Cuidando al pequeño Minnie | VMin | Finalizada ~

Trabajo en equipo

Estaba harto. Ya era miércoles y lo peor que podía pasar había sido tener un trabajo en equipo entre diferentes facultades.
Taehyung suspiró, solo quería llegar a cuidar a Jimin. Después de haber investigado un poco más sobre la regresión de edad, comprendía que era una forma de desestresarse que utilizaba Jimin y honestamente para él también se había convertido una de las mejores formas de relajarse.
Pero ese día llegaría tarde, suspiró.
— ¡Oy, Tae! – gritó Hoseok mientras levantaba la mano para hacerle saber dónde estaba sentado.
Taehyung se dirigió a dónde estaba su amigo con una sonrisa forzada.
— Vamos, será rápido. Te aseguro que este chico nos podrá ayudar bastante y es bueno en equipo – dijo Hoseok dándole ánimos a Tae.
— Hobiiiiii, ¿cómo puedes estar tan feliz siempre? – se quejó
— ¿Qué sentido tiene estar triste siempre? Prefiero reírme – explicó soltando una carcajada.
— No siempre estoy triste, tengo mis momentos – recalcó Taehyung mientras pensaba en el pequeño Minnie.
— Entonces terminemos con esto para que dejes de quejarte de la tarea – contestó Hoseok mientras levantaba nuevamente la mano hablándole a alguien más.
Taehyung abrió los ojos sorprendido, aquel chico que estaría en su equipo era nada más y nada menos que Jimin
— Park Jimin, te presento a Kim Taehyung. Necesitamos tu ayuda para nuestro trabajo – pidió Hoseok poniendo las manos juntas a forma de súplica.
Jimin rió, no sabía cuántas veces había escuchado aquella risa pero Taehyung no pudo evitar sonrojarse.
— Supongo que puedo ayudarlos, no me molestaría – dijo Jimin.
Su voz era igual de delicada que cuando era little.
— Gracias por ayudarnos – contestó Taehyung sonriendo.
Extrañamente estaba muy emocionado por conocer a Jimin de aquella forma.
Hoseok se aclaró la garganta haciéndoles ver qué aquel momento se había puesto un poco extraño.
Comenzaron a planear lo que harían para su proyecto dejando de lado cualquier otra cosa.
El celular de Hoseok sonó repentinamente, vió el número y sonrió contestando inmediatamente.
— ¡Yoongi! ¿Cómo estás? – dijo mientras se alejaba.
Inmediatamente Taehyung notó que el estado de ánimo de Jimin había cambiado.
Recordó lo que antes le había dicho "Así solía decirme, Yoongi-hyung" y lo relacionó con aquella otra frase "mi cuidador anterior me dejó por irse a otra ciudad".
¿Se refería a Min Yoongi? se preguntó a sí mismo. Sin embargo, salió de sus pensamientos al ver qué Jimin hacía pucheros con tristeza.
Se acercó a aquel chico y con sus dedos índice y pulgar pellizcó con delicadeza aquel tierno puchero que hacía con sus labios.
— Cuack cuak – dijo Taehyung mientras hacía eso.
Jimin se rió un poco.
— Nuuu... TaeTae... – se quejó entre risas.
— Es que pareces patito cuando haces eso, Minnie – confesó el chico sonriendo.
— Pero... No hagas eso... Hobi nos puede ver... – insistió Jimin sonrojandose.
Sabía que tenía razón pero no podía evitar hacer eso con aquel chico.
— Perdón... Prometo comportarme – se disculpó Taehyung.
Pero había sido demasiado tarde, nada ponía a Jimin dentro de su little space como el hecho de estar con su cuidador aunque estuvieran fuera de tiempo de cuidado.
Comenzó a llevarse la mano a la boca y Taehyung lo detuvo.
— No, no Minnie. Tienes tus manitas sucias. – dijo buscando una excusa para evitar que hiciera aquello en público.
— ¿Po qué? Nuuuu – dijo molesto a punto de iniciar un berrinche.
— Minnie, escúchame, bebé – le pidió mientras agarraba sus manos — Vamos a jugar algo, ¿de acuerdo? Debemos de actuar como niños grandes hasta irnos y si lo logras perfectamente te compraré un dulce – le explicó Taehyung con la esperanza de que le hiciera caso.
Jimin asintió con la cabeza emocionado, poco después llegó Hoseok.
— Disculpen, se alargó la plática – dijo apenado.
— No pasa nada, Hobi. Solo creo que falta saber dónde vamos a hacer el trabajo – dijo Taehyung como si nada hubiese pasado.
— ¿Qué te parece en tu casa, Jimin? – sugirió Hoseok.
Jimin negó con la cabeza.
— No... Mi casa es muy pequeña para trabajar ahí... – mintió intentando hacer una voz normal.
— Puede ser en la mía – dijo Tae con nerviosismo, debían irse pronto.
— ¿Seguro? No quisiera ser molestia, sino pude ser en el departamento de Yoongi. Aún sigue siendo suyo y no está – explicó el pelirojo.
— ¡No! – gritó Jimin con molestia — Quiero decir... Me queda algo lejos... – aclaró algo apenado.
Hoseok asintió con la cabeza a manera de comprensión.
— Entonces será en la tuya Tae – declaró recogiendo sus cosas.
Los otros dos siguieron los pasos de Hoseok y también guardaron lo que habían sacado de sus mochilas.
Hobi se despidió yendo para el lado contrario de ellos y tanto Jimin como Taehyung suspiraron de alivio.
— ¡Lo logramos, TaeTae! – gritó Jimin emocionado mientras caminaban a casa del pequeño.
— Si, Minnie. Vamos, te debo un dulce – dijo mientras entraban a una tienda.
Jimin comenzó a ver todos los dulces disponibles que había en la tienda sin decidirse.
— ¿Qué te parece este, Minnie? – preguntó dándole un bombón en forma de oso.
— ¡Siiiiii! – gritó Jimin.
Taehyung pagó el dulce y continuaron su camino.
— Dame la mano, Minnie – le había dicho instintivamente.
Seguramente daban una impresión muy chistosa yendo de la mano mientras Jimin daba pasitos infantiles por toda la acera.
Una vez en casa, cambió a Jimin en su mameluco de oso para que se comiera su dulce, le hizo su comida y después decidieron pintar con los dedos.
— TaeTae... ¿te doy pena? – preguntó Jimin de repente.
Taehyung se sorprendió ante la pregunta.
— ¡No, Jimminie! Para nada, ¿por qué piensas eso? – dijo intentando comprender.
— Poque eso me decía Yoongi-hyung... Que le daba pena estar conmigo estando chiquito... – confesó el pequeño.
— Minnie, voltea a verme – le pidió interrumpiendo su pintura, Jimin lo vió con tristeza — Nunca me dará pena estar contigo, grande o chiquito. Te quiero tal y como eres – admitió Taehyung.
Jimin se rió y abrazó a Taehyung, éste le regresó el abrazo y luego comenzó a pintarle la cara con la pintura que tenía en las manos.
— Noooo, TaeTae – reía y gritaba Jimin divertido.
La noche llegó rápidamente mientras se divertían y como todos los días Taehyung se dispuso a acostar a Jimin.
— No te vayas, TaeTae... – pidió el pequeño agarrándolo de la mano.
— No me puedo quedar hoy, Minnie... No tengo mis cosas – le explicó.
— ¿Mañana? – le preguntó.
— El fin de semana, ¿sí? – dijo dándole un beso en al frente.
— No puedo esperar el fin de semana, TaeTae – dijo Jimin antes de cerrar los ojos para dormir.