un amor de vaquero

pesadilla

Abro mis ojos despacio pero los vuelvo a cerrar ya que la luz me molesta. Poco a poco me voy acostumbrado y los consigo abrir. Miro alrededor y veo en una silla mi mamá dormir sujetando mi mano. Todo es blanco las paredes los muebles y me doy cuenta que estoy en el hospital. Intentó moverme pero mi cuerpo me duele horrores. Al notar movimiento mi mamá se despierta y se hecha a llorar poniendo su mano delante de su boca como si no creyera lo que sus ojos ven.

-Que pasa mamá. Porfavor no llores.

Me cuesta mucho hablar tengo la boca muy seca los labios me duelen como si los tuviera partidos.

- Sarah cariño estás despierta. Hay mi niña cuanto me alegro. Espera voy a llamar al médico.

Sale de la habitación. Miro alrededor y veo que tengo muchas máquinas pitando enchufadas a mi.
La puerta se abre y entra un hombre vestido de blanco, el cual imagino ser el médico ya que entra con mamá.

- Hola Sarah soy el doctor Valenzuela. Soy el que se ocupó de ti desde que llegaste aquí. Como te encuentras?

- Me duele mucho el cuerpo doctor parece que me pasó un train por encima. Pero lo peor es el dolor de cabeza que tengo.

- Eso es normal, pronto pasara. Que es lo último que recuerda Sarah?

- Recuerdo estar en casa de mi novio y que el me pegará. Pero no recuerdo como llegue aquí. Creo que me desmayé

- Así es. Los vecinos oyeron la pelea y llamaron la policía. Tiene que poner una denuncia señorita, sino el podría volver a hacerlo con usted o con otra mujer.

- Claro doctor tiene razón aunque se que se va ha salvar por quién es su padre.

- No entiendo - dice el

- mi novio es el hijo del senador Brown.

-ya veo señorita, pero no sé preocupe nosotros le tomamos fotos de cómo llego y hemos hecho el informe para la policía. Sólo falta su testimonio.

- Gracias doctor, espero tenga razón.

- Bueno, volviendo a su caso, tiene que saber que lleva un mes y medio en coma. Tenía un golpe muy fuerte en la cabeza. También tiene costillas rotas y el brazo. Va a necesitar mucho descanso.

No me lo podía creer. Un mes y medio en coma. Como podía la persona que más quieres, la que darías tu vida por ella, hacer tanto daño, cuando tú se lo diste todo.

Conocí a Marc en la escuela primaria cuando me vine a vivir a California tras la muerte de mi papá. El siempre me defendió de los otros chicos. Siempre estábamos juntos. Fuimos creciendo, y el se fue a vivir a un barrio de personas más ricas ya que su padre se presenta a gobernador y que sus vidas iban a cambiar. Nos  seguimos llamando. Después, el consiguió su carné de conducir y venia a por mi para ir a la playa, de fiesta, a comer o cualquier cosa. Marc empezó a estudiar abogado en la universidad y yo me fui a otra universidad a estudiar veterinaria, pero nos hicimos novios y nos veíamos casi siempre. Mi mamá lo quería mucho y sus padres a mi también. No se lo que pudo pasar para que esa noche reaccionara como lo hizo .

Vuelvo al presente al ver mi mamá sentarse en la silla a mi lado.

- Sarah que fue lo que pasó?

-No lo entiendo mamá, todo estaba bien, llegamos a la discoteca y porque alguien se me acerco, Marc se puso como loco, me llevo a su casa y ahí siguió tomando y ya empezó a pegarme. Parecía un loco. Tuve mucho miedo mamá.
Que voy a hacer ahora? El no va a ir a la cárcel, lo sé. Y si consigue entrar no se quedará mucho tiempo

Me heche a llorar sin consuelo. Mi mamá acariciaba mi pelo y me quedé dormida.
Unos golpes en la puerta me despertaron. La puerta se abrió y entraron dos policías.

- Buenas noches señorita, venimos a ver cómo se encuentra y para que usted pueda hacer su denuncia.

Durante la hora que siguió les conté todo lo que recordaba a los dos policías.
Cuándo se fueron me trajeron la cena y me dijeron que mi mamá había ido a casa porque tenía cosas que hacer y que volvería mañana. Momentos después me quedé dormida.

Esa noche no dormí muy bien ya que mi cerebro,me hizo recordar todo lo que pasó esa noche y desperté chillando. Dos enfermeras entraron corriendo.
Yo me había levantado de la cama y estaba en una esquina con las piernas subidas al pecho llorando y chillando. Las enfermeras intentaban tranquilizarme pero todo era en vano . Tuvieron que llamar a un guardia de seguridad para que me sujetará mientras ellas me hacían un inyección y me tranquilizaba poco a poco. Me ayudaron a meterme en la cama, y me quedé de nuevo dormida, mientras me decían que todo iría bien. Y eso esperaba.

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