Anne whit an E, One Shots

Celos

1896

Gilbert Blythe nunca había sido un chico celoso. Era mas bien tranquilo, sereno y pocas cosas lograban sacarlo de esa serenidad. De igual forma, él no tenía sentimientos por nadie, así que cuando se dio cuenta de que le molestaba que Anne y Cole pasaran tiempo juntos, no entendió que pasaba.

Era un día nublado, como el ánimo del pelinegro. Hace dos semanas que ese malestar se posaba en su estomago al verlos tan cerca. Se preguntaba a si mismo porqué razón le interesaba tanto lo que Anne o Cole hicieran.

Llegó a la escuela y se sentó en su habitual asiento, solitario. Sacó sus libros para comenzar a leer. Los demás chicos y chicas iban llegando, hasta que la risita de Anne lo distrajo.

—¿Hoy? Lo siento, pero no podré ir —dijo Cole apenado.

Anne quería hacer una tarde de estudios, pero su mejor amigo no podía ya que ayudaría a su madre con temas de la granja. Con tristeza, la pelirroja aceptó que nuevamente tendría que estudiar sola.

La clase comenzó al entrar la señorita Stacy.

Cole, al sentarse delante para poder conversar con Anne, sintió una mirada en su espalda. Girándose, pudo darse cuenta de que Gilbert lo miraba con recelo. El pelinegro, al verse descubierto, bajó rápidamente la mirada hacia su libro.

No era la primera vez que Cole encontraba a Gilbert mirándolo de esa forma, pero las mas constantes veces eran cuando estaba con Anne.

Llegó a la conclusión él solo.

«Está celoso», pensó Cole.

Recordando que Anne necesitaba a alguien para estudiar y probablemente le preguntaría a Diana, rompió un papel, tomó el lápiz untándolo con tinta y escribió una nota. Se la pasó a Moody, quien la guio hasta Charlie, el cual se la dio a Ruby que se la hizo llegar a Diana.

La pelinegra tomó la nota, mirando a Cole que le hacía señas para que la abriera.

Si Anne te pregunta si puedes ir a estudiar con ella, dile que no. Es necesario que vaya con Gilbert. Creo que está celoso porque piensa que yo y Anne somos algo. Me mira feo.

–Cole.

Diana aplaudió mentalmente. Sus suposiciones eran completamente ciertas. Gilbert estaba celoso de Cole.

A la hora recreativa, Anne le preguntó a su mejor amiga si podría estudiar con ella.

—Perdona, Anne. Mamá quiere que la ayude a elegir las nuevas cortinas del salón —respondió la pelinegra.

—Oh, de acuerdo. Supongo que tendré que estudiar sola —murmuró Anne.

Para ella era muy divertido estudiar, pero siempre era mejor hacerlo con alguien mas.

—¡Anne! —exclamó Cole llegando hasta ellas.

—¿Ah?

—¿Y si estudias con Gilbert? Él es mucho mas inteligente que nosotros juntos y de seguro sería una compañía increíble —dijo él, emocionado.

—¡Es cierto! Además, siempre tienen el primer lugar en todas las clases. No me sorprendería que en pleno estudio hagan un debate de lo mas genial —continuó Diana.

—¿Gilbert? ¿Están locos? Probablemente tiene que tomar un tren a Charlottetown para ver a su prometida —dijo la pelirroja, negándose rotundamente.

Cole suspiró.

—No sabes si es su prometida.

—Además solo los viste juntos una vez, ¿Y sabes que estaban haciendo? Limpiando, Anne. Una persona no se enamora limpiando ni mucho menos se piden matrimonio. Solo dile. Si no acepta, intentaré hacer que mamá me permita estudiar contigo —animó la pelinegra.