🍂Capitulo 9

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Ahogo un suspiro, estoy abrumada por sus ojos verdosos examinandome, la emoción se arremolina entre ambos y me roba el aliento.

Recorde que si tengo un amigo que me espera, que me cuida y vela por mi. Los momentos juntos dentro del hospital parecen desbordarse dentro de mi mente, se agolpan todos y cada uno de ellos. Recorde cuanto lo extrañe, cuanto extrañe sus brazos rodeandome o su voz hablándome. Recorde la sensación de calma que me embargaba siempre que estaba el presente y su manera especial de hacer de las cosas más bonitas. Sus recuerdos dan la sensación de no existir pero se allí están, a pesar de mi mala memoria, están. .

- Yo también te extrañé- le respondo en un susurro casi inaudible.

- Yūgen - parece saborear el extraño apelativo y abre sus brazos para luego inclinarse y hacerme una muy graciosa reverencia.

Se acerca y me envuelve en un abrazo, su perfume se cuela por mi nariz y ubico mi cabeza en la curvatura de su cuello, inhalando su aroma, sintiendo paz entre sus brazos.

- Elise, a sido extrañamente dificil no tenerte causando destrozos a mi al alrededor - dice Garret contra mi cabello.

Me besa en la cima de la cabeza, se despega lentamente y planta un beso en mi frente, sus ojos tienen ese brillo encantador que recuerdo de la última vez que lo vi, y su cabello sigue rizado y perfecto.

- ¿Cuando me explicaras que significa Yūgen? Y aun no entiendo tu fascinación por no llamarme Heather- mi voz tiembla y comienzo a sollozar, no había notado la falta que me hacía, su voz sirve de jarabe para mi alma rota y sus manos me sostienen como si en algún momento pudiera quebrarme cual cristal.

- Cariño no llores, que me matas- dice bajito, la yema de sus dedos limpia las lágrimas que escapan de mis ojos a borbotones y me mira con las cejas encarnadas con una mueca de preocupacion.

- Lo siento - continúo hipando - Es que no sabía cuánto te extrañaba.

Me ofrece una sonrisa ladeada.

- Entonces así funciona- se relame los labios - ¿tengo que irme para que puedas aceptar que soy el amor que reina en ese corazón de piedra? - me abraza con ternura y rie, se separa pero me frota los brazos con sus manos . - Vamos a sentarnos, tenemos mucho que hablar Yūgen

Me obligó a calmarme y respiró profundo, se que tiene mucho que contarme, al fin salió a enfrentar al mundo y necesito saber que tal le fue.

- Aún no logras entrar, pero te aviso cuando suceda -le guiñó un ojo.

- cruel.

- Cuéntame qué tan desastroso fuiste allá afuera.- rio.

- Fue increible , al principio cuando inicié en la universidad olvidé algunos de mis libros y en las clases la mayor parte del tiempo no sabía de lo que hablaban, le arrojé a una chica un cono de helado y me abofeteo - comienza a reír y me uno a él- dolió como el demonio.

- Imagino que luego le compraste el helado.

- Esa es la peor parte - suspira - ¡Dios! La chica tenía tanto helado en la camisa que luego de abofetearme, se la quitó y caminó en sujetador, fue a la oficina del director y me acusó de obligarla a desnudarse frente a mi - cubro mi boca con ambas manos.

- ¡Pero que zorra! - grito e instintivamente me levanto del asiento.

- Lo sé, lo se pero luego vieron las cámaras de seguridad y la expulsaron por difamación y una cantidad de cosas más - suelta una risa tintineante - convenci al director de permitirme ver el doble de clases para lograr ponerme al día, por esa razón no pude venir antes Elise.

El laberinto mental de Heather (Subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora