- Hola- dice Sam
-Hola, pequeña, qué tal as dormido?
Todavía no sé a dado cuenta que no estamos solas.-Bien, Lucky es un buen cojín. Se ríe
De repente abre los ojos como platos.- Disculpa, no te había visto - le tiende su mano a Steven- yo soy Sam.
- Hola Sam - le dice con esa sonrisa que tiene con sus dientes blancos y perfectos - yo soy Steven, me han hablado mucho de tí.
- Seguro que nada bueno -dice sonriendo y abrazándome.
- Claro le he dicho lo mucho que roncas, que pareces un oso panda cuando te levantas o una bruja con tu pelo enredado por la mañana. Nada grave no te preocupes.
Ella me mira con los ojos y la boca abierta, como viendo algo que no puede ser real.
Steven y yo nos partimos de la risas, y Sam se da cuenta que es una broma y me da con su puño cerrado en el hombro.- Oye no te burles de mi. Bueno, que hacen aquí?
- Pues mira Steven vino a presenciar el nacimiento de esta hermosura, ya que el es dueño del papa de esta preciosidad.
- Madre mía que cosa tan bonita. Lo podremos llamar Harry Potter- se ríe-La miramos para que nos explique. Sacude la cabeza.
- Es que no saben quién es Harry Potter. No voy a entrar en detalles, pero ese chico tiene una marca en la frente como si fuera un rayo. Lo entienden.
- Vale, vale si ya hemos comprendido. Bueno Sam puedes ir a casa a dormir un rato son las cinco y media y tienes que estar cansada.
- Te lo agradezco, pero de verdad no estoy cansada. Pero bueno si te quieres quedar a solas con este vaquero tan guapo solo me lo puedes decir ,sabes.
Madre mía la voy a matar. No acaba de decir lo que he oído, no puede ser cierto. Me tapo la cara con las dos manos. Si antes está colorada ahora tengo que estar por encima de ese color si existe.
Miro hacia Steven y veo un ligero rubor en sus mejillas tambien. El toca su sombrero con nerviosismo. Sam nos mira a los dos y se pone a reír cómo una loca. Esto me lo va a parar.- Vale bicho malo, si no quieres dormir, puedes ir a casa y traer café porfavor.
Me giró a Steven- Quieres algo de comer o otra cosa.
- No gracias Sarah. Quiero probar tu tarta si no te molesta.
- hay no, no para nada.
Sam me mira con una mirada pícara. Y sin que Steven se de cuenta, está alza sus pulgares hacia arriba.
- Bueno tortolitos os dejó, dentro de un rato vuelvo. Ya haré ruido al volver no se preocupen.
Le doy con mi sombrero en la cabeza y está sale corriendo.
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un amor de vaquero
RomanceSarah a sido golpeada por el que ella pensaba ser el hombre de su vida. Steven fue abandonado por la madre de su niña de tan solo très meses. Después de haber sufrido en el amor tendrán suficiente valor para enamorarse de nuevo?