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—Kol estoy demasiada ocupada tratando de que Caroline no me mate por si algo sale mal— le comenta Lilah mientras revisa la lista que Caroline le había dado por hacer para el evento.
—Pero querida, mañana también es tu cumpleaños—Le recuerda el vampiro— No se cumplen 17 años todos los días. Debo saber que es lo que ese corazoncito tuyo quiere para su cumpleaños.
Había olvidado por completo ese detalle de mañana, había olvidado su propio cumpleaños, no tenía idea de que eso era posible.
—¿Lo olvidaste verdad?—Kol comenzó a reírse al otro lado de la línea.
—Si, posiblemente y no es gracioso— refunfuñó Lilah frunciendo el ceño, pero antes de contestas vio algo que le disgusto— ¡Hey! Esas flores no van ahí, si mi hermana me mata por su culpa ¡los perseguiré hasta la tumba!
Eso hizo reír aún más a Kol, Delilah mandona le daba un poco de ternura, no se podía tomar a la bruja Forbes enserio.
—Deja de reírte— le reclamo a su novio— ¡No es gracioso!
—Lo es, un poco—Admito con descaro—No te molestaré más, estoy seguro que tu hermana encontrará la manera de matarme si te sigo distrayendo— Bromeó— Y no tengo muchas ganas de ser asesinado por tu hermana. Así que mañana te pondrás algo bonito y bailaremos en ese evento que de seguro hubieras ganado si te hubieras inscrito.
La rubia sonrió, en este punto de su visa era demasiado feliz, lo amaba tanto, de tantas maneras posibles.
—Te vete mañana Kol— dijo cuando ve a Caroline hablando por teléfono con alguien y que se empezó a acercar a ella.
—Adiós cariño, no estrangules a nadie en mi ausencia— Y con eso colgó.
Caroline le hizo una seña para que se acercara a escuchar su conversación poniendo el teléfono en altavoz.
—Me dijo que siente algo por Damon— escuchó decir a Stefan, esto no sorprendió a la rubia para nada.
—Es imposible que sienta algo por Damon— Caroline empezó a despotricar— Voy a hablar con ella, la haré entrar en razón. Se ha vuelto loca.
—No lo se Caroline—Comenzó a hablar Lilah— Creo que es lo mejor— aseguró la rubia menor—Siempre he dicho que te mereces algo mejor Stefan.
Escucho un suspiro de él vampiro.
—Gracias Lilah, pero creo que ser un vampiro la a cambiado.
—No lo se Stefan, puede que solamente haya intensificado lo que ya era— suspiró Lilah diciendo lo que en realidad piensa.
—¿Pero y si no?—Cuestiona suspirando— ¿Creen que darle la cura hará que vuelva a ser ella?
