La búsqueda del cliché perfecto (CLICHÉ 1)

Capítulo 27. Y si...

AVISO. La versión que hay en Wattpad es un borrador. Es posible que haya algunas faltas de ortografía o que el estilo no termine de estar pulido. Por favor, tenlo en cuenta a la hora de hacer valoraciones. Si quieres leer la historia corregida y con nuevas escenas te recomiendo leer la versión publicada por la editorial Fandom Books. Puedes conseguirla en librerías o en digital (enlace en mi perfil).

Las cosas se torcieron poco después.

Ocurrió como con una ficha de dominó. Una vez que cae la primera, las siguientes la siguen de manera inevitable.

☺︎●☺︎●☺︎

«¿Me está evitando? No. No es eso. ¿O sí?»

Key apenas pasaba ya por casa y siempre le ponía ridículas excusas. «Tengo que entrenar». «Los exámenes están cerca».

«He quedado con Ben». «Voy a ayudar a Hill con sus hermanos...» Desde su cumpleaños, apenas habían pasado un par de tardes juntos, y de eso hacía ya más de dos semanas. Pero, y era lo que confundía a Axel, sí que hablaban mucho por teléfono, todas las noches antes de dormir. Entonces, ¿solo evitaba estar a solas con él?

«No me toca. No como antes».

«¿Qué le ocurre? ¿Qué pasa?».

Marzo llegó con fuerza. El frío del invierno parecía resistirse a desaparecer y el viento y la lluvia se convirtieron en residentes habituales de la ciudad. El clima parecía parejo a su humor, porque para Axel ya no eran solo Lissa y Dave. Ahora sentía que Key también se le iba escurriendo de entre los dedos.

Se alejaba y no podía deshacerse de la sensación de que la peor tormenta todavía estaba por llegar.

Nada había cambiado en el instituto: Key seguía comportándose como siempre, aunque Axel lo observaba más de lo habitual. Lo miraba a la hora de la comida, le buscaba entre la marea de estudiantes en los cambios de hora, iba a verlo a los entrenamientos del club de atletismo.

El rubio seguía rodeado de gente. De Ben, Conrad, Hill; de los componentes de los equipos de atletismo, de otros estudiantes de los que Axel desconocía el nombre. Eran tantos que tenían que juntar varias mesas en el comedor a la hora del almuerzo. Axel nunca lo pillaba solo. Key siempre iba haciendo el payaso o hablando con alguien más por los pasillos y, cuando acababa el entrenamiento, solía marcharse en grupito para tomar algo en una cafetería cercana al instituto.

Key parecía conocer a todo el instituto, y trataba a todo el mundo con confianza y camaradería. Con esa vida social tan agitada, le habría tenido que costar sacar tiempo para ver a Axel todos esos meses atrás. A escondidas. Siempre a escondidas; como un par de delincuentes.

¿Qué excusas habría puesto? ¿Qué mentiras habría contado? ¿Les habría dicho, como se olía Ben, que tenía una nueva novia? ¿Les habría hablado de él, aunque solo fuera de soslayo? ¿Lo tenía presente? ¿Pensaba en él?

A ojos de todo el mundo, seguían odiándose. Seguían siendo indiferentes.

Seguían siendo prácticamente unos desconocidos.

Axel siempre sería el hermano de su mejor amigo. Nada más. Si se encontraban en los pasillos de casualidad, no se saludaban. Si coincidían en los lavabos, no se miraban. Si Key se percataba de su presencia en el gimnasio, hacía como que no se daba cuenta y seguía con sus ejercicios.

La rodillera que Axel le había regalado por su cumpleaños descansaba en su rodilla. Eso era lo más cerca que Key parecía dispuesto a estar de él.

¿Lo ignoraba porque ya había obtenido de él todo lo que quería? ¿O lo hacía porque se había dado cuenta de que las cosas se habían vuelto mucho más serias de lo que pretendía? ¿Y si le había entrado miedo? ¿Y si se avergonzaba de él? ¿Y si todo había sido una mentira? ¿Y si no? ¿Y si nunca se atrevía a decir nada? ¿Y si...?