Capítulo 5.- ¿Le importo?

234 12 3
                                    

Siento que mi voz se esconde en mi garganta y no quiere salir. Él, sus ojos, su pelo castaño y medio alborotado, sus manos grandes que se apoyan en mi mesa, y esa sonrisa torcida que no me deja respirar. ¿Qué hace aquí parado delante de mí, y  por qué está mirándome fijamente?.

-Hola.- dice bastante decidido.

-Emm.. hola.- contesto intentando ocultar mis nervios.

-Oye yo...

-Estás pisando mi mochila.- lo interrumpo y lanzo la mirada al suelo.

-Perdona.-responde un tanto nervioso y se aparta rápido.

Me alegra haber dicho esto, he quitado un poco la tensión al momento y ahora me siento más segura.

-No te preocupes.- digo mostrando una sonrisa.

-Vale.-me la devuelve.- ¿Te ha gustado la obra?.-sigue diciendo.

-Sí, ha estado bastante bien.- contesto sin saber que decir, ¿cómo le voy a decir que solo lo miraba a él? No me he enterado de nada de la obra pero sus ojos necesitan una respuesta y ,¿ quién soy yo para negársela?.

-Me alegro.- me mira a los ojos y me muestra sus dientes.

Estaba dispuesta a darme la vuelta para acabar con este sufrimiento pero me coge del brazo suavemente y me detiene, y en ese instante mi corazón deja de latir por un segundo.

-Leire, siento lo que pasó con tu amiga Amy, y siento haberte hablado así, no era mi intención. En estos últimos días me he fijado bastante en que sois muy amigas y comprendo tu reacción.- mira hacia el suelo un tanto triste y yo no sé que decirle.

-No pasa nada .- me callo un instante.- Yo también siento haberte hablado así.

A lo lejos oigo que le llaman y él se da la vuelta.

-Entonces, ¿todo bien?.- pregunta apresurado.

Asiento con la cabeza.

-Espero que podamos hablar más tranquilos otro día, ¿no?.- esboza esa sonrisa torcida de nuevo, que yo no paro de mirar.

-Sí.-sonrío levemente.

Me mira una última vez a los ojos y camina hacia la puerta donde están todos sus compañeros y justo antes de salir me vuelve a lanzar una mirada y sonríe otra vez.

Siento que el corazón se me va a salir por la boca. No me termino de creer lo que acaba de pasar. Mientras que hablábamos las manos me temblaban y todavía lo hacen. Cojo la libreta de francés y me tapo la cara con ella, sonrío tontamente y me dirijo hacia Amy como si nada hubiera pasado. No sé ni siquiera como se lo voy a contar.

-Lo he visto todo.- me dice enseguida con los ojos como platos.

-Y yo lo he sufrido todo.- respondo nerviosa debido a lo anterior. 

-¡¿Qué te ha dicho?!.- pregunta impaciente.

Le cuento lo sucedido y mis sensaciones en cada una de sus frases. Al explicárselo siento como mis mejillas se sonrojan, las palabras de Dylan en mi boca suenan muchos más importantes que hace unos minutos.La campana nos interrumpe y nos dirigimos hacia el aula de francés.

Estamos toda la clase hablando hasta que el profesor nos regaña. Tenemos que callarnos, pero estoy en las nubes, no presto atención a clase, no me interesa para nada. Solo quiero volver a hablar con él. Entonces me doy cuenta, sigo sin tener su número ¿cómo se supone que vamos a volver a hablar? No vamos a volver a encontrarnos en el instituto, demasiada casualidad. Para mí todavía sigue siendo increíble que me haya hablado y eso me hace pensar... ¿le importaré? No, es imposible. Pero esa mínima posibilidad me ilusiona.

                                        *     *     *

-Elsa de verdad, no me salían las palabras, se atrancaron en mi garganta y todo el rato me sonreía.- me pongo de pie  y salto haciendo tonterías.

-Que cambio desde el último día que hablamos ¿no?.- se une a mí, me tira al sofá y me hace cosquillas.

-¡Para, para!.- me río a carcajadas.- Fue todo muy rápido, tardé bastante en asumir lo que acababa de pasarme.- digo después de tranquilizarme.

-Me alegro tanto. Vamos a comer.- me lleva a la cocina agarrada de la cintura,  mientras yo muevo mi cabeza hacia ambos lados.

                                             

                                       *     *     *

Llega el fin de semana, solo queda esta última hora de clase para que suene la campana y no volvamos hasta el lunes.

Entra la maestra de Ciudadanía haciendo que todos nos sentemos correctamente en nuestros asientos.

-Buenas tardes chicos, hoy vamos ha hablar sobre el amor.- dice mientras suelta sus cosas encima de la mesa del profesor.-¿Quién me dice qué es?.

Nadie dice nada, así que ella decide elegir a alguien y ¿cómo no? ha elegido a la más adecuada, es decir, a mí.

-Bueno Leire, ¿qué es para tí el amor?.- me pregunta y veo que todo el mundo me observa.

-Es como un pájaro.- digo sin pensármelo.

-¿Cómo un pájaro?.- me pregunta frunciendo el ceño.

-Sí, viene, lo caga todo y se va.-respondo sin darle importancia. Toda la clase comienza a reírse y yo me uno a ellos.

-¿Por qué dices eso? El amor es muy bonito.- dice ignorando mi broma.

-Yo no estoy de acuerdo con usted, maestra, el amor puede ser muy bonito cuando es correspondido pero demasiado triste cuando no lo es.-digo, miro a Amy y bajo la mirada hacia mi pupitre.

Oigo que algunos compañeros me dan la razón, y otros susurran sobre mi opinión inventándose una nueva vida sobre mí, lógico ya que la suya es muy aburrida.

-Interesante opinión, y tú Amy ¿qué piensas sobre lo que ha dicho tu compañera?.-prosigue la Señorita Ruiz.

-¿Yo?.-pregunta.-Creo que lleva razón, puede ser bonito y odioso a la misma vez, sobre todo cuando somos jóvenes.- me mira y sonríe.

-Me ha gustado vuestra participación en la clase de hoy me gustaría que en otros temas diérais también vuestra opinión.- nos mira a las dos y sigue con sus explicaciones.

Toca el timbre y recogemos las cosas, pero la maestra nos llama la atención y nos acercamos a ella.

-Chicas, ya que tú, Amy suspendiste el último examen quiero que hagáis las dos un trabajo para subiros un poco la nota, hoy gracias a vuestra participación me habéis hecho pensar sobre este tema y además os portáis muy bien, os he puesto un positivo a cada una y confío en que os esforcéis más.-para, respira y sigue.

Nos explica que el trabajo va a ser oral y que va a tratar sobre la convivencia en pareja y las relaciones. Nos da los detalles y nos dice cuando hay que exponerlo. Amy y yo nos miramos, ella parece emocionada a mí sin embargo no me hace tanta ilusión al enterarme de que lo tenemos que decir en el Salón de Actos el día internacional de la paz.

¡¡¡¡¡¡HOOOLA!!!!!!!! ESPERAMOS QUE OS HAYA GUSTADO EL NUEVO CAPÍTULO , GRACIAS Y MILES DE GRACIAS POR LEERNOS Y APOYARNOS, NO ES FÁCIL EMPEZAR UN LIBRO Y NOS ESTÁIS AYUDANDO MUCHO, INTENTAREMOS SUBIR EL PRÓXIMO CAPÍTULO PRONTO Y RECORDAD SONREÍR SIEMPRE:)

Pensando en voz altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora