veterinaria

3.1K 219 8
                                    

Al día siguiente, me levanto temprano, ya que esa es mi rutina y salgo a correr.  Al cabo de las dos horas, vuelvo a casa . Son las ocho de la mañana, y cuando entro me encuentro con Pilar la persona que se ocupa del hogar y de la cocina, hablando con mi abuelo.

- Buenos días, pero que haces ya levanta, pensé que estabas durmiendo.

- Buenos días, no Abuelo he salido a correr. No puedo estar en la cama. Yo soy de madrugar.
Voy a la ducha ahora vuelvo.

- Vale hija, no tardes tengo que hablar contigo.

- No me tardo, ya regreso.

Subo, cojo mi ropa ,

Subo, cojo mi ropa ,

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Y entro al baño. Me doy una ducha rápida y me visto con unos vaqueros, una camisa a cuadros y mis queridas bottas. Cojo mi Stetson blanco y bajo a desayunar. Entro a la cocina y veo Pilar hablar con el abuelo de nuevo pero al verme Pilar se pone colorada. Sera que tienen algo estos dos. Tendré que averiguar, harían una bonita pareja.

- Que quieres desayunar - me pregunta Pilar- huevos , bacón...

- Nada de eso Pilar no te preocupes, yo soy más bien de café y tostadas. Pero ya me sirvo tranquila.

- Vale pues voy a seguir con lo mío mientras tanto.

- Gracias Pilar- dice mi abuelo- Bueno hija quería hablar contigo de la yegua que te hablé ayer, sabes la que va a parir.

- Si abuelo que pasa

- Pues verás me gustaría que la revises parece que el parto sea para esta noche.

- Claro no hay problema, pero tampoco le quiero quitar el trabajo a tu veterinario. Pensaba hablar con el por si necesita una asistente por lo menos un tiempo hasta que encuentre algo mejor.

- Pues hablando de eso, ya he hablado con el y ya que el hombre tiene una cierta edad no le viene nada mal una ayuda. Sabes el vive en Dallas y muchas veces no puede atender el ganado de esta zona con rapidez ya que está a una hora de aquí. Así que me ha dicho que por el encantado de saber que tu podrías hacerlo. Pero ven conmigo.

Salimos a la calle y sigo al abuelo hasta detrás de donde se encuentran los establos. Llegamos a una casa pequeña, en la cual encima de la puerta hay un letrero que dice veterinaria. El abuelo se para delante de la puerta y se gira hacia mí.

- Que bien tiene aquí un despacho - digo

- Si aquí hay un despacho, pero no es de quien tú crees, ves esa cortina en la pared, bien pues si estiras de ella verás un letrero en el que pone el nombre del dueño de todo esto.

Miro a mi abuelo sin entender, voy a la cortina y estiró de ella y aparece en la pared un letrero escrito muy bonito en el cual pone,
                                                              clínica veterinaria
                                                                            De
                                                             SARAH DE LA VEGA

un amor de vaquero  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora