Wonderwall

742 86 138
                                    

Canción: Wonderwall

Intérprete: Oasis

***

2020

Muchos denominarían a Anne Shirley como una chica problemática.

Y sí, quizá lo era.

O quizá estaba enojada.

O quizá estaba harta del mundo.

O quizá estaba dolida.

Pero era problemática, esa era la palabra con la que la describían.

Marilla Cuthbert ya no sabía que hacer. Desde la muerte de su hermano, Anne iba de mal en peor.

No llegaba a casa y si lo hacía estaba borracha, con la ropa mal puesta y con el cabello completamente despeinado. La mujer aún recordaba la vez que llegó con un tatuaje y le gritó con todo lo que tenía. ¡Jamás le habría permitido hacerse un tatuaje!

—Ya cálmate —le respondió Anne, borracha hasta más no poder y subiendo a su habitación tropezándose con sus propios pies—. Lo hice con mi dinero. No gasté nada tuyo.

—¿Qué dinero? ¿Es que acaso trabajas? —inquirió con furia la mujer ese día.

Anne no respondió porque se quedó dormida en la escalera luego de caerse. 

Marilla la miró con enfado, el cual fue disminuyendo hasta quedar reducido a pena. Se acercó a Anne y la acomodó mejor en la escalera para luego traer una manta y taparla. No tendría la fuerza para subirla a su habitación, así que solo podía dejarla ahí. 

Su niña se estaba perdiendo y de esa forma en la que no se pueda encontrar.

No quedaba ni la sombra de la Anne que había sido hace algunos años. Y lo peor de todo era que Marilla no podía hacer nada porque la vez que le recriminó algo enserio, Anne tomó sus cosas y se fue por una semana a quien sabe donde.

Cuando volvió, estaba demacrada, delgada y con un piercing en el labio y otro en la ceja. El cabello corto hasta el cuello y por si fuera poco, tenía ropa que parecía llevar desde hace tres días seguidos.

Al graduarse de la escuela de Avonlea, Anne tenía muchos planes. Estudiaría en la universidad, se titularía en pedagogía y ahorraría para salir de viaje con su novio de ese momento, Gilbert. 

Pero no hubo universidad.

No hubo titulo.

No hubo ahorros.

Y ya no tenía novio.

No desde que el muchacho había llegado muy triste a su casa, diciéndole que le habían ofrecido una beca en Toronto y Anne se enfadara mucho, alegando que todos la estaban abandonando y que era imposible llevar una relación a distancia.

Ese día Anne Shirley terminó con Gilbert Blythe. 

La realidad era que para Anne, todos se estaban alejando.

Sus amigas estaban en universidades en otros lugares. Nunca le hablaban y si lo hacían solo era para decirle que se veía muy triste. ¿A ellas que demonios les importaba si Anne estaba triste o no?

Y ni hablar de Diana.

No se habían vuelto a dirigir la palabra desde que la pelinegra aceptó haber jugado con los sentimientos de Jerry. Anne se enfadó como nunca en su vida porque aquel chico francés era su hermano. Quizá no de sangre, pero los años juntos lo habían convertido en parte de la familia y que su mejor amiga hiciera eso solo la hacía enfadar más.

Anne whit an E, One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora