Capítulo 16

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Leo y yo extendimos dos futones en el suelo del salón (aunque no me hubiera importado compartir uno) y nos tumbamos sin decir nada. Yo estaba agotado después de la fiesta, la discusión para que Rio se fuera a la cama y la posterior sesión de limpieza, así que me moría de ganas de descansar. Por el contrario, él tenía los ojos abiertos como platos, y no parecía que fuera a dormirse pronto.


–¿Qué te pasa?–murmuré, y Leo me contestó de inmediato, como si hubiera estado esperando a que yo dijera algo


–Perdona por lo de antes. Lo del...beso.–


Cómo puede ser tan mono.


–¿Me estás pidiendo perdón tú a mí?–no pude evitar reírme–Pero si te he besado yo.–


–Ya pero había presión de grupo.–parecía preocupado de verdad


–Mm...–me acerqué un poco más a él–Si te...beso ahora... ¿te creerás que es porque me apetecía?–


Sabía que me estaba jugando mucho al hacer esa pregunta y que era bastante probable que Leo se sintiera incómodo y se fuera. Y obviamente yo no quería hacerle sentir incómodo, pero...tampoco quería fingir que había sido «solo por el juego».


–...–él se quedó inmóvil unos segundos, y me arrepentí de haber abierto la boca–A mí también me ha gustado.–


–...¿eh?–


Vale, esto es nuevo.


–Perdón da igual vamos a...a dormir sí.–se dio media vuelta


–Anda...–me metí a su futón–No vuelvas a hacerte bola como un armadillo que íbamos muy bien.–lo abracé por detrás


Se sentía tan bien poder hundirme en su espalda...


–Colo...–


–¿Sí?–


–¿El...próximo fin de semana quieres...mm... que salgamos a algún lado? Los dos solos.–


–¡Claro!–lo abracé más fuerte–Me apetece mucho.–


–Es una cita.–


–...–sonreí–Es una cita.–


**


Después del sexo Hayato me prestó un cambio de ropa y nos tumbamos en su cama a descansar un rato, disfrutando de la compañía del otro. Yo no quería estropear el momento, de hecho si por mí fuera me hubiera quedado así para siempre...pero...


Tenía que decírselo, ¿no?


–Oye...Hayato...–me separé un poco de su pecho

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