Unida en cuerpo y alma al Lycans

Dominando al animal .

Ben

Mi carrera por el bosque siempre era adrenalina pura para mí ,pero en este momento tenia una angustia por lo que pudiera pasar con ella, si ella llegaba adonde hubiera muchas personas podría asesinarlas ,cuando la transformación de un Lycans se da por primera vez esta debe ser controlada y supervisada por alguien experto o en su caso por el líder de la manada; pero de caso contrario el recién transformado tiene una mescla de emociones y la metamorfosis los embrutece haciendo que pierda el control de sí mismo.

Nunca me imagine que ella pudiera transformarse, sé que ella tiene familia con poderes de Lycans, pero por lo normal la edad para una transformación es a la edad de quince años, después de ese tiempo si un descendiente de Lycans no se transforma jamás lo hará, pero como siempre Rey me sorprendía, tal vez después de nuestra unión el poder dormido en ella despertó para demostrar su verdadera yo.

Un grito me saco de mis pensamientos, ese debía ser el estúpido traidor amigo de Rey su destino estaba siendo marcado, la muerte siempre olía de una forma particular yo era experto en eso pues he matado a muchos, pero siempre había motivos, nosotros solo lo hacíamos cuando se metían con alguien de la manada, nuestra familia,

Cuando llegue a la escena Rey tenía acorralado al traidor, el muy patético pedía piedad por su vida la cual para mí no tenía ningún valor, si ella no lo mataba yo lo haría sin contemplaciones, porqué la traición en nuestro circulo no era tolerado, una de nuestras principales leyes era, quien cometía traición hacia un Lycans su condena era la muerte.

Cuando aparecí en la escena ,el traidor miro a mi dirección, las lágrimas en sus ojos, sus mocos colgando de su nariz me dio cierta repulsión era como un niño asustado—Profesor Solo, ayúdeme se lo suplico no permita que me mate, juró que nunca me volverán a ver, lo que sucedió fue que Poe me obligo se lo suplico ¡AYUDEME! —si yo hubiera sido otra persona ,le hubiera creído y ayudado, pero a mí nadie me engaña yo veía su mente, sus sucias intenciones no me conmovió su dolor.

—Lo siento yo en este momento, no soy su profesor y Finn recibirás lo que mereces—lloro desesperadamente, pero fue lo último por que sin piedad alguna Rey le cerceno la cabeza de un tajo, sus garras perforaron su abdomen la sangre estaba esparcida por todas partes, la salvaje Lycans estaba destrozando sus partes, haciéndolas una masa sanguinolenta de lo que alguna vez fue un humano, las fuerzas de un Lycans son poderosas. Cuando Rey acabo con el traidor, miró a mi dirección y me gruño sus grandes colmillos se asomaron con la intención de asustarme, la posición de ataque se hizo presente, tenía que tratar de hacerla reaccionar su estado salvaje la hacía peligrosa, trataría de comunicarme con ella atreves de la mente.

"Rey, mi amor soy yo Ben, tu pareja debes reaccionar tienes que aprender a dominar al Lycans si no el tomara control de ti".

Pero no parecía funcionar, ella empezó su ataque hacia mí era brutal, no me quedaba opción tenía que transformarme, empecé a concentrarme para lograr mi objetivo y someterla y enseñarle a dominar su poder.

Al terminar mi transformación me puse frente a ella, pero solo empezó a atacarme de manera brutal, su fuerza era una salvaje y solo en una ocasión vi esto, en mí. Por eso ella era mi pareja destinada somos la fuerza de dos que hace una, la llamada diada, mi alma gemela. Nos encaramos en una cruel batalla de la cual ella dominaba por el salvajismo, lo que yo no quería era hacerle daño, porque el lastimarla a ella era un sufrimiento para mí.

"Por favor Rey tienes que aprender a dominar tu fuerza no dejes que te controle, concéntrate por favor".

Por un momento ella me miro con sus ojos llenos de furia, pero solo fue un instante, ella no quería reaccionar tal vez los eventos recientes la tenían perturbada y me veía como alguien que le quería hacerle daño.