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Kol y Delilah decidieron que era buena idea tomar un baño juntos en la bañera muy lujosa de su cuarto de hotel. Tenían champán y fresas que Kol había pedido al servicio al cuarto.
Lilah estaba recargado en el pecho de Kol mientras se comía sus muy deliciosas fresas.
—Esto sabe más rico que en casa— exclamó de gusto al probar las fresas con el champán.
Kol se rio entre dientes mientras trazaba círculos con sus dedos en la espalda de la rubia.
—Y eso por eso que deberíamos quedarnos más tiempo fuera de ese pueblo trágico— hablo Kol, ya llevaba varias semanas tratando de convencerla para irse para siempre a recorrer el mundo— Te agradará Europa, Nueva York, quizás te muestre Nueva Orleans donde mi familia solía gobernar— dijo antes de llevar su copa a sus labios.
— Sería divertido he interesante viajar contigo— admitió— Pero no puedo dejar a mi mamá y a Caroline solas, aparte ya casi es mi cumpleaños y a mi hermana le encanta verme en mi cumpleaños.
Kol suspiró, ya había hablado con Liz y Caroline sobre esto y estaban de acuerdo, sabían que sacar a Lilah de Mystic Falls sería protegerla de todas las desgracias que pasaban ahí.
—Y yo ya te había dicho que tú madre y Caroline estaban completamente de acuerdo— Le recordó.
llevaban varios semanas en Portland, su plan era conocer a su familia cuando estuviera lista he irse de ahí, solo que Lilah todavía no se animaba.
—No es justo, siempre sacas el tema cuando estoy más vulnerable— lo volteó a ver haciendo un falso puchero— En el sexo o cuando estamos en la bañera completamente desnudos tomando champán.
Kol se rio, antes de volver a tomar de su bebida, la beso en la punta de la nariz.
—¡Porque se que así tengo más posibilidades de que aceptes!— exclamó empezando a besar su cuello y provocando que la chica soltara un pequeño gemido— Y tengo que recurrir a esto para que dejes de ser tan terca— dijo entre besos.
—No soy terca— dijo en voz baja con los ojos cerrados disfrutando de los labios de su novio— Siempre dices eso, estoy empezando a pensar que te molesta— Bromeó la chica.
—Al contrario, eso me enamoro de ti— la chico voltio a verlo una vez más con una sonrisa— Aunque no voy a negar que aveces e un poco molesto.
Delilah rodó los ojos en diversión al ver la sonrisa divertida que tenía Kol en su rostros.
—Eres increíble— dijo volteándose por completo y sentándose ahorcajadas sobre el y comenzando a besar su cuello.
—Oh cariño, lo se.
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