Capítulo 5

46 6 4
                                    


Cuando llegué a la puerta de la residencia Tamaki aún no estaba allí; aunque no sé por qué tenía esperanzas de que alguien con esas pintas fuera puntual. Esperé unos diez o quince minutos y cuando estaba a punto de subir las escaleras de vuelta a mi cuarto y cancelar todo este circo por fin apareció.


–Ey.–eso fue todo lo que dijo a modo de saludo, a la par que terminaba de colocarse uno de los piercings de su oreja


Si hubiera quedado con alguna de mis compañeras al menos me hubieran hecho un cumplido sobre mi apariencia o algo. Pero se ve que no le da para tanto.


–Vamos.–así que me apresuré a salir del edificio


Y me di cuenta de que estaba cayendo el diluvio universal.


–Uf.–Tamaki me miró–¿Echamos una carrerita hasta allí?–


–¿Tengo cara de ser el tipo de persona que corre?–


–No mucho.–soltó una pequeña carcajada y se quitó su chaqueta de cuero–Tápate con esto y vamos por donde los edificios.–me la colocó sobre la cabeza


No voy a mentir, su perfume era...agradable.


–...gracias.–


Caminamos a paso rápido hasta el Blue Lagoon y en cuanto entramos me di cuenta de que el local estaba abarrotado. Primer viernes noche del curso, supongo que es lo que hay. Dentro de un mes la mitad de estas personas probablemente hayan dejado la universidad o se hayan mudado para hacer una carrera distinta en otro centro.


–¡Ah, mira!–Tamaki me llevó hasta una esquina del local, donde un pequeño grupito de chicos que no conocía estaban jugando a los dardos–Este es Yoneda, mi compañero de cuarto.–le puso una mano en el hombro a un tío de pelo verde con la boca tan llena de piercings que no sabía cómo podía beber sin parecer un colador–Yoneda, este es Nozomi, el de enfermería que te dije.–


¿Que le dijo qué?


–¡Ah, encantado, senpai!–


Al menos este es educado.


–Sí hablando de eso...–Tamaki puso ese tono de voz que no me gusta un pelo–¿Nos puedes sacar unas copas? ¿Porfa? Que el barman ya nos tiene calados y sabe que somos de primero.–


–...claro–dije que sí por inercia y en cuanto me di la vuelta para ir a la barra me di cuenta de lo absurdo de la situación


Yo había venido para ver a Hayato y estaba ahí comprándoles alcohol a un par de menores.


–Buenas noches, Jojo.–así que llegué suspirando


–N-Nozomi-chan...–se acercó a la barra para atenderme–Hacía mucho que...no venías...–

Blue LagoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora