Aruannie || One-shots

Noche

Conducía agotado, luchaba por no entre cerrar los ojos, de lo contrario, podría ocurrir un feo accidente. Lo único en su mente era llegar a su casa, quitarse su ropa de trabajo y tirarse a su cama para quedarse profundamente dormido.

Llegó a su domicilio, estaciono su auto en el respctivo garaje y se dirigió, a paso lento, a la sala de estar de su hogar.
Apenas puso un pié en la sala, su cara desgastada empeoró aún más al notar quién estaba esperándolo.

-Armin..llevo esperandote mucho, creí que no llegarías nunca... --Una figura femenina de cabello oscuro se levantó del sofa y se acercó al rubio con intención de besarlo--

-Mikasa...¿Que haces aquí a esta hora? --Apartó su rostro, provocando una mirada desconcertante por parte de la azabache--

-Solo quería pasar la noche contigo, es que desde hace mucho que ni siquiera pasamos tiempo juntos... --Lo miró desanimada, pero él simplemente evitaba a toda costa hacer contacto visual con ella--

Ya no recordaba la última vez que él y Mikasa habían siquiera compartido algún momento juntos. Sabía la razón, mejor dicho, las razones; la primera era debido a sus respectivos trabajos, mientras Mikasa ayudaba en el negocio familiar, Armin trabajaba de tiempo completo en una muy conocida empresa, puesto de trabajo que no le proporciona muchas horas de sueño ni mucho menos tiempo para él y Mikasa.

Y la segunda, y más importante, desde hace tiempo había dejado de amar a Mikasa. El cariño por ella seguía ahí, pero ya no era tan fuerte como antes, no sabía en que momento dejó de verla con esos ojos, de un momento a otro dejó de hablarle, no respondía sus mensajes, ni siquiera le preguntaba por su bienestar como alguien mínimamente haría, nada, era como si ella ya no existiera para él.

-Mikasa, tenemos que hablar.

Habló de una vez, sentándose en el sofá, mirándola seriamente mientras ella tomaba asiento a su lado.

-Por favor...por favor, dime que no dirás en lo que estoy pensando... --Sus ojos se cristalizaban, su voz comenzaba a quebrarse, ella temía por lo que Armin estaba a punto de decir--

-Lo siento, pero es lo mejor para ambos. --Miraba inexpresivo el suelo, sin mirarla o prestar atención a sus sentimientos que ahora mismo salían a flote, aunque no de la mejor forma--

-¿Por qué? ¿Que hice mal? --Comenzaba a desesperarse, Armin lo notó, cualquier respuesta que le diera probablemente la destruiría aún más, pero debía hacerlo, debía hacerle entender que ya no había nada que hacer--

-Tu no hiciste nada, no te culpes, tu siempre trataste de salvar lo poco de nuestra relación, y eso es algo que encerio aprecio, pero...

-Andas con alguien más..¿No es así? --Comenzaba a delirar, su pregunta ya no era por querer una respuesta, más bien parecía una afirmación, como si Armin tuviese que confirmar tal cosa, algo que no iba a pasar, él no la había engañado con nadie, aunque esa respuesta talvez no sea creíble para Mikasa--

-No, no estoy saliendo con nadie a tus espaldas, es solo que...

-¡Mientes! ¡Por eso quieres terminar conmigo! ¡Quieres deshacerte de mí para irte con otra!

-Mikasa, calmate, ya te dije que no es así, ni siquiera me dejas terminar de hablar, no te he engañado con NADIE , entiendelo.

-¡¿Por qué no lo admites!? ¡Es la única respuesta a todo esto! ¡De lo contrario ambos estaríamos durmiendo juntos como la pareja que prometimos ser!