8. Joya del recuerdo

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— Héctor ... — de repente el recuerdo de Jorge regañandolo después de emborracharse y todo el plan que ya había creado le hizo detenerse, no quería arruinar el uno porciento de esperanza que aún tenia, Héctor le miraba muy atento — No quieres saberlo, ya tengo todo controlado mejor celebremos por un nuevo comienzo, ya vez que en unos días será la celebración de Día de muertos —

— Si, es imposible olvidar algo así. Cada año que pasa recuerdo todo lo que pasó... — el mismo Héctor se había puesto algo melancólico, bajó la mirada apartándose un poco empezando a caminar, Ernesto reaccionó segundos después alcanzandolo y siguiendo el ritmo pausado de su triste caminar — Fue un desastre, si se resolvió lo de las canciones pero tú... —

A Ernesto realmente no le dolía recordar todo lo que hizo mal, ya no le dolía pues al final había obtenido de corazón el perdón de la familia Rivera lo que en realidad le dolía en esos instantes era ver a su amigo,no, más bien al amor de su vida apagado, triste por todo lo que él mismo le había hecho. Se plantó a su lado  sujetandolo del brazo con suavidad haciendo que el otro le mirara.

— Pero ya has podido salir al mundo de los vivos, pudiste y puedes ver a Miguel —

— Eso es cierto — por fin sonreía, gesto que se le contagió al músico —  ahora puedo ver que tan grande está Miguel cada año y cada año no deja de sorprenderme

— ¡Bien! ¡Piensa en lo bueno! Dejemos lo malo pasar con un buen tequila — pasando su brazo por los hombros de Héctor empezó a caminar llevándolo a la cantina del lugar.

— El tequila es un poco muy fuerte ¿no crees? —

— Tranquilo, una no hace daño, vamos —

Lleno de energía y renovada pasión llevo a Héctor hasta el interior de la cantina enseguida fue atendido por el hombre detrás de la barra quien le entregó una botella del líquido traslúcido y un par de vasos de vidrio, Ernesto soltando al mayor,sujetó la botella y sirviendo le extendió uno de esos vasos.

— Ernesto... ¿Esto no te trae malos recuerdos? — apenado sujetó el vaso, un rápido flash de la noche en que resultó envenenado nublo los recuerdos de ambos, el músico enseguida movió la cabeza como si espantara el recuerdo.

— Precisamente por eso volveremos a hacerlo, solo que está vez como siempre tuvo que terminar — sujetó su vaso de tequila y lo levanto en dirección al contrario — ¿Qué dices Héctor? ¿Nuevo comienzo?

Una sonrisa renovada adorno el rostro del mayor quien levantó su vaso haciéndolo chocar el vidrio.

— ¡Nuevo comienzo mi amigo! —

Mientras Héctor enseguida se ensarpo el vaso de tequila en la boca un dolor en el pecho de Ernesto le hizo detenerse y esque en todo el día jamás había mencionado la palabra "amigo" como una forma de sentirse cómodo y no recordar que el otro estaba casado pero Héctor quien no sabía absolutamente nada del amor que le tenía el cantante lo mencionó como si nada, y claro que a Ernesto le dolió, sujetó su traje por unos segundos y cuando notó que Héctor ya bajaba su vaso vacío se lo tomó de golpe alcanzando sus movimientos, ambos golpearon la mesa de madera con la base del vidrio separados solo por unos segundos.

— ¡Aaah! ¡Que bien se siente poder dejar todos los problemas atrás! ¿O no Ernesto?—

— Porsupuesto, y bien sabes que como una no es ninguna... —

Y esa fue razón suficiente para que siguieran bebiendo, por ahora todo estaba en orden apesar de que estaban bebiendo lo hacían con calma mientras platicaban de la vida en el mundo de los muertos y como es que podían estar bebiendo si ni órganos tenían, temas típicos que sacar incluso en una cena familiar, cabe aclarar que Ernesto siempre tuvo más aguante al alcohol que el mayor por lo que aún no sentía el golpe y tenía sus sentidos alerta, pero conforme los minutos pasaban el empeño de Héctor en decirle "amigo"

Ernector. Amorcito MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora