasmo con Jeyun? ¿Quería más que la delicadeza con la que me tocaba?

—Eso es... gime para mí, hazlo— dijo —¿Te gusta, quieres más?— preguntó de nuevo.

Mi pecho subía y bajaba, mis pezones al igual que mi polla estaban completamente erectos, la necesidad se volvía más y más torturosa, necesitaba que me tocara, joder, lo necesitaba.

—S-si— susurré desesperado.

—Ah, Taehyung...acabas de tomar la decisión de esta prueba— inclusive pude notar la sonrisa de sus labios.

Ahora, ya no había vuelta atrás.

Y esto que te acabo de narrar, fue simplemente una diminuta probada de todo lo que estaba por venir.

Sweet madness [Koøktæ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora