CAPITULO 15

72 21 1
                                    

19 de julio de 2002

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

19 de julio de 2002

Es el partido más pesado que he tenido desde que regrese, faltan cinco minutos y vamos empatados. Es la final, tenemos que ganar.

Corro con el balón cuidando que nadie me lo quite, me empujan por detrás haciendo que caiga, giro sobre mi propio cuerpo y me pongo de pie. Recupero el balón y me acerco a la portería. Varios me rodean y eso me estresa. Analizo la situación antes de dar el siguiente paso, miro el balón y lo pateo con fuerza, este entra a la portería sin ser detenido por el portero.

Los chicos corren hacia a mí, me abrazan con mucha fuerza. Escucho los dos silbatazos del árbitro, eso indica que el partido término y nosotros somos los campeones. Fuegos artificiales son lanzados al aire, por toda la cancha es lanzada serpentina del color del equipo.

Las lágrimas se me salen cuando me entregan la copa.

Corro con Daniel y lo abrazo, ambos sacamos el llanto. Alfredo se nos une y llora como un niño pequeño. Al separarnos les hago entrega de la copa.

─Este trofeo es gracias al excelente trabajo que han hecho, son los mejores entrenadores que podemos tener ─les digo con orgullo.

Por detrás nos echan encima el garrafón de la bebida energetizante. Nos ponemos a reír y todo el equipo nos abrazamos. Me duele decir que es el último partido que juego con ellos, en tres días me voy para Europa. Lo pensé muy bien y acepte la propuesta de Real Estrellas.

Los extrañare a todos, en especial a mi mejor amigo.

Celebramos en la cancha, en los vestidores y en el camión camino a mi casa. Mamá organizo una fiesta de despedida, no imagino que se convertiría en una fiesta de celebración por nuestro triunfo.

Es la primera vez que hay mucha gente en la casa y eso que no todos mis compañeros pudieron venir. Junto a Martín acabo de romper la regla de solo beber máximo tres tragos, la ocasión lo amerita y no hay ningún problema porque estoy en mi casa.

─Su atención todos ─vocifera Daniel, el encargado de la música baja el volumen─. En esta noche tan especial me gustaría decir unas palabras para Alonso ─me mira directamente a los ojos─. Hoy fue tu último partido con nosotros y lograste hacernos ganadores como lo hiciste la primera vez y en muchas más ocasiones. La primera vez que te conocí me prometiste que no me ibas a decepcionar, en tu primer partido me juraste que no ibas a fallar y nunca lo hiciste.

»Eres un chico con mucho talento y no sabes lo feliz que me hace saber que fui tu entrenador. Creciste demasiado y lograste muchas cosas en tan poco tiempo. A pesar de todos los altibajos que pasaste nunca te rendiste. En cada caída siempre te levantaste y eso me hizo admirarte. Tu camino en Malto se termina hoy, pero sabes que aquí tienes una familia y siempre te recibiremos con los brazos abiertos. Ha sido un honor haber trabajado contigo. Te queremos, Alonso. Suerte en tu nuevo camino ─levanta su copa y bebe de ella.

Entre tu Corazón y el Mío     LIBRO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora