Otra noche sin poder dormir, obsesionada pensando en las emociones que causan en ella, pensando en lo que sucederá la próxima vez que él vuelva. Nada parece importarle, sin comer ni vivir, mucho menos sonreír. Isolda está perdida, su vida parece terminar. Por que quisiera arrastrarse frente a los demás por él, es capaz de cambiar todo lo malo en su vida por estar a su lado, no beberá jamás, tan solo cuenta las horas para volver a verse. Jura cada noche ser diferente si él decide quedarse a su lado. Salvó su vida aquel día en que estaba a punto de morir, de no haber aceptado, esa noche sería la última. No quiere que le tenga miedo, ella no causará ningún daño.
Al cerrar los ojos vuelven las imágenes, aquellas que la hacen sentir ridícula porque cree que ya no tiene la edad para soñar con un cuento de princesas, pero jamás es demasiado tarde. Si todo este amor es real, no quiere saberlo aún, todas esas dudas, el temor invadiéndolo todo, como si una nube negra de ansiedad cayera en su habitación. Su pecho es presionado por un demonio que quiere causarle daño, como no puede derrotarla, entra por su oído, se divide en dos, una parte de él se va a su cerebro donde comienza a jugar y hacer que algunas áreas dejen de funcionar, la otra parte se pone a susurrar cosas que la hieren. Las lágrimas comienzan a caer, el demonio se carcajea por haber logrado su cometido, muerde su almohada, hoy no quiere gritar, no quiere molestar a nadie. Los quejidos no pueden evitar salir. No puede estar en paz un solo día.
Isolda vuelve en búsqueda de lo que la hacía feliz, mírala caminar con todas esas miradas sobre ella. Aún no nota la más importante, observa bien que si puedes, esta noche ella dará su mejor arte para el placer. Quita una parte de sí misma para complacer al resto, se queda sin nada si es que así lo necesitan, está bien, puede soportarlo.
Un escenario rosa en el cuál ella se sienta, posa como una princesa, una diosa para los mortales, observa la suavidad a su alrededor. Su país de las maravillas es rosa y le encanta, la mantiene viva, la mantiene fresca.
Ellos llegan en este odioso silencio de la noche, buscan incansablemente hasta que lo consiguen, los tienes rogando, suplicando por la medicina que emana tu cuerpo, una poción mágica y desconocida para muchos. Alucinan en su mundo rosa, rodeados de nubes de algodón, lo hacen sobre una suave frazada, se mueve, posa para ti.
Tan solo quiere ver el sol salir de nuevo, cuando la luz regresa todo vuelve a la normalidad. Quiere que el día nunca se termine, que la luz del sol dure para siempre porque no soporta estar en medio de la oscuridad.
Le duele, ¿Por qué ellos deben tratarla así? Al amanecer solo borró los recuerdos y vuelven a ser invisibles, envuelta en las sombras. Pocos prestan atención, pero debes observar la mirada triste cuando nadie habla con ella, si está sola debes observar bien. Su mundo rosa se ha vuelto oscuro, los hermosos seres ahora lloran sangre. Obsérvala cómo se mantiene al borde de las lágrimas cuando nadie más ve, sonríe cuando la necesitas porque no solo para el placer ella es buena, si necesitas de su ayuda ella corta un trozo de su felicidad para ayudarte a sanar el dolor de tu frágil tragedia.
¿Puedes ver su mirada pérdida al terminar? Se envuelve en la frazada, terminaste con la poción alucinógena, la has dejado sin nada, observa su cielo de algodón y diamantes mientras se imagina una hermosa vida, siempre luciendo fuerte y perfecta, vuelve al inicio y se desvanece. Esta es la última noche, entrega su vida a Dios si es que él realmente existe.
¿Desde cuándo algo que la hace feliz debe dolerle tanto? Contempla de rodillas la foto en su espejo, la ama, necesita a alguien como ella, la necesita. Aparece en sus sueños, le llama, la hace sentir suya, tú nunca me juzgas y solo quieres ser feliz conmigo, una muñeca vacía, sin nada en su interior, el atractivo es la envoltura pero si la cortas la encontrarás hueca.
¿Entonces por qué apareces en tu forma humana? ¿Este eres tú? La cuestiona, Isolda contesta de mala manera pero al parecer no lo hacía con el propósito de ofender, él tampoco la juzga, su arte le encanta, por fin lo entiende, las fotos en el país de las maravillas no solo son eso. La estética tiene el valor aquí y solo tú puedes entenderlo. Lo ha visto todo este tiempo en su espejo, no sabes cuánto ha esperado tu llegada, necesitaba de tu amor, él necesita para Iso, podemos hacer esto posible y esto termina aquí.
—¿Te encuentras bien?— pregunta Tahvo mientras abre la puerta de la habitación de Isolda.
De manera perezosa, Isolda simplemente suelta un sonido afirmando que se encuentra bien. Tahvo no está completamente seguro, no puede dejarla así. Entra a la habitación, intentando hacer el menor ruido posible para no molestar a su hermana. Se recuesta a su lado, Isolda se mantiene dando la espalda observando la ligera luz de luna que entra de una pequeña abertura entre sus cortinas.
—No quería molestarte— habla Isolda con una desgastada voz— Cada que estoy cerca de él, siento que necesito unas vacaciones.
—Se llama amor.
—Esto no puede ser amor— se niega Isolda— no tengo permitido sentir algo así. Yo no encuentro la dicha en el amor.
—¿Quién lo dice?
—Yo. Todo estaría arruinado de ser así, un desamor me puede causar la muerte. ¿Debería hablarlo con Milán?
—Nadine me ha dicho que constantemente habla de ti— revela tahvo, le sonríe a Isolda. Sabe que muy dentro, en esas emociones escondidas, le nace felicidad al oirlo.
—¿Se quedaría conmigo?
—Cualquiera lo daría todo por estar contigo.
—Pero yo no lo necesito de cualquier hombre. Necesito ese que es perfecto entre todos, solo así podremos complementarnos.
—Ni enamorada puedes dejar la soberbia de lado.
—Puede que él vea esa parte que solo tú conoces. No, es mejor seguir así— se vuelve a negar Isolda.
Perseguir todo el tiempo puede ser aburrido. Ella quisiera convertir ese comportamiento y las malas sensaciones en alegría, teme de lo que pueda llegar a hacer. Ese miedo de decepción cuando aún no se conoce del todo a una persona, pero si pudiera elegir quisiera escapar a su lado, correr ahora mismo donde él, estar a su lado, pasar el resto de la noche sin otra preocupación, sin las correcciones ni los enojos porque el guión no se está llevando a cabo como ella lo esperaba, simplemente dejarse llevar, improvisarlo, no quiere sentirse más cansada. Sin importar si los ademanes y movimientos son los indicados y corresponde a su escena, solo quiere tomar un respiro, vivir como cualquier otra persona, quizá ser una persona real en un mundo real.
Sí Milán le pidiera quedarse con él, si solo esta noche él llega a buscarla, se quedaría toda la vida con él. Si este amor es real, ambos se quedarían juntos, disfrutando de ese sentimiento. Piensa que está loca por sentirlo, le apena más teniendo a Tahvo a su lado. ¿Se burlaría si ella le habla de aquel sueño? esa época ya pasó, no pudo cumplirlo en su adolescencia, lo que todos sueñan en esa mágica edad, Isolda solo se concentraba en sobrevivir, después comenzar a sobresalir y aunque todo lo bueno que ha hecho ha sido por y para ella, aún se siente sola en esta habitación, una cama individual y los cajones sin compartir.
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Para Iso
RomanceIsolda Verona es considerada la mejor actriz de teatro en el mundo, perfecta por donde se quiera analizar. Parece no tener nada de qué preocuparse y aunque a menudo mantenga una actitud egocéntrica y narcisista con el resto, dentro de su habitación...