Cuando Taehyung se presentó a aquella casa para tomar el puesto de niñero lo último que pensó fue encontrarse a un chico de su edad en mameluco sentado en el piso haciendo pucheros.
Era domingo, así que Jimin y Taehyung se encontraban dormidos abrazándose. Pensaban despertar hasta tarde, pero un hecho cambió eso. Las notificaciones empezaron a llegar de a montón. Ding. Ding. Ding. Ding. Ding. Ding. Extrañado por tanto ruido Jimin fue el primero en despertar. Tomó su celular, tenía miles de notificaciones en Facebook, WhatsApp, Messenger, Instagram. Su celular parecía que iba a explotar, ya que no dejaban de llegar. Ding. Ding. Ding. Ding. Ding. Ding. Abrió Facebook primero y abrió el bonche de notificaciones que tenía. — No, no, no, no, no, no... – empezó a decir Jimin. Taehyung se paró de inmediato, vió a Jimin sentado con el celular en las manos y los ojos llenos de lágrimas. — ¡¿Qué pasó, Jimin?! – preguntó asustado. Jimin no respondió, temblaba, lloraba y lo único que repetía una y otra vez era "No". Tomó el celular de Jimin de sus manos en su desesperación para comprender que es lo que estaba pasando. Y ahí estaba aquel post. Eran varias imágenes, en la primera se leía lo siguiente:
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Después de aquello seguían varias fotos y vídeos de Jimin mientras era Little, los audios habían sido borrados y solo se veía su comportamiento. Cada una de las imágenes tenía un pedazo de la "historia" de Yoongi con Jimin. Una historia muy enferma, retorcida y claro, inventada. Todos los comentarios de la publicación estaban llenos de odio hacia Jimin, sus redes sociales se habían llenado de aquellos mensajes tan terribles. Apagó el celular, no necesitaba seguir viendo aquello. Jimin no paraban de llorar y temblar. Lo abrazó por la espalda intentando que se calmara pero Jimin manoteaba y pataleaba diciéndole que lo dejara hasta que finalmente cedió y se dejó abrazar. Había pasado algo de tiempo para que se calmara. — Nada de eso es cierto... – murmuró Jimin después de un tiempo. — Lo sé, Minnie – contestó Taehyung mientras acariciaba su cabello. — Pero todos piensan que sí lo hice – siguió con tono triste. — Calma, arreglaremos esto. Encontraremos una manera – lo consolaba Tae. Después de aquello intentó consentirle todo a Jimin, le había preparado un pequeño postre, leche de diferentes sabores que había aprendido a hacer, más dino nuggets y todo lo que quisiera. Vieron películas y caricaturas ya que no estaba de humor para hacer algo más. Todo el día estuvo con su chupón y su mantita, había decidido no hablar por el resto del día. Al final del día lo abrazó y le cantó una canción de cuna. Al día siguiente intentaron hacer como si nada hubiera pasado y fueron a la escuela. Sin embargo, había sido el peor día de la vida de Jimin. En cuanto había puesto un pie en la escuela había notado que estaba plagada de carteles de él. Llegó a su salón y nadie le dirigió la palabra, habían rayado su pupitre con muchas malas palabras y en cuanto pudieron las personas lo golpearon, lo llenaron de una mezcla extraña de harina, agua, huevo, tomate y quién sabe que otras cosas. Después de aquello se dirigió a la facultad de Taehyung con la loca energía que le quedaba. Aquel chico había corrido inmediatamente lleno de preocupación, lo había llevado a casa para que se limpiara y después al médico para saber si aquellos golpes habían hecho más que solo ser moretones. Para suerte de Jimin nada malo había sucedido, solo le habían recetado algo para el dolor y reposo. Taehyung sabía que tenía que hacer algo al respecto, pero no sabía exactamente qué. Se encontraba abrazando a Minnie, intentando darle algo de comfort al pequeño y fue entonces que supo la respuesta. Tenía que hablar con Hobi.
