Clanes. (Re subiendo) terminada

➹ DOS➹

Las chicas ya estaban instaladas en la nueva casa, incluyendo por supuesto a los nuevos chicos, los cuales llevaban casi dos meses viviendo con el Sensei.

Haeri se encontraba en la mesa que tenia la terraza del jardín trasero, estaba sumida en su tarea de afiliar las hojas de sus armas. 

Si bien sabia usar cualquier tipo de armas, sus favoritas eran las armas blancas y lógicamente las armas "Ninjas".  Aun que su fuerte estaba en usar un moderno Arco y flecha, era su compañero indispensable, además que este estaba modificado, en las puntas tenia afiladas cuchillas, lo que le permitían usarlo a larga y corta distancia.

El Sensei Ryo, la había adoctrinado en la cultura del las armas japonesas en su mayoría, y esta era una total experta en ellas, aun que siempre cargaba una pistola beretta APX 9mm, era su favorita.

Jungkook: - Veo que no estas nada feliz con nuestra presencia aquí.- Hablo uno de los nuevos discípulos cuando se acerco a ella.

Haeri: - Si lo sabes entonces ¿Qué haces cerca mío? que yo sepa la temporada de adopción del Sensei acabo hace muchos años. Largo de aquí.- Ella era franca siempre y ser agradable no era algo que le interesara. 

Jungkook dio una risa de medio lado y se sentó a la mesa, estiro su mano para coger un Tantō que le había llamado la atención pero apenas acerco su mano Haeri le arrojo una estrella (Shuriken)  la cual quedo incrustada en la mesa de madera, solo a un centímetro de la mano de el chico. 

Haeri: - Toca una de mis armas y estas muertos.- Dijo con su voz fría y apagada. 

Jungkook: - El Sensei dijo que podíamos usar cualquier arma que quisiéramos.- Le rebatió el peli negro. 

Haeri: - Eso lo dice por la bodega de armamento, estas armas son mías, no son parte del inventario. Además con esa cara ¿esta seguro de que puedes tomar una arma y no volarte un pie? sin ofender pero tienes cara de idiota despistado.- Ella seguía con el trabajo de afilar sus armas, no pensaba prestarle atención alguna al chico.

Jungkook saco la glock 17 que permanecía en la funda de su pierna y la desarmo de manera muy  veloz, más que el promedio de la gente que sabia manejar estas armas de fuego. Por supuesto Haeri no se lo reconocería. 

Haeri: - ¿Crees que eso es velocidad? ya quisieras ver a Adalia manipulando un arma, antes de poder desenfundar tu arma ya tendrías una bala entre las cejas niño bonito.- 

Jungkook: -  ¿Qué tenemos que hacer para que confíen en nosotros y seamos dignos de estar en este clan?, hemos pasado por mucho, no tienes idea.- 

Haeri recogió la maleta en la que guarda sus "juguetes" y se dio la media vuelta, dándole la espalda a Jungkook. 

- Ganártelo, debes ganar tu puesto y el respeto, así como nosotras lo tuvimos que hacer desde que éramos unas niñas. Si piensas que los aceptaremos solo porque el Sensei los trajo aquí, estas en un completo error. - 

Y después de responderle, Haeri se marcho a su habitación, dejando a un pensativo Jungkook bajo el frío y oscuro cielo nocturno. 

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Mei se había levantado muy temprano en la madrugada, tenia mucho trabajo que hacer con la pronta Caza que tenían hoy, debía rastrear rápidamente a los empresarios y políticos corruptos.  Pero su tarea se estaba dificultando un poco, ya que todos los archivos estaban encriptados, los políticos Coreanos eran bastante buenos escondiendo su basura y cubriendo sus huellas, y ella no era del todo experta en ese campo.