s e i s

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—¿Mila? —preguntamos al unísono con la Mara.

—Aquí está su Milanesa —dijo la pelirroja y se tiro a abrazarnos.

—¡Por fin te conozco! —grito la Mara, casi me cago el oído.

Empezamos a saltar como weonas y por falta de aire me tuve que separar, ¿por que son tan altas?

—Me dejan sin aire —me reí y me tiré viento con la mano.

—Ven para acá pequeñita —dijo la Mila abrazándome otra vez.

—¡Elian! —grito la Mara y la mire, un mino alto de pelo castaño la abrazo y la alzó para comenzar a darle vueltas en el aire.

—Aw —dijimos al unísono con la Mila y nos reímos.

Se acercaron a nosotras y el Elian me quedo analizando.

—¿Valita eres tú? —preguntó haciéndose el weon y me reí

—¿Cara de guanábano eres tú? —dije y me abrazo.

—Que eres chiquita weon, ay muero de ternura —me desordeno el pelo—Pareces un minions.

—Viste que es tierna —dijo la Mila uniéndose al abrazo.

—¿Tierna está weona? —se rio la Mara—Esperen a que le den los weones nomas, es el mismísimo Satanas en persona —se unío al abrazo.

Cuatro weones abrazándose en el terminal, que lindo.

—Cabros, ya vamos que saldrá el bus —dijo la Mila deshaciendo el abrazo grupal, bucha estaba cómoda.

—¿Ya compraron los pasajes? —preguntó la Mara

—Si po, ahora hay que correr —contestó el Elian tomando de la mano a la Mara y tiro de su brazo para comenzar a correr

Con la Mila nos miramos pero nos dio paja correr así que caminamos nomas mientras conversamos weas al azar.

Llegamos al bus que gracias al pulento no es un Turbus.

—¿Cuanto falta para que salga el bus? —le preguntó la Mara a el loco del bus

—Diez minutos señorita —le contestó el loco que sube las maletas y le pasó ese papelito culiao con unos números.

Le pase mi maleta y obvio salude al cabro antes po, me pasó el papelito que tiene esos números y caminé hacia los cabros.

—Espérenme po —dije corriendo y llegue a su lado.

—Pense que venías con nosotros —me webio el Elian.

—Elian te voy a cortar los cocos, sígueme webiando nomas —lo amenace.

—No po, Valita preciosa —me abrazo y me reí.

—Cualquier wea se los cortamos juntas —me susurró la Mila.

—No, quiero estar luego con mi Lucas para que me defienda de ustedes, estoy en peligro aquí —dijo terrible urgido.

Weon, el Lucas, ay que nervios conocerlo.

Se que hemos hablado caleta, y ya nos tenemos confianza aunque llevemos poco tiempo hablando, pero es como si nos conociéramos de toda la vida, estoy más nerviosa que cuando hago una prueba.

Las manos empezaron a sudarme y un dolor de guata se hizo presente, hasta ganas de ir al baño me dieron, pero na, son los nervios nomas o un peito atravesado.

—¿Doritos o papas? —me preguntó la Mara.

—¿Como chucha me haces elegir entre esos dos? —me cruce de brazos.

—Hay que ahorrar po mija —alzó las cejas.

Puxa oh.

—Nosotros compramos doritos, ustedes compren papas y ahí nos repartimos —dijo la Mila.

—Alfin pensaste, polla—el Elian le pegó un wate.

—Ay weon, mi pelo —se quejó y le devolvió el wate.

—Marita preciosa —la mire con ojitos del gato con botas.

—¿Que wea queri? —pregunto, tan amable que es la culia.

—Si de casualidad quisiera comprarme una Monster, de casualidad nomas, ¿me acusarías a mi mamita?

Mi mamá no me deja tomar Monster porque se me acelera la cuchara, pero es tan rica y hace tiempo que no tomo, que podría correr ese riesgo..

—Obvio que si te acusaría, Valentina, y no, te vas a comprar eso, sabes que te hace mal —dijo sería.

—Pucha —hice un puchero y me dio un beso en la mejilla, pago las cosas y fuimos a donde los cabros.

—¿Como chucha dices que Harry Styles es mejor que Chayanne? —dijo exaltado el Elian.

—Si po, además Harry está asi —hizo un gesto de 10/10.

—Oh por Dios, agárrenme que me desmayo —dramatizo el Elian.

—Parecen viejas culias —dije sin pelos en la lengua, me miraron ofendidos tocándose el corazón.

—Solo dire que amo a Chayanne —dijo la traidora de la Mara.

—¿Viste? Chayanne es el mejor, vamonos Mara —el Elian se dio media vuelta y empezó a caminar como una diva.

—Soy Team Harry, sorry —dije y la Mila se puso a saltar y chillar.

El Elian me miro con la boca abierta, se puso la mano en el corazón y se limpió una lagrima falsa.

—Valita, yo te amaba weon, adiós tontitas, mi amor vámonos que no tenemos nada que hacer aquí —le dijo a la Mara y la ya antes nombrada se subió a su espalda repentinamente.

Uy.

Se callaron de hocico conchetumare.

Con la Mila nos cagamos de la risa y toda la gente nos mira como si estuviéramos locos, en este momento me importa un pico lo que piense la gente culia.

Después de estar varios minutos riéndonos de los cabros, los ayudamos a pararse y caminamos hacia el bus antes de que nos deje, yo me sente con la Mila y el Elian con la Mara, estos se van a comeer.

—¿Cachai la química que tienen? —me susurró la Mila y se rio despacito.

—Si weona —susurre de vuelta y sonreí.

—¿Te puedo preguntar algo? —se echó una galleta a la boca.

—Ya lo estás haciendo —me reí

—Ya pero otra —solo una risa nasal—¿Te gusta el Lucas? —subió y bajo las cejas.

—¡¿Que?! —grite y varios me miraron, ay que vergüenza—No, imposible —me reí.

—¿Por qué imposible? —frunció el ceño.

Eso es pa' weones.

—¿Que cosa?

—Enamorarse po —hice una mueca

Enamorarse vale caca weon, si no es correspondido sufres, si es correspondido también sufres y...agh mejor no enamorarse po, pero hay una excepción.

Enamorarse de los personajes literarios, con ellos digo si a todo.

Eso es pa' weones                             Donde viven las historias. Descúbrelo ahora